Juan Amadeo Fichte

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Juan Amadeo Fichte
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Filósofo
NombreJuan Amadeo Teófilo Fichte
Nacimiento19 de mayo de 1762
Rammenau, Alemania
Fallecimiento22 de enero de 1814

Juan Amadeo Fichte . Uno de los grandes filósofos del idealismo alemán. Nació el 19 de mayo de 1762 en Rammenau. Escribió obras tan importantes como Destino del Hombre, El sistema de la moral y Sobre la noción de la teoría de la Ciencia.

Sus inicios

Nació el 19 de mayo de 1762. Procedente de familia muy pobre. Siguió sus estudios de teología en Jena y en Leipzig, luchan­do con la miseria. Después fue preceptor en casas privadas en Alemania y en Zurich, donde conoció a Juana Rahn, con quien más adelante contrajo ma­trimonio (1793). En 1790 volvió a Leipzig; y aquí se puso por primera vez en contacto con la filosofía de Kant, que fue decisiva en su formación filosófica.

Labor académica

En el año 1791, mientras Fichte, en Danzig, se aprestaba para hacer una defensa de los edictos del gobierno que limitaban la libertad de prensa y establecían la censura, le fue rehusado el nihilobstat para la publicación de su Investigación; y meses después fue rehusado también para la publicación de la segunda parte de la Religión en los límites de la razón de Kant. Indignado, Fichte pasó inmediatamente de la defensa del régimen paternalista a la defensa de la libertad; y publicaba, anónima, una Reivindicación de la libertad de pensamiento (1793). En 1794 Fichte llegó a ser profesor en Jena, y allí permaneció hasta 1799. Pertenecen a este período las obras a las que se debe la importancia histórica de su especulación (Doctrina de la ciencia y Doctrina del Derecho). En 1799 estalló la llamada «polémica sobre el ateísmo», que había de concluir para Fichte con su alejamiento de la cátedra. A raíz de la publicación en el Diario filosófico, de Jena, de un artículo Sobre el fundamento de nuestra creencia en el gobierno divino del Mundo (1798), en el que identificaba a Dios con el orden moral en el Mundo, Fichte fue acusado de ateísmo en un folleto anónimo. El gobierno prusiano prohibió el periódico y reclamó del gobierno de Weimar el castigo de Fichte y del director de la publicación, Forberg, con la amenaza que de no hacerlo prohibiría a sus súbditos frecuentar la Universidad de Jena. Al abandonar Jena, Fichte se fue a Berlín, donde se puso en contacto con los románticos Federico Schlegel, Schleiermacher y Tieck. Nombrado profesor en Erlangen, en 1805 marchó Koenigsberg en el momento de la invasión napoleónica, y de allí volvió a Berlín, donde pronunció, mientras la ciudad estaba aún ocupada por las tropas francesas. Los discursos a la nación alemana. (1807-1808), en los que indicaba como medio de sacar a la nación germánica de la esclavitud política, una nueva forma de educación espiritual, y afirmaba la primacía del pueblo alemán. A continuación fue profesor en Berlín y Rector de aquella Universidad.

La primacía de la razón práctica se transforma en Fichte en la primacía de la acción moral; y a justificar la acción moral como incesante superación del límite constituido por el mundo sensible, se encamina la primera fase completa de su pensamiento. En la segunda fase la necesidad de la ciencia se utiliza para justificar la fe. Pero desde el principio al fin de su especulación, y en las mismas inconsecuencias doctrinales que presenta esta especulación en sus fases principales Fichte aparece como una personalidad ético-religiosa, no exenta de un cierto fanatismo. Le fue reprochado algunas veces, por ejemplo por Hegel, (Carta a Schelling del 3 de enero de 1807) disfrazar con las palabras de un ideal moral incorruptible, sus propios impulsos egoístas y su propio orgullo desmesurado. La vocación filosófica de Fichte, fue excitada por los escritos de Kant, pero se atuvo bien poco a las enseñanzas del maestro.

Su Muerte

Murió el 22 de enero de 1814 de una fiebre infecciosa que le contagió su esposa, que la había contraído asistiendo como enfermera a los soldados heridos. La característica de la personalidad de Fichte está constituida por la fuerza con que sintió la necesidad de la acción moral.

Fuentes