Juegos florales

Juegos florales
Información sobre la plantilla
Concepto:Institución literaria, la más antigua y una de las más célebre de Europa

Juegos florales. Institución literaria, la más antigua y una de las más célebre de Europa, cuyo origen se remonta a principios del siglo XIV, época en que fue fundada en Tolosa con el nombre de Colegio de la Gaya ciencia.

Actualmente se refiere a un concurso poético, en que galardonan a los ganadores con premios especiales y una mención honrosa y la posible publicación de los respectivos poemas, generalmente se organizan para ser proclamados y declamados al inicio de la primavera.[1]

Períodos

Primer

El primero período se toma desde los tiempos anteriores a Clemencia Isaura, y comprende desde el año 1323 hasta finales del siglo XV.

Entre la documentación que aun se conserva del primer período, entre otros curiosos documentos, se encuentra la invitación de la compañía de los siete poetas de Tolosa, reunidos en el jardín de las Agustinas donde celebraban sus dominicales ateneos[...]para leer sus cantos poéticos, y premiar el primer día de mayo de 1324 al autor de la mejor poesía con una violeta de oro, en señal de honor.

Los nombres de los siete, eran: Bernardo de Panassac, Damoiseau, Guillermo de Lobra, Verenguer de San Planeat, Pedro de Mejanessene, Guillermo de Gontaut, Pedro Baraignon y Bernardo Oth; los dos primeros días de mayo se emplearon en oir y en examinar los versos de los muchos trovadores que acudieron a tomar parte en el certamen, y el tercero, día de la Santa Cruz, se adjudicó el disputado premio.[2]

Segundo

El segundo período se inicia con la recuperación de la presencia de Isaura en el rescate de los juegos florales reanimando los concursos poéticos de la gaya ciencia y asegurando su duración, distribuyendo en un período, ella misma los premios. Brillante y feliz fue este segundo período que abraza doscientos años. [3]

Tercer

Debido a que nuevamente comenzaron a mal utilizarse las rentas dejadas por Isaura, por cédula de Luís XIV expedida en Fontainebleau en 1694, se determinó que se erigiesen en academia los juegos florales, aumentando el número de mantenedores hasta treinta y cinco, y fijándose su presupuesto anual en 1400 libras.

Los maestros representan hoy a los antiguos doctores en la gaya ciencia, su número no está determinado. Para obtener este grado se necesita haber ganado tres flores, entre ellas la del premio de la oda. Sin embargo, la academia tiene derecho de expedir títulos de maestros a los literatos célebres aunque no hubiesen tomado parte en ninguno de los concursos.[4]

Las flores desde entonces son cuatro: un amaranto de oro, una violeta, una zarzarosa y una caléndula de plata; y el que por tres veces gana las primeras flores, obtiene el título de maestro.[3]

Descripción

En 1355 se publicaron los estatutos que regían las obligaciones de los mantenedores o individuos de la compañía de la gaya ciencia, condiciones del certamen y ceremonia, entre otros datos, en forma de rimas. El concurso no era para todos por igual, impidiendo la participación en él de los judíos, sarracenos, blasfemos, excomulgados y hombres de mal vivir. [3]

Las composiciones destinadas al concurso se debían de enviarse a la secretaria de la academia antes del 15 de febrero, escribiéndose en ellas un epígrafe que servirá de contraseña sus autores. Los nombres de estos se consignarían solamente en el registro del secretario perpetuo. [4]

Estas fiestas se celebraban con gran pompa y solemnidad, donde participaba toda la población y se cumplía con las disposiciones testamentadas por Isaura al inicio de los juegos florales. Desde las horas de la mañana se exponían las flores de oro y plata sobre el altar mayor de la iglesia parroquial; se adorna la estatua de Clemencia Isaura con guirnaldas y rosas; y la entrada del capitolio se adornan con festones de verdura cubriéndose igualmente de hojas y flores el zaguán y la escalera que conducen a la galería de los ilustres.

A las tres de la tarde se le habría la galería al público, y se inicia con el elogio público de Clemencia Isaura. Este elogio público se renueva todos los años desde 1527, se hacía primeramente en Latín; pero desde que se erigieron los juegos florales en academia se adoptó con preferencia la lengua francesa.

Luego se buscaban las flores, seguidos de una escolta militar; las mismas eran entregadas de las manos de un cura que les dirige unas palabras análoga a aquella piadosa ceremonia, luego se llevan a donde están los autores premiados, cuyas obras son leídas por ellos mismos o por los maestros.

Repercusión en la época

Tanta celebridad llegaron a alcanzar estas fiestas, que en 1388, Juan I rey de Aragón pidió a Carlos VI de Francia, permiso para llamar a su corte a los poetas del Languedoe, y a fin de celebrar en ellas juegos parecidos a los suyos, ofreciendo premios y recompensas a los de reconocidos méritos. Enrique de Villena describe cómo se llevó a cabo en su libro Arte de trovar.

Actualidad

Desde 1971 el evento poético lleva el nombre de Juegos florales Clemencia Isaura, y es un reconocimiento literario de gran importancia.

Referencias

  1. Fulgores de Yungay, revista cultural del colegio FOE,
  2. El Liceo de Granada: revista quincenal de ciencias, literatura y artes, Vol.3. 1871, p.146
  3. 3,0 3,1 3,2 Idem -p.147
  4. 4,0 4,1 De Paula Mellado, Francisco. Enciclopedia moderna: diccionario universal de literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y comercio, Vol.19. Establecimiento Tipográfico de Mellado, 1853. p.702-703