Imperio persa

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Imperio persa
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550 a. n. e.1935

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Ubicación de Imperio persa oImperio aqueménida (su primera etapa).
Capital Persépolis, Susa, Pasargada y Ecbatana
Idioma oficial persa antiguo, acadio aqueménida y elamita
arameo y elamita
Gobierno Monarquía
Historia
 • Establecido 550 a. n. e.
1 Utilizados en las inscripciones reales.
2 Utilizados por la administración.

Imperio persa. Es el nombre que se utiliza para referirse a las diferentes dinastías históricas que gobernaron el país de Persia (Irán). El primer reino persa conocido fue el protoimperio elamita, seguido por el de Media. Pero fue el Imperio aqueménida, surgido tras Ciro II el Grande, al que usualmente se le conoce como el primero propiamente persa. Los sucesivos estados hasta 1935 se han denominado colectivamente como Imperio persa por los historiadores occidentales.

El Imperio aqueménida era un vasto territorio muy heterogéneo, en el que las culturas de los pueblos vencidos eran respetadas, como demuestra el reestablecimiento del culto a Marduk en Babilonia tras la abolición asiria. Administrativamente estaba dividido en satrapías, que constituían algo similar a unas provincias.

Historia

Imperio aqueménida (648-330 a. n. e.)

Conquista de Macedonia (330-150 a. n. e.)

El rey macedonio Alejandro Magno inició el ataque al Imperio persa con la conquista de Asia Menor, que no le entrañó excesiva dificultad. Tras esta conquista de las ciudades persas de las costas de la actual Turquía, batalló con éxito contra el ejército de Darío en el 333 a. n. e. en la batalla de Isos. Tras su derrota, Darío intentó negociar con el joven invasor, pero sus propuestas fueron rechazadas.

Las tropas macedonias fueron conquistando nuevos territorios del imperio, primero Fenicia y después Antiguo Egipto, para finalmente enfrentarse con un numerosísimo ejército persa, comandado por Darío, en las proximidades de Gaugamela, a orillas del río Tigris. Nuevamente, los macedonios vencieron y Darío escapó, aunque finalmente fue traicionado por sus nobles y asesinado. Alejandro honró a su antiguo rival y persiguió a sus asesinos. Tras esta victoria sobre Darío, Alejandro gobernó sobre el antiguo Imperio persa.

A la muerte de Alejandro Magno (en el 323 a. n. e.), su imperio se dividió entre sus generales (diádocos o sucesores). Uno de ellos, Seleuco I Nikátor, fue proclamado sátrapa de Babilonia y Siria, para después convertirse en rey. Fundó la Dinastía Seléucida.

En el 238 a. n. e. los nómadas partos del sureste del mar Caspio se sublevaron contra el imperio y se independizaron. Los partos y los seléucidas se enfrentaron en numerosas batallas hasta que, a partir del siglo II a. n. e., los partos eran lo suficientemente fuertes para tomar el control del imperio y reemplazaron a los seléucidas.

Dominación parta (150 a. n. e.-226 n. e.)

Los partos eran una tribu nómada del sudeste del mar Caspio. En el 238 a. n. e. se sublevaron contra la dinastía seléucida dominante en Persia, consiguiendo la independencia de Partia. No fue hasta el siglo II a. n. e. cuando Partia consiguió erosionar lo suficiente el poder seléucida como para conquistar partes de su territorio al este de Siria, renovando de esta manera el imperio.

Imperio sasánida (226-651)

En el año 226 n. e., Ardashir, gobernante de Persia, se subleva contra la Confederación Parta en un intento de revivir la gloria pasada del anterior imperio. En dos años, consigue convertirse en el shah (‘rey’) del nuevo Imperio persa.

La dinastía Sasánida se convirtió así en la primera dinastía nativa de Fars (o Persis) desde los Aqueménidas.

Política persa de tolerancia

Centro de Persépolis.

A medida que los persas iban incorporando a su imperio nuevas zonas, mostraban políticas muy tolerantes. Los gobiernos locales contaban con miembros de las elites locales, los impuestos generalmente eran menores, los persas tenían una gran tolerancia religiosa, e incluso liberaron a muchos pueblos sometidos, como por ejemplo los judíos que se hallaban deportados en Babilonia. En muchas zonas donde antes reinaba la anarquía los persas también fueron bienvenidos como los restauradores de las leyes.

Las zonas que se caracterizaron por el apoyo a los persas fueron sobre todo Palestina, ya que los judíos estaban felices de contar con un gobierno que respetara y apoyara su religión, y también la zona de Siria, especialmente las ciudades fenicias, que además de ser respetadas por los persas, estos les proveyeron nuevos mercados por tierra y apoyaron su desarrollo naval. También las zonas de Asia Central se mostraron adictas al gobierno persa ya que cuando el imperio se desmorono esas zonas continuaron la resistencia contra Alejandro Magno por varios años.

Características de la administración persa

El gobierno persa trajo muchos adelantos en materia política y económica para la época entre ellos:

  • Tolerancia religiosa y de las costumbres locales.
  • Mantenimiento de estructuras administrativas locales.
  • División del territorio en Satrapias que eran auditadas todos los años siendo castigado el Sátrapa si la población no estaba contenta con su gestión.
  • Desgravamiento impositivo del comercio y baja general de todos los impuestos.
  • Facilitamiento del comercio mediante construcción de caminos y canales navegables además de la unificación territorial que hacía menos peligrosos los viajes.
  • Creación de reservas de moneda en distintos puntos del imperio, y difusión del crédito
  • Creación de guarniciones repartidas por el imperio que respondían tan solo a la autoridad real.
  • Creación de un sistema unificado de pesos y medidas
  • La administración local se focalizaba en la manutención de los caminos y obras públicas, el combate a la delincuencia y la productividad de la agricultura.

Todas estas medidas produjeron un auge en el comercio a lo largo del imperio incentivando de gran manera el desarrollo económico lo que logró poner del lado persa algunas zonas que originalmente los rechazaban y eran revoltosas como las ciudades jonias por ejemplo.

Zonas hostiles a los persas

Las zonas que más rechazaron a los persas fueron Jonia, Egipto la Mesopotamia y Media. Los jonios tenían una idiosincrasia distinta, basados en el modelo de ciudad estado griego, en los primeros años se sublevaron constantemente contra los persas pero luego con el auge económico se transformaron en súbditos leales del imperio.

En Media también los persas sufrieron revueltas, ante el recelo medo de haberse convertido de amos en siervos, pero la política persa de tolerancia rindió sus frutos, quedando apaciguados los ánimos. En Babilonia la población recordaba los viejos tiempos de gloria y por ello la ciudad se sublevo. Esta ciudad era el núcleo agrícola e industrial del imperio y ante la sublevación la represión fue tan brutal que nunca mas Babilonia se alzó.

En Egipto las causas del alzamiento son similares, además de contar con el apoyo de los griegos. Egipto se sublevó en reiteradas oportunidades siendo en todas luego de un tiempo reconquistado por los persas.

La religión de los persas

La religión persa provino de las predicaciones del profeta Zarathustra que se piensa que vivió en el siglo VI a. n. e. en Asia Central y parte en Irán, adoptando los persas su religión. El libro sagrado de esta religión era el Avesta y su punto principal era la existencia de dos espíritus principales: uno llamado Ahura-Mazda ―que era la representación del bien― y Angra-Mainyu ―que era la representación del mal―.

La religión persa también incluía conceptos novedosos como el juicio final en el cual el espíritu de los muertos era juzgado en base a sus acciones en la vida y eso definiría su futuro en su nueva vida después de la muerte. Muchos elementos de esta religión son luego tomados por otras religiones que aun hoy en día son practicadas por millones de personas.

Debilidad del Imperio persa

El principal punto débil del imperio persa era su organización militar. A pesar de contar con un ejército y una flota incomparable en números su organización y tácticas dejaban mucho que desear. El ejército estaba compuesto por un núcleo de élite que era la guardia personal del emperador también llamados los inmortales y luego a estos se sumaban elementos de todos los pueblos dominados, no existían unidades estándar sino que era un ejército muy heterogéneo. Este ejército casi carecía de tácticas para combatir en formaciones.

Esto contrastaba con los ejércitos griegos que eran en muchos casos muy disciplinados y experimentados y además tenían tácticas de combate y equipos muy superiores a los persas, de esta manera un pequeño número de griegos podía mantener a raya a un contingente persa varias veces superior como quedo demostrado en la batalla de las Termópilas donde 300 espartanos, los mejores soldados griegos mantuvieron a raya a un ejército de varios miles de persas durante las Guerras médicas.

Caída del Imperio persa

Los persas no tenían rivales militares gracias a su gran ejército, excepto los griegos que eran superiores en sus tácticas. Los griegos tenían en su contra la gran fragmentación política, En Grecia el poder estaba dividido entre cientos de ciudades estado, mientras que Persia era un imperio enorme totalmente unificado. Los reyes persas hábilmente promovieron las disputas entre estados griegos para evitar que alguno tuviera la hegemonía. Pero finalmente eso sucedió.

Alrededor del año 350 a. n. e., Filipo el rey de Macedonia emprendió una política expansiva de su reino, organizando un ejército regular muy profesional y creando armamentos y tácticas aun superiores a las clásicas tácticas griegas. Gracias a esto logró unificar amplias zonas de Grecia incorporándolas a su reino y sometiendo a su mandato con cierto grado de autonomía al resto de las ciudades griegas con excepción de Esparta.

Filipo obligó a los estados griegos a cesar las luchas, coloco guarniciones macedonias en los puntos estratégicos y se formó una liga de estados griegos que formarían un ejército para invadir el Imperio persa. Cuando todo estaba preparado Filipo fue asesinado. Entonces su hijo Alejandro asumió como rey.

La invasión debió demorarse para volver a someter a los estados griegos que ante la muerte de Filipo pretendieron recobrar su independencia. Alejandro los logró dominar y en el año 334 a. n. e. cruzó al Asia Menor y derrotó a los persas en Granico. Las ciudades jonias resistieron la invasión griega cosa que seria sorprendente 150 años atrás. Alejandro luego de tomar esas ciudades tomo la mayor parte de Asia Menor con poca resistencia.

Un año después todo el poderío del ejército persa lo enfrentó en la batalla de Issus y nuevamente los persas fueron derrotados, luego de esto cayeron en poder griego Siria donde las ciudades fenicias resistieron, Palestina y Egipto donde los griegos fueron bienvenidos como libertadores.

En el año 331 a. n. e., los griegos entraron en Mesopotamia, a pesar de que el rey persa Darío les ofreció la paz estos la rechazaron. Los persas enfrentaron a los griegos con un renovado ejército pero fueron derrotados una vez más, y el rey Darío fue asesinado por los nobles. Los griegos tomaron Babilonia y las ciudades de Susa, Persépolis y Ecbatana, siendo Persépolis incendiada para vengar la destrucción de Atenas durante la invasión persa a Grecia.

Los persas continuaron resistiendo con una guerra al estilo guerrillero en las zonas del norte y el este de Irán y el Asia Central, pero los griegos finalmente lograron invadir también esas zonas aplastando los últimos focos de resistencia. A pesar de la caída el estado persa resurgió y desapareció varias veces a través de la historia y su legado se extiende hasta el actual estado de Irán.

Véase también

Fuentes