Iglesia Ortodoxa Rumana

Iglesia Ortodoxa Rumana
Información  sobre la plantilla
Iglesia ortodoxa rumana.jpg
Escudo del Patriarcado de la Iglesia ortodoxa rumana.
Fundador(es)Andrés el Apóstol
Fundación1872
Rumania
Primado actualDaniel Ciobotea
SedeBucarest, Rumania
Territorio principalRumania
Lenguas litúrgicasrumano
CalendarioGregoriano
Sitio webhttp://patriarhia.ro/
Otros nombresBiserica Ortodoxa Romana

Iglesia Ortodoxa Rumana(en rumano: Biserica Ortodoxă Română) es una de las iglesias autocéfalas integradas en la comunión ortodoxa. Pertenecen a ella la mayoría de los rumanos (el 85,9% de la población de Rumania de acuerdo con el censo de 20111). Por el número de sus fieles (20 millones entre Rumanía, Moldavia y la diáspora),2 es la segunda de las iglesias ortodoxas autocéfalas, sólo por detrás de la Iglesia ortodoxa rusa.

Las primeras muestras del cristianismo

Se cree que el cristianismo llegó a la región de manos de San Andrés, uno de los doce apóstoles, quien llevó a cabo una evangelización en los territorios de Rumania, Ucrania y la costa oriental del mar Negro. Posiblemente asentó su residencia en Tomis durante un largo período, motivo por el cual la ciudad rumana pasó a ser considerada sede episcopal, como lo demuestran los numerosos documentos que hablan de la antigua ciudad. Por este motivo, san Andrés es el patrón de Rumania (entre otros países), celebrándose su festividad el día 30 de noviembre, día en que fue martirizado y muerto por los romanos. Así y todo, no se conoce con certeza si las tribus dacias se convirtieron al cristianismo o si conservaron sus creencias romanas o dacias. Después del Edicto de Milán en el año 313, el cristianismo se fue difundiendo más ampliamente por la antigua provincia romana de Dacia. A la región se trasladó el obispo arriano Ulfilas en 345 para convertir al cristianismo a los godos que habitaban el territorio. Ulfilas difundió la palabra de Cristo en lengua gótica, pero en el año 348 tuvo que huir y refugiarse al otro lado del Danubio debido a que los caudillos visigodos desconfiaban de su presencia. Es incierta la difusión real del cristianismo, aunque hay evidencias de que la religión cristiana estaba presente, al menos de forma débil y en un estado incipiente, ya que la provincia de Dacia estaba expuesta a la continua llegada de pueblos germánicos o eslavos procedentes de otras partes del continente europeo. En todo caso se han encontrado los restos de una iglesia primitiva en la región del Bajo Danubio, en Sucidava, que al parecer fue destruida por los hunos y reconstruida posteriormente por Justiniano I en los primeros años de su mandato como emperador del Imperio Romano de Oriente, demostrando así que hubo una presencia real y constante de comunidades cristianas durante aquella época. En lo que se refiere a la provincia de Escitia Menor, su capital, Tomis, se convirtió en sede episcopal. Se puede encontrar la presencia de obispos en la provincia de Tomis participando activamente en los numerosos sínodos y concilios celebrados desde la segunda mitad del siglo IV e incluso luchando activamente contra la herejía arriana. A lo largo del siglo VI el obispado de Tomis se consolidó, recibiendo la consideración de provincia metropolitana; el titular de la misma recibía la consideración de metropolitano, tenía bajo su control a 14 obispos sufragantes, que correspondían a las principales poblaciones de la provincia y respondiendo y dependiendo directamente del Patriarca de Constantinopla. Estaban vinculados por la lengua a Roma y por el dogma a Constantinopla. De la región fueron originarios san Juan Casiano, fundador de varios monasterios en Marsella y Dionisio el Exiguo. La difusión del cristianismo en esta región comprendida entre el Danubio y el mar Negro fue muy distinta a la del resto de Dacia, seguramente debido a que estuvo bajo control romano en el momento en que el cristianismo se convirtió en la religión del Imperio. Se han encontrado unas 35 basílicas correspondientes al periodo comprendido entre los siglos IV y VI y que se encuentran localizadas en los principales centros urbanos de la antigua provincia romana, como Tomis, Callatis, Tropaeum Traiani, Histria, Axiopolis, Troesmis y Dinogetica, donde se han encontrado numerosos objetos con inscripciones de la época. Así, mientras que en una parte de Rumania, la que se corresponde con la provincia de Dacia, no se tiene constancia de un proceso de cristianización firme, en la parte que se mantuvo bajo control romano el cristianismo arraigó ampliamente entre la población de la región. Por este motivo no se puede hablar de una fecha concreta para la cristianización de Rumania. El proceso de cristianización de los dacios romanos tuvo unas características muy específicas, debido a que duró varios siglos como resultado de la entrada en contacto en múltiples ocasiones de la población autóctona con colonos de la región de Escitia Menor o con poblaciones germánicas o eslavas asentadas en la zona. La lengua latina y la religión cristiana constituyeron dos importantes factores en el proceso de unificación étnica, lingüística y espiritual. El patriarcado rumano sostiene en sus principios fundacionales que "en Rumania la romanización y la cristianización fueron dos procesos paralelos que han dado a la historia un nuevo pueblo, el rumano, con una creencia nueva, la cristiana. En otras palabras, el pueblo rumano ha nacido cristiano.". La Iglesia ortodoxa rumana se fundó en 1872 cuando el Metropolita de Ungrovalaquia y Moldavia se separó de la jurisdicción del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Ese mismo año se constituyó un sínodo separado de la Iglesia ortodoxa en Rumania. La Iglesia ortodoxa rumana fue completamente autocéfala desde 1885 y estableció su propio patriarcado en 1925. El primer patriarca fue Miron Cristea.

Ver además

  • Iglesia Ortodoxa

Fuentes