La Piedad

La Piedad
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Obra Arquitectónica  |  (Escultura)
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La famosa estatua La Piedad se conserva en la basílica de San Pedro en Roma y es una de las primeras obras esculpidas por Miguel Ángel.
Descripción
Tipo:Escultura
Estilo:Arte renacentista
Localización:Basílica de San Pedro del Vaticano, Roma
Datos de su construcción
Inicio:Agosto de 1498
Otros datos
Arquitecto(s):Miguel Ángel

La Piedad. También conocida como Pietà, es una de las obras más conocidas del genio Miguel Ángel. Éste la esculpió con tan sólo 24 años entre el agosto de 1498 y el de 1499 como respuesta a un encargo hecho por el cardenal francés Jean Bilhères de Lagraulas.

Características

La Piedad, en comparación con los de fecha más reciente, es menos espiritual, pero también es maravillosa. Está unánimemente considerada una de las más grandes obras del arte occidental producida nunca. Los dos personajes principales son extremadamente suaves, a diferencia de la base, que parece ser más bien gruesamente esculpida.

Es una obra realizada en un único bloque de mármol de Carrara a finales del siglo XV, que marca los principios generales de la escultura de la primera etapa del artista, dentro del más puro clasicismo. Miguel Ángel conoce las estatuas antiguas a través de la colección particular de Lorenzo de Medici, y se deja influir por su espíritu. Se trata de la única obra que firmó, apareciendo grabado en la cinta que lleva María “Miguel Ángel Bounarroti, florentino, me hizo”. Se puede ver en la Basílica de San Pedro en Roma.

La estructura piramidal es visible, con el manto de la Madre que se ensancha hacia la base y las piernas para armonizar mejor con ella, el cuerpo horizontal de Cristo. El vestido y el paño contribuyen a proporcionar una plataforma sólida para esculturas complejas. Su posición en la iconografía será aprobada primero por los artistas flamencos, que establecen que la madre lleva en su seno al Hijo.

Ésta es la única obra firmada por el autor ya que, molesto por las voces y la creencia popular de que este trabajo había sido hecho por un artista lombardo, decidió firmar el cinturón que sujetaba su vestido (”Angelus Bonarotus faciebat Florentino”). El hecho de que la Madonna tiene una cara muy joven ha causado no poco revuelo en el tiempo, pero Miguel Ángel hábilmente defendió que sugiere el concepto de “la castidad, la santidad y la incorruptibilidad de preservar la juventud”.

Miguel Ángel se interesa principalmente en el aspecto simbólico de todos: se representa a María como joven cuando concibió a Cristo, y el gesto demostrativo de su mano izquierda parece decir al mundo que la esperábamos. Esta escultura está diseñada para ser vista desde el frente, porque si se mira de un lado una buena parte se comprime, aunque sólo ligeramente, y pasando del centro se pierden los detalles (la definición de los músculos, etc.).

Detalles de la imagen

'La Piedad. Miguel Ángel Buonarroti. 1498-1499'

Material: Miguel Ángel eligió él mismo el bloque de mármol que iba a usar de las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana. El bloque tenía que ser el correcto, ya que la escultura está realizada con uno sólo, no varios unidos.

Técnica: Una de las cosas más llamativas es la técnica escultórica que Miguel Ángel usaba. Según él, la propia Naturaleza de la escultura estaba en el interior del bloque de piedra. El artista unicamente la sacaba a la luz, con paciencia y detallismo.

Armonía: Algo que caracteriza al arte renacentista y a Miguel Ángel es la armonía. Así, por ejemplo hay un contraste armonioso entre el brazo caído de Jesús y el brazo derecho de la Virgen. Otro rasgo armonioso es la diferencia entre el tratamiento de claroscuros de pliegues del vestido con la piel de Jesús, lisa. El último contraste son los ejes vertical y horizontal de las dos figuras.

Virgen: El rostro de la Virgen es el de una niña, joven y pura. Miguel Ángel es consciente que la diferencia de edad entre el Cristo muerto y su madre es demasiado evidente. Lo que se pretende hacer no es un retrato realista, sino idealizar la figura de la Virgen llena de pureza y juventud.

Sfumatto: Una técnica escultórica muy usada en el Renacimiento fue el sfumato. En este caso se ve en la forma de representar los músculas, que están como difuminados en la superficie marmólea.

Dolor: Miguel Ángel presenta un cuerpo muerto sin rasgos de sangre ni dolor. Después del Calvario, lo muestra con la dignidad del hijo de Dios. Por eso, se retoma la idea del retrato idealizado, no se pretende un retrato realista del dolor.

Cinta: Miguel Ángel realizó esta escultura con 24 años. De ahí que los críticos fueran suspicaces a la hora de su autoría. Miguel Ángel, con gran carácter, discutió con ellos y grabó con el cincel su nombre en la cinta que porta la Virgen. Por ello, la Piedad es la única escultura firmada por el artista.

Composición: En el Renacimiento, el arte estaba supeditado en gran medida a las formas geométricas, como esenciales y puras. Aquí, la composición se engloba en un triángulo desde la cabeza de la Virgen hasta la base más ancha del conjunto. No hay que olvidar la relación entre el triángulo y la divinidad.

Descripción de la obra

La composición del grupo escultórico dibuja una estructura piramidal, equilibrada, expresando tranquilidad, como marcaban las premisas neoplatónicas. El triángulo viene marcado actuando de vértice la cabeza de María y de base la del grupo escultórico. Cabe aquí recordar que entre todas las formas geométricas, el triángulo y el círculo son las preferidas para representar la divinidad.

Los cuerpos tienen un tratamiento diferente, ya que el de Jesús aparece con un cuidado estudio anatómico que muestra el perfecto conocimiento que el artista tenía de los recursos expresivos propios de su oficio, llegando a plasmar un cuerpo en el que no se esculpen las huellas del inmenso sufrimiento que soportó Jesús antes de morir, mientras que el de María aparece totalmente cubierto por los gruesos ropajes que dejan adivinar una musculatura y proporciones en principio superiores a las que corresponderían a su rostro, valorando esas grandes anatomías tan del gusto del artista.

El tratamiento del manto, cincelado con grandes cavidades, provoca contrastes de luz y sombra que realzan el valor plástico de la obra. Precisamente los rostros muestran una belleza idealizada en el sentido neoplatónico, ya que vemos que María es más joven que su hijo, lo cual no es sino un recurso para mostrarla “Eternamente Virgen”.

Técnicamente es perfecta en rostros anatomías, telas. El acabado con abrasivos consigue dotar a las superficies de luz que, al resbalar resalta la belleza formal y material de la obra. Para Miguel Ángel lo primordial en su obra es el reconocimiento de la grandeza del ser humano como humanista convencido que es y, en ésta nos refleja unos sentimientos contenidos, con rostros muy hermosos, sin gestos que los descompongan.

María aparece contenida, dejando que su profundo dolor quede dentro de ella, sin mostrarlo hacia fuera, es un dolor interno, como de aceptación del mismo. Esa es la idea que el artista quiere trasmitir, de ahí el tratamiento de mito.


Fuentes