Escuela de las Américas

Escuela de las Américas
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Concepto:Escuela establecida en Panamá en 1946, y luego transladada a Fort Benning, Georgia.

Escuela de las Américas. Se describió al SOA como "la base más grande para la desestabilización en América Latina", y los principales diarios internacionales la apodaron "La Escuela de Asesinos".

Ubicación y fundación

La Escuela de las Américas (SOA por sus siglas en inglés) fue establecida en Panamá en 1946, y luego transladada a Fort Benning, Georgia en 1984. El presidente de Panamá, Jorge Illueca, describió al SOA como "la base más grande para la desestabilización en América Latina", y los principales diarios internacionales la apodaron "La Escuela de Asesinos". La historia apoya estas acusaciones.

El 17 de enero de 2001, la Escuela de las Américas cambió de nombre y pasó a llamarse WHINSEC (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation: Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad). El mismo edificio emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando las mismas lecciones de crueldad, tortura y represión.

Acciones realizadas

Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa Escuela. Los egresados de la Escuela de las Américas persiguen a los educadores, organizadores de sindicatos, trabajadores religiosos, líderes estudiantiles, y a los pobres y campesinos que luchan por los derechos de los damnificados.

Operaciones realizadas

A lo largo de sus cincuenta y ocho años, el SOA ha entrenado más de 61,000 soldados latinoamericanos en técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo trecho de sangre y sufrimiento en los países donde han regresado. Hoy día, la "nueva" Escuela_de_las_Américas(WHISC) entrena mas de mil de soldados cada año.

La historia de muerte que rodea a los graduados de la Escuela_de_las_Américas es larguísima: Cientos de miles de desaparecidos y ejecutados, centenas de miles de torturados, exiliados, y presos políticos dejaron en las dictaduras pasadas. Muchos tienden a pensar que esa historia acabó desde que la Escuela de las Américas cerró sus actividades en Panamá. Otros se han dejado engañar ante el nuevo nombre que hoy tiene. Sin embargo, la "industria de asesinos" sigue funcionando.

Se ha conocido cómo antes del golpe de Estado de Argentina de 1976, se habían graduado en la Escuela del Ejército de las Américas, 600 militares argentinos.

De éstos últimos, 58 militares tenían como plan de estudios, en el período 1970-1975, determinados cursos escogidos: en ellos se graduaron once en "operaciones de contrainsurgencia", siete en "contrainsurgencia urbana", trece en "operaciones en el monte", cinco como "oficial sin mando en inteligencia militar" y seis en "interrogatorio militar".

Contradiciendo la ingenua imagen del "exceso" ocasional en la tortura cometido por algún represor perverso y psicológicamente desequilibrado, en este último curso, según el testimonio directo de un militar chileno apellidado González, ex-alumno boina negra del curso E-16 de Suboficial de Inteligencia Militar, los militares latinoamericanos eran torturados por sus propios instructores y a su vez se torturaban entre ellos, para poder luego ejecutar mejor ese mismo "procedimiento de interrogatorio" a su enemigo, es decir, a nuestros pueblos.

Graduados más conocidos

Entre los graduados más reconocidos por sus crímenes y a la vez responsabilidades

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nacionales, se encuentran importantes instigadores de crímenes de guerra o contra la humanidad, algunos de ellos también relacionados estrechamente con las bandas organizadas de narcotráfico o la CIA estadounidense:

Reestructuración

En 1976, una comisión parlamentaria del Partido Demócrata, durante el gobierno de Jimmy Carter, reconoció dichas prácticas y obligó a suspender sus actividades. En 1977, bajo las previsiones de los Tratados Torrijos-Carter relativos al canal de Panamá los Estados Unidos aceptaron la demanda panameña de retirar del país la escuela para reubicarla en territorio estadounidense, Fort Benning, Georgia.

En 1984, el nuevo gobierno del Partido Republicano de Reagan, dio el visto bueno para reiniciar los entrenamientos de contraguerrillas en la escuela. Se renombra oficialmente como United States Army Training and Doctrine Command school ('Escuela de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de los Estados Unidos'), aunque con algunas diferencias, es una organización heredera en mayor o menor parte de la misión inicial de la Escuela de las Américas. Anteriormente en 1983, se revisó el manual más polémico que instruía en torturas utilizado durante dos décadas, pasándose a llamar como Human Resource Exploitation Training Manual ('Manual de entrenamiento para la explotación de recursos humanos).

Tras el asesinato de cuatro miembros de la Iglesia Católica de El Salvador por graduados de la escuela comandados por D'Aubuisson, en 1989, y la constitución de una ONG dedicada a la denuncia de las actividades de la Escuela SOA Watch, la atención pública sobre el asunto fue cada vez mayor.

En 1996, bajo la presión de numerosos periódicos y organizaciones de derechos humanos estadounidenses, el Ejército de los Estados Unidos hizo pública parte de la documentación sobre la Escuela, incluyendo algunos de los manuales. Estos fueron publicados por el National Security Archive.

La crítica se hizo sentir, y en octubre de 2000, durante la presidencia de Bill Clinton, el Congreso estadounidense analizó la situación y finalmente decidió cerrarlo para crear uno nuevo. El 15 de diciembre de 2000 la escuela fue cerrada oficialmente. Hasta el 1 de julio de 1999 había graduado a 61.034 alumnos.

El 17 de enero de 2001 se inaugura el Instituto de Defensa para la Cooperación de Seguridad Hemisférica. Las organizaciones críticas, como SOAW y Amnistía Internacional, y organizaciones sociales o políticas estadounidenses han criticado reiteradamente el cambio, afirmando que se trata de «pura cosmética», mientras que el gobierno, a la vez que reconoce la nueva institución como heredera de la Escuela de las Américas, considera que en esta ha mejorado sustancialmente la importancia del respeto a la democracia y a los derechos humanos.

Con la excepción de la Cruz Roja, que de acuerdo con su política de neutralidad se ha abstenido de realizar declaraciones, hoy en día continua recibiendo críticas de organizaciones de derechos humanos por el entrenamiento que ofrece a un millar de militares latinoamericanos cada año.

Venezuela en 2004 cesó de enviar nuevos cadetes a la organización estadounidense, decisión que dos años más tarde los gobiernos de Argentina y Uruguay compartirán de manera pública, abandonando su pertenencia y envío de soldados a la organización. En Mayo de 2007, Costa Rica dejó de enviar miembros de la Fuerza Policial.

Fuentes