Joaquín Baringo Rosinach

Joaquín Baringo Rosinach
Fecha de nacimiento	17 de noviembre el 1922
Lugar de nacimiento	España Espa
Fecha de fallecimiento	17 de noviembre del 1987
Campo	Farmacéutico y analista.

Joaquín Baringo Rosinach. Farmacéutico y analista. (Albalate del Arzobispo).

Síntesis biográfica

Nació el 17 de noviembre el 1922. Hijo de Francisco Baringo Alcolea, médico, y de Zoe Rosinach Pedrol, farmacéutica, primera mujer doctor de España. Cursó el bachiller en el Instituto Goya y Comercio y el primer año selectivo de la Licenciatura de Farmacia de Zaragoza (1941), que terminó en Barcelona (1946). Hizo la milicia, y como oficial, su último destino fue la Farmacia Militar de Zaragoza, en la que continuó como profesional durante años.

Fundamentó su necesidad vital en el cultivo del pensamiento humanista y científico, y en el uso de la inteligencia y el sentido común con estricto pragmatismo, bondad y humildad infinitas. Estudió e investigó en el Instituto de Carboquímica del C.S.I.C. con su maestro, el profesor Martín Sauras. Se inscribió en el Instituto de Farmacéuticos como adjunto en la farmacia de su madre (1948), y en su año mágico (1950) sus trabajos sobre Aurotiosulfatos le convirtieron en Doctor en Farmacia; un concurso en el Colegio de Farmacéuticos le proporcionó la Dirección del Laboratorio. La tradición médico-farmacéutica familiar, su especialización química y su vocación, hacen que, en 1951, inicie su actividad como analista clínico, llegando a dirigir uno de los más prestigiosos laboratorios de la ciudad. En el laboratorio colegial y en el de su casa ejerció su magisterio. Enseñó sus pilares: amor, libertad, verdad, honestidad, generosidad, prudencia, interés, altruismo, imaginación, fantasía, trabajo, tesón, organización, tecnología y, por supuesto, ciencia.

Trayectoria laboral

Su moral, su modo de ser y de estar sirvió de modelo al profesor Solsona Motrel al crear las tertulias del Ateneo de Zaragoza. Sus saberes supo ponerlos al servicio de Aragón y su cultura, y lo hizo hasta con lo que eran sus aficiones ilustradas más íntimas. Descubrió junto a sus amigos, J. L. Salanova, E. Pérez Cuadra, J. Lázaro y su tío Mariano Baringo, el paraje de «Las Minas» cerca de Botorrita, donde los días festivos excavaban.

La Arqueología le proporcionó algún disgusto, pero llegó a obtener en 1969 el reconocimiento de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes Aragonesas de San Luis de Zaragoza por su gran labor cultural realizada en excavaciónes de yacimientos prehistóricos de pueblos de esta provincia, accediendo a concederle el Título de Académico Correspondiente. Conoció a Ramón J. Sender y al escultor Pablo Serrano con los que mantuvo ascética correspondencia. Aportó ideas para no figurar, como las dos propuestas y no la última, de ubicación del Museo Pablo Serrano en el castillo calatravo de Alcañiz o en el palacio de San Felipe de Zaragoza, compartidas con Oliván Bayle, o cuando, perteneciendo a la Junta de Gobierno de Amigos de la Jota, inspiró el empleo de la plaza de Santa Cruz como mercado de arte, y luego salieron otros ocurrentes, o la realización por Pablo Serrano de una medalla emblemática para el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza (1981).

Estudiante de Música y Náutica, experto ceramista, organiza una exposición en «Sala Bayeu», conmemorativa del centenario del nacimiento del pintor albalatino Juan José Gárate (1970). Coleccionista de la pintura vanguardista, rindió amistad a Marín Bosqued, Viola, Orús, Borreguero, etc. El Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet, le extendió su diploma como Consejero Adjunto (1977). Con Anós Aznar, dirigió a los farmacéuticos titulares en un Estudio analítico de las aguas de consumo público en la provincia de Zaragoza (1963). Al morir su madre se hizo cargo de la farmacia hasta su traspaso (1973-1983).

Muerte

Falleció el 17 de noviembre del 1987.

Fuente

• [1]. Publicado en la Gran Enciclopedia Aragonesa. Consultado el 6 de marzo de 2016.