Justo Sierra O'Reilly

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Justo Sierra O'Reilly
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Estatua del Dr. Justo Sierra O'Reilly en el Paseo de Montejo, en Mérida, Yucatán
NombreJusto Sierra O'Reilly
Nacimiento12 de septiembre de 1814
Tixcacaltuyub, Yaxcabá, Yucatán, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Fallecimiento3 de noviembre de 1861
Mérida, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
NacionalidadMexicana
CiudadaníaMexicana
OcupaciónEscritor, periodista y político
CónyugeConcepción Méndez Echazarreta
HijosJusto Sierra Méndez
Obras destacadas"El Filibustero"
"Un año en el Hospital de San Lázaro"
"La Hija de Judío"

Justo Sierra O'Reilly. Escritor, novelista, historiador y jurisconsulto mexicano, padre del educador Justo Sierra Méndez, del poeta Santiago y del político Manuel José.

Síntesis biográfica

Nació en el pueblo de Tixcacal-Tuyú, Yucatán, el 12 de septiembre de 1814. Terminó sus estudios de Derecho en el Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México en 1838. Obtuvo el Doctorado en 1839 en la Universidad Literaria de Yucatán. En 1842 se casó con doña Concepción Méndez Echazarreta, hija del gobernador de Yucatán don Santiago Méndez Ibarra. Reconocido como el erudito más importante de la península de Yucatán en su tiempo, es considerado como el padre de la novela histórica en México.

En 1841 procuró, sin mucho éxito, organizar la alianza de los estados de Yucatán y Tabasco contra el centralismo de Antonio López de Santa Anna y fue dos veces diputado al Congreso de la Unión, la segunda vez en 1857, cargo este último que no llegó a ocupar.

En septiembre de 1847, ante la amenaza de la insurrección maya, viajó a los Estados Unidos de América en busca de ayuda para salvar a la población blanca de la península. De esta experiencia nació su libro "Diario de nuestro viaje a los Estados Unidos" (publicado por Héctor Pérez Martínez en 1938) que le dedicó a su esposa. En la carátula del primer libro de este Diario dice Sierra:

"escríbolo de orden de mi esposa y en testimonio del fino amor que le profeso".

Estando en esta misión, nació en Campeche su hijo Justo en 1848.

Don Justo, conjuntó una gran biblioteca y documentos históricos, que fueron parcialmente destruidos cuando su casa de Campeche fue asaltada en agosto de 1857.

Trayectoria literaria

Siguiendo su vocación literaria fue director de los periódicos culturales "El Museo Yucateco", (1841-1842) y el "Registro Yucateco", (1845-1849), impresos en Campeche y del periódico noticioso y mercantil "El Fénix", (1848-1851), así como de "La Unión Liberal", (1855-1857). Condujó en 1841 la redacción del "Espíritu del Siglo", organo del partido mendista. Escribió también novelas históricas por entregas como: "El Filibustero", (1841), "Un año en el Hospital de San Lázaro", (1845-1846) y "La Hija de Judío", (1848-1849).

Es autor de leyendas como "La Tía Mariana" que trata asuntos de piraterías (1841) y de crónicas de viajes como: "Impresiones de un viaje a los Estados Unidos de América y al Canadá" (1851), así como de otros estudios históricos, entre ellos "Los Indios de Yucatán", (1857).

En otros campos escribió también unas "Lecciones de Derecho Marítimo Internacional" (1855) y tradujo al español el famoso libro de John Lloyd Stephens, "Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatan".

Redactó el "Proyecto de un Código Civil Mexicano" (1859-1860) por encargo del gobierno liberal de don Benito Juárez entonces establecido en Veracruz. Este fue su último gran trabajo y lo hizo ya enfermo de muerte.

Se le considera como perteneciente a la escuela romántica pero con características peculiares, con fuertes matices realistas y muy cuidadoso de la verdad histórica en sus novelas. Hernán Lara Zavala afirma que se inició en el genero de la novela histórica leyendo a Sir Walter Scott, Bulwer Lytton y Víctor Hugo.

Dice de él Ermilo Abreu Gómez:

"Su desvío hacia la historia tiene, pues, una significación trascendente: no es mera obediencia a la moda, es también una necesidad de su espíritu"... "Es, pues, el doctor Sierra un romántico incompleto... Pero, el hecho de que sea incompleto, no quiere decir que también sea impuro ni menos que sea mediocre...".

Antonio Castro Leal va más allá:

"La novela de Sierra O'Reilly es, no sólo ejemplo supremo de la novela de folletín en México, sino una de las que pintan mejor las intrigas y los sobresaltos de nuestra época colonial". Por su parte el profesor Ralph E. Warner dice: "son contados los novelistas románticos mexicanos que pueden competir con el yucateco en la habilidad para mantener el interés de los lectores en la acción de sus novelas".

Ludwig Nolte Blanquet dice de él:

"Impresiones de un viaje a los Estados Unidos de América y al Canadá" es un importante y casi desconocido material ... Este es un tema de gran actualidad en el globalizado mundo de hoy, como nos lo muestra claramente el nuevo interés por la literatura de viajes. El mexicano Justo Sierra O'Reilly es pues, no sólo un novelista y periodista, sino también un investigador social."

Unos pequeños fragmentos de su obra ayudarán a conocerlo mejor :

En el "Museo Yucateco", tomo segundo, narrando graciosamente las peripecias de ese viaje en las diligencias que acababan de establecerse (1841): viajes "en los que los huesos sufren más que los músculos"... Los coches en efecto, dice, "son magníficos, fuertes, cómodos y construidos con el mayor esmero, lujo y elegancia; los caballos son vigorosos, robustos, jóvenes y bien tratados; las postas están muy proporcionalmente distribuidas para la carrera; los cocheros son hábiles y diestros en el manejo de las riendas, pues para desterrar cualquier viso de preocupación que pudiera existir en algunos jóvenes los empresarios mismos suelen echarse encima esta penosa y recia carga, que no deja de ser fatigante y a veces peligrosa".

"Pero el camino es verdaderamente infernal, no todo él, sino el trozo corto que media entre Campeche y el pueblo de Tenabo. A veces las piedras se hallan tan multiplicadas y erizadas, que el menor efecto que causan, es obligarlo a uno a hacer gestos y visajes tan raros, que provocan la risa del más grave y circunspecto viajero...".

Muerte

Después de concluir el trabajo sobre el "Código Civil", murió en Mérida, el 3 de noviembre de 1861, víctima de la lepra, enfermedad que padeció por varios años.

Premios y reconocimientos

La Legislatura de Campeche, en el año de 1873, lo declaró Benemérito del Estado, ordenando que fuera inscrito su nombre en letras de oro.

En 1906, se le levantó un monumento, con una estatua de bronce, a su memoria en el Paseo de Montejo de la ciudad de Mérida, el mismo que fue inaugurado por su hijo don Justo Sierra Méndez y en presencia de su otro hijo Manuel José. La estatua, fue obra del escultor catalán Hondenden y previamente la modeló en barro el artista mexicano Jesús Contreras.

Fuentes