Jutos

Jutos
Información sobre la plantilla
Jutos(migración).jpg
Concepto:Originarios de Jutlandia, hoy Dinamarca, los jutos, pertenecieron a los pueblos bárbaros, considerados así por los romanos, según su criterio por sus costumbres primitivas y vivir fuera de los límites del imperio romano.

Jutos. Originarios de Jutlandia, hoy Dinamarca, los jutos, pertenecieron a los pueblos bárbaros, considerados así por los romanos, según su criterio por sus costumbres primitivas y vivir fuera de los límites del imperio romano. Bárbaro significaba extranjero. El origen de los jutos puede encontrarse en los eudoses, que vivían al norte de la actual península de Jutlandia y en los eotenas.

Ubicación geográfica

Los jutos eran germanos, y compartían el territorio con algunos pueblos vecinos, de similar origen. Al norte de ellos, se ubicaban los danios, que dieron origen al pueblo danés. Por el sur se instalaron los sajones, y al este de éstos, los anglos. En las islas del este se constituyó el asentamiento de los frisios.

Primeros pobladores de Jutlandia

Los jutos se encuentran entre los primeros pueblos germánicos en ocupar territorio de la actual Dinamarca. El origen de los jutos puede encontrarse en los eudoses, que vivían al norte de la actual península de Jutlandia, y en los eotenas, cuyo contacto con los frisios y daneses serían de gran importancia para la creación de la cultura, la mitología y la identidad danesa en los primeros tiempos.

Los jutos realizaron grandes migraciones entre los siglos III y VIII y se dirigieron hacia las bocas del río Rin. Allí participaron en incontables batallas que forman parte de las invasiones germánicas al territorio inglés.

Llegada a Britania

Britania era una provincia romana, donde la cultura de este pueblo no se impuso por completo, salvo en algunas áreas urbanas. Los sajones habían siempre intentado pero en vano, detenidos por las flotas romanas penetrar a la Britania por el este. Pero el siglo V se mostraba más proclive a la invasión, ya que las fuerzas romanas habían emigrado para defender la metrópoli de otras invasiones. La pequeña población de celtas eran los que dominaban el espacio rural, con poca fuerza debido a su escaso número y falta de cohesión. Esta situación fue aprovechada por los jutos y sus vecinos, que cruzaron el canal de la Mancha y emprendieron una guerra contra los celtas que se defendieron con bravura, pero debieron refugiarse en Gales e Irlanda.

Historia de los Anglos, Sajones y Jutos

Britania no había sufrido una romanización tan intensa como las Galias o Hispania, por lo cual, la partida en 406 del grueso de los ejércitos romanos en el contexto de la usurpación de Constantino III, no supuso una desarticulación tan visible de las estructuras sociales o políticas, dado que se asistió a una rápida y nada traumática reasunción del poder por parte de los reyes indígenas.

A diferencia de lo que ocurría en el continente, el mayor peligro al que se enfrentaban estos reyes indígenas no eran tanto los germanos, como fundamentalmente los pictos y escotos provenientes de la actual Escocia, a donde, quizás, habrían llegado desde Irlanda. Es por esto que jefes celtas como Vortigerno, se verían obligados a llamar en su ayuda a contingentes germanos, formados por anglos, sajones y jutos.

Así, la conquista anglosajona tuvo dos etapas: Hacia el siglo V los invasores se instalan en las regiones orientales de Britania y en pequeños grupos, mientras los bretones o britanos controlan el resto. Sin embargo, desde finales del siglo VI y durante el siglo VII, los anglosajones presionan hacia el sur y el oeste, ocupando Bath en 577 o Devon en 650, empujando a la población celta hacia el Oeste (Gales) y al norte del Muro Adriano (Lothian y Clyde). No habiendo llegado como un pueblo, sino como simples bandas de guerreros, los anglosajones se dividirán en diversos reinos liderados por un jefe militar, al modo de los lombardos. Así, surgirán diversos reinos, como los de Kent, Essex, Sussex, Wessex, Anglia Oriental, Mercia y Northumbria, lo que se conoce como la heptarquía anglosajona.

La llegada de nuevas oleadas migratorias germánicas, la inexistencia de otros poderes fuertes que pudieran aniquilarles, la progresiva cristianización y el hecho de que la Iglesia dotara a estos reinos de un modelo organizativo sólido, contribuirá a la consolidación de una Britania anglosajona hasta que en el siglo XI Guillermo de Normandía conquistara la isla.

Véase también

Fuentes