Jardines clásicos

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Jardines clásicos
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Jardines clásicos, terreno generalmente cercado donde se cultivan flores, árboles de sombra o de adorno, etc.

Creación y diseño de un jardín

Crear

Es ante todo, inventar, hacer algo nuevo; en este caso, escoger, combinar, disponer los elementos de una forma original, distinta, nueva, para lo cual es necesario poseer imaginación, conocimientos y habilidades, acordes con el fin que nos proponemos.

Diseñar

En el diseño para la creación de un jardín tenemos que considerar, además de las ya mencionadas finalidades prácticas o utilitarias, su función estética.

Jardines clásicos

El jardín egipcio

Jardin Egipcio

Fue el jardín de terreno llano, característica del delta del Nilo, el prototipo de jardín egipcio. En este terreno se disponía de agua abundante a bajo nivel, o sea, a nivel del río.

El jardín se extendía horizontalmente, sin relieve, y contenía estanques bajos, inferiores al nivel del terreno.

El jardín griego

Jardín griego

La descripción más antigua de un jardín griego es la del jardín de Alcino. Un seto de plantas lo rodea y los árboles de más rica savia crecen en él cargados de suculentos frutos: las peras, las granadas, las manzanas magníficas, los higos azucarados y las verdes aceitunas.

Estos árboles no cesan de dar frutos ni en invierno, ni los calores del verano llegan a cansarlos.

El jardín persa y sus derivaciones árabes

Estos jardines se distinguen fundamentalmente por tres características: declives y sensación de verticalidad; el gusto o afición a los perfumes y las flores y la presencia de un elemento arquitectónico: los pabellones.

Al extenderse el imperio persa por las distintas regiones habitadas por los árabes, se extendió también la influencia de los jardines persas, que fueron derivando hacia un tipo de jardín con sentido de verticalidad y afición a flores y perfumes, pero con la adaptación al interior tan característica de los árabes.

El jardín romano

En estos jardines romanos, la utilización de desniveles y de vistas exteriores tomó gran importancia. Ya no estamos en el jardín cerrado del Oriente ni en el vergel llano de los egipcios. Las escalinatas, los grandes muros decorados con estatuas, cascadas y, en una palabra, todos los elementos de la composición en relieve, hacen su aparición en los jardines de Roma.

El jardín francés

Desde mediados del siglo XVI, las grandes familias y los reyes de Francia rodearon de jardines sus residencias. Estos jardines, exponentes de la tradición geométrica medieval, fueron ornándose poco a poco con elementos de procedencia italiana, muy de moda en tiempos de la reina Catalina de Médicis y de Francisco I. en Francia surgieron grandes jardinistas, entre ellos Mollet, que creó los jardines del palacio del duque de Aumale, considerados en su tiempo los mejores de Francia.

Los jardines paisajistas a través de la historia

El paisajismo de los países del Lejano Oriente tuvo características muy diferentes al de los países de de la cuenca del Mediterráneo. En los jardines chinos y japoneses se encuentran auténticas imitaciones de las bellezas naturales, realizadas con exquisita sensibilidad.

El paisajismo

El paisajismo es un estilo o tendencia que se basa en la imitación de la naturaleza, que rompe con los estilos tradicionales y evita la fatiga que llegan a producir, en arte, las fórmulas repetidas, por excelentes que sean los principios en que se basen. Tuvo su origen en China y recorrió el Extremo Oriente sin tener adaptación europea hasta el paisajismo inglés del siglo XVIII.

El jardín paisajista chino

Hay una acertada descripción por un filósofo chino que nos deja ver claramente las características de este jardín: “Pasando la puerta del jardín hay un sendero sinuoso; junto al sendero hay un tabique pequeño que da origen a una terraza en cuyos bordes hay flores frescas. Detrás de las flores hay un muro bajo y junto a él un pino viejo; al pie, rocas raras y junto a las rocas un pabellón y detrás del pabellón, bambúes. Los caminos deben formar encrucijadas; el arrollo corre entre las piedras dando sensación de vida y hay un puente para cruzarlo; a lo lejos se ve el césped verde bajo frondosos y altos árboles. No falta la colina y el manantial alegre, ni el huerto y la cigüeña en el arrollo.”

El jardín japonés

Tal vez al contemplar estos minúsculos jardines suspiremos por los espacios abiertos y por los grandes prados, pero ellos nos enseñan a apreciar una de las profundas enseñanzas del Japón, que puede convertirse en un principio fundamental en jardinería: “Una porción pequeña, exquisitamente cultivada, puede dar más esencia de vida que todo un mundo mirado al azar.” Japón supone un concepto realista del jardín de pequeñas y hasta reducidísimas dimensiones.

El jardín inglés

En Europa, la jardinería clásica había logrado su máxima expresión con los jardines franceses, mas, en Inglaterra, fue William Kent quien recogió todos estos elementos dispersos y creó en Europa el primer jardín o parque paisajista, en el cual la preocupación por el plano ordenado y los efectos de ejes no fue tenida en consideración.

Kent fue uno de los paisajistas más notables de su época; los canales y avenidas rectas fueron sustituidas por arroyos sinuosos y caminos curvos. Brown fue continuador de la obra de Kent y con sus creaciones apaisadas, afianzó aquel estilo.

Clasificación básica de los jardines

Jardín clásico chino

Atendiendo a sus características ecológicas y de ubicación

Todos los jardines, cualquiera que sea su ubicación o su función, tiene características comunes, pues se valen de los mismos elementos de expresión y se les aplican los mismos principios de composición espacial; pero, evidentemente, no es lo mismo trabajar en un área pequeña que constituye un diminuto espacio verde anterior a la vivienda en un barrio suburbano de nuevo trazado, que en un gran parque público que, por sus dimensiones y su función, requiere elementos mayores, usados masivamente o instalaciones muy complejas que le permitan cumplir a cabalidad las funciones para las que fue concebido.

Jardines marítimo-terrestres

En realidad todo nuestro país tiene un clima marítimo-terrestre, debido a la configuración larga y estrecha de nuestra isla principal, donde ningún punto se encuentra, por interior que sea, a más de 60 km de la costa, y por ser las demás, pequeñas islas y cayos que emergen como jardines de esmeralda de nuestra plataforma insular. Por eso, a lo que llamamos aquí jardines marítimo- terrestres, son jardines situados al borde del mar.

Jardines de tierra adentro

Bajo esta denominación, clasificación que corresponde a características ecológicas y de ubicación, se agrupan todos aquellos que no están situados al borde del mar, a los que no alcanza el rocío salino de las olas ni la acción violenta de los vientos que azotan la costa. Entre ellos y el litoral media una distancia de por lo menos cientos de metros y la distancia, la topografía del terreno y las construcciones atenúan esos factores violentos que afectan a las plantaciones inmediatas a la costa.

Jardines lacustres

A pesar de esta denominación de lacustre, palabra derivada de lago y que significa que está sobre un lago o a orillas de él, en Cuba no hay lagos y por su extensión y profundidad los mayores depósitos de agua acumulada, son considerados como lagunas.

Estos jardines tienen por lo general las mismas características que los jardines de tierra adentro, pero su ambiente es acuático, ya que predomina el agua dada por un accidente natural o provocado por la acción del hombre.

Atendiendo a sus funciones

De acuerdo a sus funciones, los jardines se clasifican como residenciales, sociales, escolares, hospitalarios y fabriles.

Jardines residenciales

Bajo esta denominación se agrupan los jardines de las nuevas viviendas en bloques, torres o cintas continuas, en las que se pueden combinar las piezas de revestimiento que permiten variar la fisonomía de los nuevos barrios, en estrecha vinculación con la jardinería y las áreas verdes.

Jardines sociales

Aquí se ubican aquellos que pertenecen a instituciones estatales con acceso limitado, donde radica un numero de personas con fines o funciones determinadas, como círculos infantiles, centros hospitalarios y fabriles etc., que desde luego, tienen una función social.

Jardines escolares

Estos jardines deben concebirse con una doble función: su función estética y recreativa y su función práctica, y en esta última, además de la función utilitaria inherente a todo jardín, se da en ellos la función didáctica, propia de una institución eminentemente educativa.

Jardines hospitalarios

Constituyen el medio, el entorno que circunda al centro hospitalario. El paisaje exterior es aquel del que el enfermo obtiene gran parte de sus sensaciones visuales y, por lo tanto, el origen de sus percepciones. Están científicamente demostradas las relaciones mutuas que existen entre los sentimientos y las sensaciones, o sea, como el mundo circundante del que obtenemos nuestras sensaciones extrareceptoras influye en nuestro modo de sentir, y también se sabe que determinados fenómenos intelectivos provocan ciertos sentimientos, se infiere la influencia que sobre el enfermo puede ejercer el jardín hospitalario.

Jardines fabriles

Las áreas jardineras dentro de los terrenos aledaños a la industria permiten a los trabajadores y a sus hijos no solo el alivio de apartarse del ambiente urbano, sino el de resolver problemas vitales en las instalaciones dispuestas dentro de estas áreas. Si consideramos que en el centro de trabajo el obrero va a pasar la mayor parte de su tiempo, en él debe encontrar las condiciones ambientales óptimas que le proporcionen recreación y esparcimiento alternados con su ambiente laboral.

Jardines miniaturas

Peculiaridades de los jardines en miniatura

Las características o peculiaridades de los jardines miniaturas, en cuanto a elementos de expresión y principios de composición espacial, son los que ya conocemos, con la diferencia de que por realizarse a una escala diminuta se limitan los elementos de expresión a plantas, rocas y opcasionalmente agua, por lo que los principios de composición espacial se observan sin complicaciones, en una forma sencilla y espontánea.

Selección de las plantas

El grupo de plantas que se puede utilizar es bastante amplio, siempre que su talla sea pequeña. En todo momento debe tomarse en consideración la escala y no poner plantas cuyo tamaño no armonice con el de las otras.

Entre las plantas que se pueden emplear para estas siembras, tenemos las violetas africanas, algunas especies de begonias, crotos pequeños, fittonia, selaginellas, Pteris victoria, y otros helechos chicos, caladiums, posturas pequeñísimas de arecas y otras especies similares.

Fuentes

  • Diseño y proyecto de jardines. Edit. Pueblo y Educación. MINED. Cuba