Inmigración haitiana en Banes

Revisión del 09:12 30 sep 2010 de Daniel03014 jc (discusión | contribuciones) (SFuerza laboral haitianos en Banes)

Plantilla:Hechos

Inicialización de la inmigración haitiana en Banes. La República neocolonial se inauguró en Banes con la presencia de la poderosa compañía norteamericana United Fruit Company, la cual se apoderó del 67 del territorio. Cuando esta Compañía inició el fomento de la plantación azucarera, en 1899, enfrentó una gran escasez de fuerza de trabajo. Los requerimientos de personal que la construcción del central establecía, así como el amplio plan de construcción de vías férreas determinaron una oleada de inmigración antillana, en la que predominaron los jamaicanos y haitianos, cuyo primer grupo arribó a Banes, en 1900. En los años sucesivos la Compañía mantuvo un trasiego constante de este tipo de personal, la mayoría de las veces de forma ilegal, para ir cubriendo sus necesidades laborales.

Fuerza laboral haitianos en Banes

A partir de 1905 la situación laboral empeoró para la United Fruit Company, por el aumento de la capacidad productiva del central Boston y el surgimiento de nuevos talleres y oficinas, que complementaban el funcionamiento de la Compañía, en Oriente. Además otras regiones del país demandaban fuerza laboral por lo que la solución no podía ser las migraciones internas. Evidentemente era necesario continuar importando mano de obra, la antillana era barata, altamente productiva y de fácil manejo; además la contratación del bracero no entrañaba un vínculo estable, pues podían ser enviados a su país de origen durante el tiempo muerto. La posibilidad de reembarcar a los braceros permitía a la Compañía extraer a estos trabajadores de sus propiedades durante el tiempo muerto, de no haber sido de esta forma se hubiera visto en la necesidad de buscar ocupación para ellos, lo que significaba mantener un peligroso foco de descontento en sus propiedades.

Dependencia de los braceros haitianos

La puesta en vigor de numerosas leyes: Ley de Inmigración y Colonización, el 11 de julio de 1906; el decreto 743, de agosto de 1912; el Decreto Nº 23, del 14 de enero de 1913; Ley de Inmigración, el 3 de agosto de 1917; favorecieron a la United Fruit Company, que durante las primeras décadas del siglo XX dependió básicamente de los braceros para el desarrollo de la cosecha cañera. "En los años comprendidos entre 1911 y 1930, se emplearon en Banes, como promedio, unos 3000 braceros antillanos anuales", arribos que muchas veces se realizaron violando los procedimientos legales existentes, motivo por el cual no se poseen registros que ofrezcan información sobre determinados indicadores sociodemográficos de estos inmigrantes. Sólo una parte de ellos se asentaron, el resto, al finalizar la zafra eran reembarcados a su país de origen.

Migración “Golondrina”

El movimiento de braceros haitianos– las diferencias de los jamaicanos, que sí crearon comunidades – se convirtió en una migración “golondrina”, pues la mayor parte de ellos venía cada año, trabajaba en la zafra y luego eran reembarcados. En agosto de 1921, el administrador de la United Fruit Company, le informaba al gobernador de Santiago de Cuba, que para esa zafra habían traído 3 060 haitianos, los cuales serían reembarcados al concluir la misma. Durante toda la década del 20´ la United Fruit Company reembarcó, conjuntamente con los braceros extraídos en esos años, ciertas cantidades de haitianos entrados en el período anterior, cuya permanencia dentro de sus propiedades se hacía innecesaria ante las facilidades que el gobierno estaba otorgando a este tipo de inmigración. Además el Decreto Nº 1404, de 20 de julio de 1921, le daba la posibilidad a la Compañía de reembarcar a los braceros contratados al amparo de la Ley de Inmigración de 1917, por constituir en esos momentos una carga pública.

Contratación anual

En las nóminas anuales de la United Fruit Company se repite un gran número de inmigrantes que no residían de forma permanente en el territorio, lo que demuestra que su contratación era anual, para la zafra, y luego los regresaban a su tierra natal. Para La zafra de 1927, el 74.7 de los haitianos contratados por esta compañía habían estado en Banes, al menos, una vez.

La permanencia de inmigrantes

El proceso de establecimiento permanente de los inmigrantes haitianos, en Banes, se inició a partir de 1916. En ello pudo influir la ocupación norteamericana a Haití y todas sus consecuencias. No obstante, este no fue un proceso numeroso; según los reportes anuales de la United, entre 1916 y 1930 sólo se radicaron 11 haitianos, cifra ínfima en comparación con la cantidad de antillanos que se quedaban cada año en Banes. Llama la atención que en los controles de la Compañía – que eran bastante acertados y eficientes – se plantea el establecimiento de 11 haitianos, sin embargo las fuentes orales y la evidencia de descendientes manifiesta muchos más. Lo que demuestra que después de 1930, y a pesar de las restricciones del gobierno haitiano, continuaron entrando braceros a Banes. Además en las declaraciones juradas realizadas a los efectos de la Ley y Reglamento sobre la Nacionalización del Trabajo se tomó como muestra el departamento de ingenio, en el cual laboraba un gran número de inmigrantes de diferentes nacionalidades, entre ellos 24 haitianos.

Haitianos victimas de la discriminación

A partir de la puesta en vigor de esta Ley muchos inmigrantes decidieron optar por la ciudadanía cubana, en ese caso sólo se encontraron 13 haitianos. Estos inmigrantes fueron víctimas de una horrible discriminación y explotación yanqui: como obreros, como negros y como extranjeros; situación que se agravó a fines de 1920, con la caída de los precios del azúcar y la crisis económica transitoria que se produjo en Cuba, período durante el cual se hizo más intenso el rechazo del pueblo cubano a esa inmigración de braceros. Desde 1915, en Banes el Periódico El Pueblo, cuestionaba - en primera plana - el empleo de esta fuerza de trabajo. Sus artículos eran encabezados con títulos como: .- Inmigración perniciosa. .- El peligro negro. .- Ley de inmigración tiene que ser más severa. .- El problema de la inmigración. Con solo leer el titular, se podía tener una idea del marcado carácter discriminatorio del contenido de los artículos - de un diario que representaba los intereses de la burguesía banense. Ellos se oponían a esta inmigración, no porque afectara a las masas proletarias y se convirtiera en un instrumento estabilizador de los salarios frente al creciente encarecimiento de la vida de los trabajadores nativos, sino porque estaban en contra de la importación de personal negro, por considerarlo razas inferiores, lo que demuestra que los haitianos fueron víctimas de los prejuicios raciales, alentados por la prensa burguesa, que consideraba que eran “hostiles a la adaptación porque hablaban distinto idioma y eran distintos sus usos y costumbres

Aumento de la inmigración haitiana

La población cubana también se manifestaba en contra de esa fuerza de trabajo, los obreros consideraban que sus tristes condiciones se debían, en gran medida, a los miles y miles de inmigrantes que cada año invadían el pueblo y trabajaban por un insignificante salario. Como plantea Ramiro Guerra, “la importación de braceros baratos no solo disminuía la posibilidad de encontrar trabajo al obrero nativo, sino que envilecía el salario y rebajaba el nivel de vida y la capacidad adquisitiva y de consumo de toda la masa trabajadora de Cuba”.

Condiciones salariales

La cuestión del salario devengado por los braceros era bastante controvertida. Ellos se convirtieron en estabilizadores salariales, teniendo en cuenta que constituían una fuerza laboral extra, impedían que los salarios se incrementaran en relación con el aumento de la demanda de mano de obra. Aparentemente no había diferencias en el pago estipulado por la Compañía al trabajo del inmigrante con los realizados a los trabajadores cubanos. Sin embargo, tomando en consideración las condiciones en que laboraban los braceros antillanos, realmente el salario devengado era menor que lo estipulado, oscilando entre 0.19 y 0.80 centavos por cada 100 arrobas de caña. Súmesele a ello que la United Fruit Company hacia pagos globales al contratista por la cantidad de caña que entregaba semanalmente y este era quien realizaba los pagos individuales a los braceros, quienes no llevaban el control de las arrobas de caña despachadas, por lo que desconocían la suma de dinero que correspondía al trabajo realizado en la semana, de ahí que fueran engañados y no les pagaran como debía ser.

Desarrollo sociales de los haitianos

La administración del central y la burguesía azucarera – que eran los únicos que defendían la inmigración - planteaban que si se creía que ésta traía la propagación de enfermedades, sencillamente se ejerciera sobre ella estrecha vigilancia por las autoridades sanitarias. Ese desprecio del cual fueron victimas incidió en que su proceso de asimilación étnica fuera forzado y los vestigios de su cultura solo se manifiesten en el marco de las relaciones familiares, sin lograr que trasciendan al marco de las relaciones sociales y de la vida de la localidad.

Fuente

  • M. Sc. Yurisay Pérez Nakao. Historiadora de Banes.
  • Ariel James Figarola: Banes: Imperialismo y nación en una plantación azucarera. p. 178.
  • AHPSC. Fondo Gobierno Provincial. Materia Inmigración. Legajo 786. Exp. 11.
  • Museo Municipal Banes. Archivo de la United Fruit Company. Reportes anuales. 1928.
  • Periódico El Pueblo. Banes, 4 de junio de 1915.
  • Ramiro Guerra: Azúcar y población en Las Antillas. p. 160
  • Periódico El Pueblo. 15 de mayo de 1928.