Julio Zenón Acosta Espinosa

Julio
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NombreJulio Zenón Acosta Espinosa
Nacimiento8 de mayo de 1912
Bayamo, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento9 de febrero de 1957
Alto de Espinosa, Sierra Maestra.
NacionalidadCubana
Hijos9 hijos
PadresFrancisca Acosta y Ernesto Espinosa
Julio Zenón Acosta Espinosa. Fue de los primeros hombres que se incorporaron a las Fuerzas Rebeldes de Fidel Castro. Murió con el grado de primer teniente en 1957.

Síntesis biográfica

Julio Zenón Acosta Espinosa, nació el 8 de mayo de 1912 en Bejuquero, barrio de Julia. Sus padres, Francisca Acosta y Ernesto Espinosa, personas humildes de la zona, quienes no pudieron brindarle a Julio ninguna facilidad para el estudio, pues eran sumamente pobres. Después de joven comenzó a trabajar en el campo. Mantenía relaciones extramaritales con Eliodora Cabrera, con la cual tuvo 9 hijos. Fue de los primeros hombres que se incorporaron a las Fuerzas Rebeldes de Fidel Castro. Murió con el grado de Primer Teniente de Altos de Espinosa (hoy municipio Bartolomé Masó), el 9 de febrero de 1957, en un combate sostenido con fuerzas del Ejército de la Tiranía Batistiana.

El Comandante Ernesto Guevara, en su libro “Pasajes de la Guerra Revolucionaria”, escribe en varios párrafos sobre Julio Zenón lo siguiente:

“…Para mi fue muy dura la marcha, pues tuve un ataque de paludismo y fueron el “guajiro” Crespo y el inolvidable compañero Julio Zenón Acosta los que ayudaron a recorrer una jornada angustiosa”
´´…Uno de los que más insistía en la teoría de la iluminación era un guajiro analfabeto de 45 años a quien ya me he referido, Julio Zenón Acosta. Fue mi primer alumno en la Sierra; estaba haciendo esfuerzos por alfabetizarlo y en los lugares donde nos detuvimos le iba enseñando las primeras letras; estábamos en la etapa de identificar la A y la O, la E y la I. Con mucho empeño, sin considerar los años pasados sino lo que quedaba por hacer, Julio Zenón se había dado a la tarea de alfabetizarse.
Quizás este ejemplo este año pudiera servir a muchos campesinos, compañeros de él de aquella zona en la época de la guerra o a aquellos que conozcan su historia. Porque Julio Zenón Acosta fue otra de las grandes ayudas de aquel momento y era el hombre incansable, conocedor de la zona, el que siempre ayudaba al compañero en desgracias o al compañero de la ciudad, que todavía no tenía la suficiente fuerza para salir de atollador; era el que traía el agua de la lejana aguada, el que hacía el fuego rápido, el que encontraba la cueva necesaria para encender el fuego un día de lluvias, era, en fin, el hombre orquesta de aquellos tiempos…´´
´´…El día 9 de febrero de 1957, Ciro Frías y Luís Crespo salieron a las habituales exploraciones en busca de alimentos y todo estaba tranquilo, cuando, a las de la mañana, un muchacho

Campesino llamado Labrada, recientemente incorporado, capturó a una persona que estaba cerca del lugar, resulto ser pariente de Crescencio y dependiente de la tienda de Celestino donde estaba la tropa de Casilla. Nos informó que había ciento cuarenta soldados en esa casa, y efectivamente, desde nuestra posición se les podía ver un alto pelado, a lo lejos. Además el prisionero indicó que había hablado con Eutimio y que este le había dicho que al día siguiente sería bombardeada esa zona.

Las tropas de Casilla se movían sin que se les pudiera precisar el rumbo en que lo hacían. Fidel entró en sospecha¸ y la rara conducta de Eutimio había llegado a nuestra conciencia y empezaban las especulaciones, a la 1:30 p.m. Fidel decidió dejar ese lugar y subimos a la punta de la loma, donde esperamos a los compañeros que habían ido a explorar. Al poco rato llego Ciro Frías y Luís Crespo, no habían visto nada extraño, todo era normal. Estábamos en esa conversación cuando Ciro Redondo creyó haber visto algunas sombras moviéndose, pidió silencio y monto su fusil. En ese momento sonó un disparo y luego una descarga. Inmediatamente el cielo se llenó de descargas y explosiones provocadas por el ataque concentrado sobre el lugar donde habíamos acampado anteriormente.
El campo quedó rápidamente vació; después me entere de que Julio Zenón Acosta había quedado para siempre en lo Alto de la Loma. El guajiro inculto, el guajiro analfabeto que había sabido comprender las tareas enormes que tendría la Revolución después del triunfo y que se estaba preparando desde las primeras letras para ello, no podría acabar su labor. Los demás salimos dispersos, la mochila que era mi orgullo, llena de medicamentos, de alguna comida de reserva, de libros y de mantas, quedó en el lugar. Alcancé a sacar una manta del ejército batistiano, trofeo de la Plata, y salí corriendo con ella… “

Julio Zenón Acosta, supo ganarse la estimación, el aprecio y el respeto de sus compañeros, ofrendando su vida por la Revolución el 9 de febrero de 1957 en Alto de Espinosa, Sierra Maestra.

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