Introducción del narcisismo (libro)

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Título originalIntroducción al narcisismo
Autor(a)(es)(as)Sigmund Freud

El narcisismo empezó siendo una perversión, y describía "aquella conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto sexual; vale decir, lo mira con complacencia sexual, lo acaricia, lo mima, hasta que gracias a estos manejos alcanza la satisfacción plena" (Freud, 1914). Pero Freud hace del narcisismo un rasgo de conducta que aparece en muchas personas, de tal manera que "una colocación de la libido definible como narcisismo podía entrar en cuenta en un radio más vasto y reclamar su sitio dentro del desarrollo sexual regular del hombre" (Freud, 1914). A Freud el narcisismo se le presenta como una barrera en el intento de mejorar el estado del sujeto. Freud concluirá que el narcisismo no es sino "el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación" (Freud, 1914).

Resumen

Es este uno de los escritos más importantes de Freud, y puede considerárselo como uno de los pivotes de la evolución de sus puntos de vista. Resume sus elucidaciones anteriores sobre el tema del narcisismo, y examina el lugar que corresponde a este último en el desarrollo sexual. Pero va mucho más allá, porque incursiona en el problema más profundo de las relaciones entre el yo y los objetos externos, y traza la nueva distinción entre «libido yoica» y «libido de objeto». Además y quizás esto sea lo más importante-, introduce los conceptos de «ideal del yo» y de la instancia de observación de sí vinculada con él, bases de lo que finalmente sería llamado el «superyó», en El yo y el ello. Y además de todo esto, en dos puntos al final de la primera sección y al comienzo de la tercera el artículo aborda las controversias con Adler y Jung, tema principal de la «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico» escrito más o menos simultáneamente con el presente trabajo, durante los primeros meses de 1914.

El "Narcisismo" fue un parto difícil y presenta todas las deformaciones consiguientes. Aunque así sea, este artículo, punto de partida de muchas líneas de pensamiento posteriores, exige un estudio prolongado y no ha de defraudar a quien lo emprenda o Algunas de sus ideas se siguieron elaborando en «Duelo y melancolía y en Psicología de las masas y análisis del yo . El tema del narcisismo ocupa también la mayor parte de la 26ª de las Conferencias de introducción al psicoanálisis . El ulterior desarrollo de sus nuevos puntos de vista sobre la estructura de la psique que ya comienzan a hacerse evidentes aquí llevaría a Freud a reevaluar algunas de sus afirmaciones, especialmente respecto del funcionamiento del yo. En relación con esto debe señalarse que el significado atribuido por Freud a «das Ich» {el yo} sufrió una gradual modificación. Al principio usó el término sin mayor precisión, pero en sus últimos escritos le dio un significado mucho más definido y estricto.

El término narcisismo proviene de la descripción clínica y fue escogido por P. Nacke en 1899 para designar aquella conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto sexual; vale decir, lo mira con complacencia sexual, lo acaricia, lo mima, hasta que gracias a estos manejos alcanza la satisfacción plena. En este cuadro, cabalmente desarrollado, el narcisismo cobra el significado de una perversión que ha absorbido toda la vida sexual de la persona; su estudio se aborda entonces con las mismas expectativas que el de cualquiera otra de las perversiones. Resultó después evidente a la observación psicoanalítica que rasgos aislados de esa conducta en muchas personas aquejadas por otras perturbaciones; así ocurre, según Sadger, entre los homosexuales. Por fin, surgió la conjetura de que una colocación de la libido definible como narcisismo podía entrar en cuenta en un radio más vasto y reclamar su sitio dentro del desarrollo sexual regular del hombre. A la misma conjetura se llegó a partir de las dificultades que ofrecía el trabajo psicoanalítico en los neuróticos, pues pareció como si una conducta narcisista de esa índole constituyera en ellos una de las barreras con que se chocaba en el intento de mejorar su estado. El narcisismo, en este sentido, no sería una perversión, sino el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación, de la que justificadamente se atribuye una dosis a todo ser vivo. Un motivo acuciante para considerar la imagen de un narcisismo primario y normal surgió a raíz del intento de incluir bajo la premisa de la teoría de la libido el cuadro de la dementia praecox (Kraepelin) o esquizofrenia (Bleuler).

Introducción del libro

*https://filadd.com/doc/freud-introduccion-al-narcisismo-docx

Fuente