Idioma arameo

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Arameo
Información sobre la plantilla
Hablantes 445 000
Familia Afro-asiático, Semítico, Semítico noroccidental
Estatus oficial
Oficial en ningún país
Regulado por No está regulado
Códigos
ISO 639-1 ninguno
ISO 639-2
ISO 639-3
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Extensión del Arameo

Idioma Arameo. Lengua semita, hablada por los arameos del norte de Siria y del noroeste de Mesopotamia, tiene afinidades íntimas con el amorreo y con el hebreo. Fue el idioma original de grandes secciones de algunos libros de la Biblia, como los de Daniel y Esdras, así como la lengua principal del Talmud, el Bahir y el Zóhar.

Etimología

Relativo a un pueblo bíblico que habitó en el antiguo país de Aram(norte de la actual Siria).Es una rama de las lenguas semíticas con una historia de al menos 3000 años,por lo que podría hablarse propiamente de lenguas arameas.

Historia

Los estados arameos perdieron su independencia política durante el tiempo de las conquistas asirias del siglo VIII a.C, el idioma arameo se difundió paulatinamente a través de todo el Cercano Oriente y reemplazó al acadio, el idioma de Asiria y Babilonia, como la lengua franca del imperio persa. Durante el tiempo del sitio de Jerusalén por Senaquerib (701 a.C. ), el hebreo era el idioma usado por los judíos y el arameo era el idioma usado en las transacciones oficiales con Asiria. El asirio Rab-saces, representante de Senaquerib, habló al pueblo en hebreo, pero los mensajeros de Ezequías se aseguraron que ellos entendían el arameo. Para el tiempo de Esdras, sin embargo, la situación era a la inversa. La gran congregación reunida para oír la ley ya no usaba el hebreo como su lengua oficial. Durante el exilio, los judíos adoptaron el arameo, así que se hizo necesario que la ley hebrea fuese traducida a la lengua vernácula. Las traducciones de la Escritura al arameo, conocidas como tárgumes, eran orales en vez de escritas hasta los primeros siglos de la era cristiana. El hebreo era usado por los líderes religiosos y nunca desapareció como el idioma de la oración y de las Escrituras. Fue usado por la comunidad del Qumrán como el idioma de la devoción e instrucción aun hasta el siglo I d. de J.C. La mayoría de los judíos, sin embargo, usó el arameo como el lenguaje de la vida diaria. Como el vernáculo de la Palestina del Nuevo Testamento, el arameo era el idioma de Jesús y de la iglesia primitiva. Aunque escritos en griego, los Evangelios contienen un número de breves expresiones arameas. Papiros arameos que consisten de registros de la colonia judía en Elefantina, cerca de la primera catarata del Nilo, fueron descubiertos entre los años 1898 y 1960. Estas cartas databan del siglo V a. de J.C. y arrojan luz en cuanto a las condiciones de los judíos de Egipto durante los tiempos persas.

Descripción lingüística

El alfabeto en el cual el arameo fue escrito tenía una simplicidad que hacía posible el reemplazo de las complicadas sílabas cuneiformes del acadio y del antiguo alfabeto hebreo-fenicio. La ventaja de la escritura alfabética sobre la escritura silábica indudablemente aceleró la tendencia a que el arameo reemplazara al acadio como el idioma oficial del Cercano Oriente. Los israelitas tenían contactos continuos con los pueblos de lengua aramea desde los tiempos de los patriarcas hasta el fin de la historia del Antiguo Testamento. Algunas porciones de la Biblia fueron escritas en arameo y otras muestran la influencia aramea de vocabulario y gramática. Largas porciones de Daniel (2:4-7:28) y Esdras (4:8-6:18; 7:12-26) fueron escritas en arameo así como un versículo en Jeremías (10:11) y el lugar llamado JegarSahaduta, mencionado porLabán (Gn. 31:47).

Alfabeto y gramática

El arameo y el hebreo están comprendidos en la familia noroccidental de idiomas semitas. Aunque el arameo difiere considerablemente del hebreo, es un idioma afín a este, cuyo alfabeto consta de las mismas letras con los mismos nombres. Igual que el hebreo, el arameo se escribe de derecha a izquierda y en un principio su escritura era consonántica. No obstante, los masoretas añadieron puntos vocálicos al arameo usado en la Biblia, al igual que hicieron con el hebreo. Al estar en contacto con otros idiomas, el arameo recibió su influencia. En el arameo bíblico no solo se hallan varios nombres propios de localidades y personas hebreas, acadias y persas, sino que, además, se ve influencia hebrea en los términos religiosos; influencia acadia, en particular en los términos políticos y comerciales, e influencia persa, en los términos relacionados con asuntos políticos y legales. Además de escribirse como el hebreo, se le parece en las inflexiones verbales, nominales y pronominales. Los verbos tienen dos tiempos: el imperfecto, que denota una acción inconclusa, y el perfecto, que significa una acción completada. En arameo el nombre puede ser, según su número, singular, dual y plural, y tiene dos géneros: masculino y femenino. Se diferencia de otros idiomas semitas en el predominio del sonido vocal a y en otros aspectos, como en ciertas preferencias consonánticas: el empleo de la d por la z y la t por la sch.

Divisiones básicas

Por lo general, el arameo se divide en occidental y oriental, pero, desde un punto de vista histórico, se han reconocido los siguientes cuatro grupos: arameo antiguo, oficial, levantino y oriental. Algunos han indicado que es muy probable que durante el II milenio a. E.C., se hablaran varios dialectos arameos en la Media Luna Fértil, Mesopotamia y sus inmediaciones. En Génesis 31:47 es posible apreciar una diferencia entre las formas primitivas del hebreo y arameo. Jacob y Labán levantaron un montón de piedras como testimonio entre ellos después de reconciliarse. Labán lo llamó “Jegar-sahadutá”, en arameo (sirio), mientras que Jacob lo denominó, en hebreo, “Galeed”, aunque ambas expresiones significan lo mismo, “Majano de Testimonio”.

Se ha llamado arameo antiguo al idioma de ciertas inscripciones descubiertas en la parte septentrional de Siria que, según parece, datan de los siglos X al VIII a. E.C. Con el tiempo, un nuevo dialecto arameo llegó a ser la lengua franca o idioma internacional auxiliar del Imperio asirio, sustituyendo al acadio en la correspondencia oficial gubernamental con las zonas remotas del imperio. Por el uso que se le dio, a esta forma de arameo se la conoce como “arameo oficial”, y se siguió utilizando durante la hegemonía babilonia (625-539 a. E.C.) y, después, bajo la dominación persa (538-331 a. E.C.). En ese tiempo en particular tuvo un amplio uso, siendo el idioma oficial del gobierno y el comercio en una extensa zona, como lo atestiguan los descubrimientos arqueológicos, puesto que aparece en los registros de tablillas cuneiformes, en ostraca, papiros, sellos, monedas, inscripciones sobre piedra y hallazgos similares. Se han encontrado estos objetos en lugares como Mesopotamia, Persia, Egipto, Anatolia, Arabia septentrional y regiones tan septentrionales como los montes Urales y tan orientales como Afganistán y el Kurdistán. El uso del “arameo oficial” continuó durante el período helenístico (323-30 a. E.C.).

Parece que es este “arameo oficial” el que se encuentra en los escritos de Esdras, Jeremías y Daniel. Las Escrituras también dan testimonio de que el arameo fue la lengua franca de aquellos tiempos. Así, en el siglo VIII a. E.C., los voceros asignados por el rey Ezequías de Judá suplicaron a Rabsaqué, representante del rey asirio Senaquerib: “Habla, por favor, a tus siervos en el lenguaje siríaco [arameo], porque estamos escuchando; y no nos hables en el lenguaje de los judíos a oídos de la gente que está sobre el muro”. Los funcionarios de Judá entendían el arameo o sirio, aunque todo parece indicar que en aquella época la gente común hebrea de Jerusalén no lo comprendía.

Algunos años después del regreso de los judíos del exilio en Babilonia, el sacerdote Esdras leyó el libro de la Ley a los judíos congregados en Jerusalén y varios levitas se lo fueron explicando al pueblo, tal como dice Nehemías 8:8: “Continuaron leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios verdadero, la cual se exponía, y había el ponerle significado; y continuaron dando entendimiento en la lectura”. Esta exposición o interpretación quizás haya supuesto parafrasear el texto hebreo en arameo, posiblemente debido a que los hebreos habían adoptado el idioma arameo durante su estancia en Babilonia. No obstante, también debió incluir un comentario del texto, de modo que los judíos, aun en el caso de que entendieran el hebreo, comprendieran mejor el significado profundo de lo que se estaba leyendo.

Fuentes

  • [1]
  • EBDM I, pp. 665-672. IV, pp. 518-526. V, pp. 811-818.
  • NDBI Vila-Escuain