La sombra de Fausto

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La sombra de Fausto
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Autor(a)(es)(as)Fito Rodríguez
Editorial:Editorial Arte y Literatura, La Habana, Cuba, 2008
GéneroNovela
Edición2004
ISBNISBN 978-959-03-0444-6
PaísBandera de Cuba Cuba

La Sombra de Fausto. Es una enigmática novela donde se entrelazan la historia, la bibliografía, y el pensamiento, trata inteligentemente como a través de una extensa carta y una cámara se narra una historia que atrapa al lector y lo obliga a reflexionar sobre el papel de la ciencia y su lugar en la sociedad.

Resumen

Los hermanos Elhuyar descubren el wolframio y a partir de ese momento su hallazgo provoca intriga y ambiciones peligrosas por la importancia en la aplicación de este mineral para objetivos bélicos. Siglos después, en el presente, un universitario de un país escandinavo, recibe como herencia, una carta escrita por Juan José Elhuyar a su hermano «Fausto» y resucitan los misterios. Los riesgos que habían quedado en el pasado.

Hay algo de enigmático en esta obra, porque ciertamente es una novela, aunque con ricos aspectos bibliográficos, históricos y de pensamiento de Fito Rodríguez. Precisamente eso que tiene de enigmático es lo que la acredita como una novela, aunque muchas de sus páginas, leídas fuera de su contexto novelesco, suenan al lenguaje propio de los libros teóricos o de los ensayos sobre lingüística o sobre sociología. Abriendo el libro al azar por tal o cual página, y sin noticia previa del personaje, podría creerse que no se está leyendo una novela, sino que este interesante agonista, entonces ignorado, y que es o figura ser una especie de lapón descolocado, llámenlos así, y definitivamente errático, podría parecer, se dice, por su modo de escribir y por las cosas que dice, y por su estilo no literario, que él es el autor no novelesco de un libro entre teórico y bibliográfico, que sería el que tienen en las manos. A fin de cuentas, la personalidad del mismo Fito Rodríguez se sobrepone en cierto modo a lo imaginario de su personaje. Pero leyendo las partes narrativas es cuando se alza el enigma de qué es lo ficticio y qué lo histórico en la historia que llega a la lectura.

¿Y qué piensa Fausto –o, al menos, el Fausto de Goethe- en esta narración que se acoge al amparo de su vocación? Pues no se trata tan sólo de que uno de los hermanos Elhuyar, sobre cuya vida y trabajos y vicisitudes versa la mitad del proceso narrativo, la que sucede en el siglo XVIII, se llamara efectivamente «Fausto», o de que el lapón del relato actual –comienzo de siglo XXI- se llame «Werther», sino de que la narración de este «Werther» Fito Rodríguez evoca el espíritu «fáustico» de aquella época, que el narrador pinta con estos trazos: elogio de la juventud, romanticismo, recurso al suicidio, ilustración, modernidad.

La evocación trae a la memoria la compleja imagen de aquel tiempo de luces, cuando tanto se activaron también, con los de la razón, los mecanismos del deseo de conocer la realidad de la naturaleza, y se descubrieron leyes y minerales, secretos y pájaros, plantas medicinales y bellas flores, y ello en el marco de sociedades de estudiosos, creadas para ello. Que fue cuando el gaditano José Celestino descubrió la quinina a efectos terapéuticos e hizo en América, con base en Colombia, su gran Expedición Botánica, o cuando los vascos Fausto y Juan José Elhuyar descubrieron el wolframio –o tungsteno-, a efectos que resultaron ser sobre todo militares: para el blindaje de los aceros en las guerras. Fito Rodríguez recurre acertadamente a procedimientos narrativos muy queridos y usados en y a partir del romanticismo: los que podrían llamar «memoriales», en los que la novela toma la forma de unas memorias, y los «epistolares», en los que la novela es estructuralmente una colección de cartas.

Los dos planos históricos, con dos siglos de diferencia, que el autor presenta, se ligan también con un procedimiento caro a aquellas narrativas muy desarrolladas en los siglos XIX y XX: una carta del siglo XVIII llega a manos de un lector del siglo XX-XXI. –Es eso, o son también los manuscritos encontrados en una botella o en Zaragoza: Es una voz que llega del pasado, aquí la de Juan José Elhuyar, que entonces le escribe una larga carta a su hermano Fausto, del que está lejos; carta que llega, por una herencia paternal, a las manos del buen lapón ¿Es o no es una novela?-.

Todo lo demás es, efectivamente, la trama de esta obra, que incide en lo enigmático, y transfigura, sí, unas ideas en una confabulación narrativa. Sobre nosotros, como sobre los lectores de muchas narrativas actuales, giran también los fantasmas de una sociedad secreta, que aquí es la masonería, innominada sin embargo por Juan José. Esta sociedad tuvo, como se sabe, una gran influencia en los ilustrados de la época y, por ello, en los hechos históricos; es, en ese sentido, un enigma verificado por los estudiosos. En realidad, los datos no controlables se refieren a algunas de las ideas aquí expresadas y a algunos de los presuntos hechos aquí narrados por el lapón «Werther» -¿O sea, por Fito Rodríguez?–. Pero es evidente la relación cómplice que hubo en el marco del triángulo invisible que formaron la Masonería, la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País y el Real Seminario de Vergara -que fue la sede del descubrimiento del tungsteno-; y cierta la paradoja de que al menos algunas Reales Sociedades de Amigos del País operarán, como lo hicieron, bajo la influencia de masonería, contra la monarquía española y, en definitiva, por la liberación de sus colonias. Pueden anotar, por ejemplo, que varios científicos del equipo de Celestino Mutis en Colombia terminaron sus vidas fusilados por los españoles. -¿Y quiénes y porqué mataron a Juan José? ¿Eso entra o no en el campo de lo enigmático?-.

El misterio es una buena materia de lectura, y el pensamiento que lo acompañe un necesario ingrediente para que un enigma no se quede en una mera curiosidad anecdótica. Pero, ¿cómo es este relato? El buen lapón trata de vender la correspondencia que ha heredado de su padre, y ocurre… lo que el lector verá si lee esta «sombra de Fausto». Esto es ciertamente una novela, y destripar una obra de arte es pecado mortal.

Alfonso Sastre. Hondarribia, 2005.

Índice

  • A manera de Prólogo
  • Novela que es un ensayo \ pág. 7
  • La sombra de fausto \ pág. 11
  • Definiré la casa de mi padre \ pág. 13
  • Fausto II. Ia parte\ pág. 17
  • Hyvää Päivaäá \ pág. 21
  • En Osaa Puhua Suomea \ pág. 27
  • Nei, pa venstre siden \ pág. 37
  • Riksmal o Landsmal \ pág. 45
  • Mita kuuluu? \ pág. 53
  • Um olhar sobre educaçao e cultura \ pág. 161
  • It is worth skating at this point that… \ pág. 72
  • El pacto mefistofélico \ pág. 84
  • Hemeroteca \ pág. 100

Sobre el autor

Fito Rodríguez (Victoria, 1955). Es Licenciado en Filosofía y Letras (1978) y doctor en Ciencias de la Educación (1988). Trabaja como profesor de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación del País Vasco desde 1981. Ha publicado monografías académicas y ensayos literarios en distintos idiomas, pero su lengua habitual es la euskara. En castellano han visto la luz: Construir o destruir naciones (Besatari, 1999). El IRA y la Paz en Irlanda (Hiru, 1999). La novela que se pone a disposición del lector fue publicada originalmente como Faustoren Itzala (2004) por la Editorial Utriusque Vasconiae.

Fuentes