La Sociedad Pro-Arte Musical. Testimonio de su tiempo (libro)

La Sociedad Pro-Arte Musical. Testimonio de su tiempo
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Título originalLa Sociedad Pro-Arte Musical. Testimonio de su tiempo
Editorial:Ediciones La Memoria
PaísCuba
PremiosPremio Memoria 2007


La Sociedad Pro-Arte Musical. Testimonio de su tiempo. Libro imprescindible para conocer una institución cultural cubana nacida en La Habana durante la segunda década del siglo XX, donde la mujer tuvo un destacado protagonismo.

Sinopsis

Este libro nos propone rescatar la memoria de una institución cultural cubana que nació en la capital habanera durante la segunda década del siglo XX: la Sociedad Pro-Arte Musical, organizada y dirigida por mujeres que tuvieron un destacado protagonismo en su época. Ellas fundaron escuelas de ballet, guitarra y declamación –de donde surgieron figuras claves para el posterior desarrollo de estas disciplinas en el ámbito artístico y pedagógico de la nación–, publicaron una prestigiosa revista y construyeron un teatro propio de condiciones acústicas excepcionales, que acogió a reconocidos artistas tanto nacionales como internacionales y propició que se nos conceptuara como plaza artística de primer nivel en América. En estas páginas, resultado de una larga investigación y múltiples entrevistas, el lector encontrará los testimonios de nombres destacados de nuestra cultura, muchos de ellos testigos del quehacer de la institución.

Datos del autor

Irina Pacheco Valera (San Antonio de los Baños, 1973) Historiadora, profesora e investigadora. Graduada en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y en la Universidad de La Habana. Master en Ciencias por el Centro de Referencia de Educación Avanzada (CREA) en la CUJAE. Ha publicado trabajos en revistas nacionales e internacionales y ha dictado ponencias en instituciones académicas cubanas y en eventos de carácter internacional. Recibió Mención en el Concurso de Ensayo 2007 de la revista Temas en la modalidad artístico-literaria. Directora y guionista del documental Luces y sombras. Labora como profesora e investigadora en el Departamento de Estudios Cubanos del Instituto Superior de Arte.

Criterios sobre la obra

Jorge Smith Mesa, periodista cubano:

" En el volumen, basado fundamentalmente en los recuerdos, se evidencia un cuidadoso análisis de la época con el fin de no “contaminar” las vivencias. Coexisten en estas páginas material fotográfico y contribuciones del patrimonio familiar de los actuantes, intertextualidad con criterios de estudiosos y ensayistas, citas de publicaciones y una comprobación bibliográfica y documental para satisfacer precisiones. Uno de los grandes méritos del texto es “la gente”, los participantes; dentro de este contexto las féminas juegan un rol indiscutible en su lucha denodada contra las limitaciones de la época que les tocó vivir. En este proceso se muestran sus ideas estéticas y pondera la capacidad y el coraje de estas al transgredir el canon de sus circunstancias históricas.”

Alicia Conde, periodista cubana:

" La existencia de la Sociedad Pro-Arte Musical con su Auditorium y su revista ayudó en este sentido al engrandecimiento de la nación y fueron mujeres sus protagonistas, como lo fueron en gran medida de la educación cubana de los primeros 50 años del siglo XX. Rememórese el colegio de María Luisa Dols, los textos pedagógicos de Ana Echegoyen y el llamado de Aurelia Castillo a la necesidad histórica de la formación del sexo femenino en su artículo publicado en 1918 “Mujeres antes que hombres”. Una vez más, para suerte de la historia de Cuba, se visibiliza la mujer y la pervivencia de un ideal.”

Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.

" El libro es un ejemplo de esfuerzo, de investigación, de trabajo, de rigor, pero también es la documentación y el testimonio sobre otros esfuerzos enormes, mayores, sin duda, que han ocurrido durante la historia de la cultura cubana, puede verse como documento e incluso como homenaje. Ese es el caso del testimonio referido a Alicia Alonso, quien hablando de una gira importante que hacía el Ballet y de los esfuerzos titánicos que aquello significaba para las bailarinas y de los resultados que ello iba a significar, como vemos hoy, en la historia del Ballet Nacional de Cuba para la cultura cubana, decidió aceptar un préstamo, por las condiciones difíciles que viene narrando la historia, proveniente de un rico industrial local, dejando en garantía una joya para ella inapreciable que le había donado el pueblo de Cuba en 1957, con motivo del primer homenaje nacional que se le rindió en su patria. Ante las objeciones de algunos amigos por su decisión de desprenderse de algo tan preciado, Alicia exclamó. “¡La rescataremos cuando llegue el éxito económico, pero si la perdiera, siento que ganando prestigio por medio de nuestro arte para nuestra patria compenso a nuestro pueblo, le devuelvo lo que me dio; lo que hay es que ganar ese prestigio!”.”

Fuentes