Suerte

La Suerte
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¿Sueñas con tener suerte?

La suerte es buscada por todos. El ser humano desearía tener suerte en la vida, en el amor, en los negocios, en los juegos o en las apuestas. Todos, con muy pocas excepciones, soñamos despiertos con esa dama escurridiza que pareciera estar aguardándonos con una mirada llena de promesas a la vuelta de cada esquina, siempre delante de nosotros, siempre inalcanzable.

Qué es tener suerte

¿Qué es la suerte? ¿Existe? ¿Es casual e impredecible? ¿Todos podemos tener las mismas posibilidades de alcanzarla? ¿Hay maneras para potenciar la suerte personal? Generalmente la suerte es considerada un sinónimo de la buena fortuna. Se dice que tener suerte significa ser afortunado. Sin embargo, también se dice que la suerte se produce de manera azarosa o que depende del azar, el cual a su vez es sinónimo de casualidad o de algo que se produce de manera imprevista, sin designios, propósitos previos o una aparente intervención individual. En virtud de las creencias populares, se considera que la suerte proviene de una cadena de eventos fortuitos, casuales o no predecibles, que ocurren sin causas aparentes o son provocados sin que el individuo intervenga de forma alguna. Sin embargo, también se dice que todos los eventos ocurren bajo circunstancias causales, sin que el protagonista de tales eventos esté consciente de las causas exactas o la cadena de eventos que pudieron haber propiciado los sucesos (inclusive, sin saber si él mismo fue el causante de ello).

Tu actitud personal también influye

En otro orden de ideas, es obvio que una disposición personal positiva influye bastante en la búsqueda del éxito. El uso de factores como fuerza interior, confianza en sí mismo, actitud mental, emoción, intuición y hasta la superstición, pueden repercutir favorablemente sobre las posibilidades que cada cual disponga para hacer uso del factor suerte.

¿La suerte se puede alcanzar por medio del uso de facultades mentales, intuitivas o con el uso de amuletos? ¿Cuál es la verdad? Para entender cómo lidiar con el factor suerte, apelaremos a los postulados numerológicos enunciados en páginas anteriores.

Tu suerte está definida por tu destino

Cuando nace un ser humano, las energías presentes en el momento de su nacimiento caracterizan y determinan su Destino como una inevitable sucesión de eventos relacionados con su aprendizaje principal. Tal aprendizaje no puede ser cambiado pues está determinado por una fecha de nacimiento imposible de modificar, pero sí puede ser conocido de antemano ya que cada dígito de Destino vibra con determinadas posibilidades, incluyendo el factor suerte para ese específico Destino.

Tipos de suerte

De lo anterior se desprende que pudieran existir varios tipos de suerte, según sea el aprendizaje de cada cual. La palabra suerte no implica necesariamente ganar dinero de forma fortuita. Sinónimos de suerte pudieran ser, por ejemplo: Encontrar “casualmente” a un amigo que estábamos tratando de localizar hace tiempo para solucionar algo de nuestro interés. Recibir una palabra de aliento o una ayuda concreta por parte de alguien muy querido, en un momento de crisis personal. Ser convidados a almorzar “justamente” cuando nos encontrábamos en la calle sin un solo centavo en el bolsillo. Lograr una venta importante “justamente” cuando ya habíamos perdido las esperanzas de juntar una determinada cantidad de dinero para pagar una deuda apremiante. Conseguir el empleo que habíamos soñado, gracias a la intervención de un buen amigo. Ser convidado a realizar un viaje durante nuestra época de vacaciones y con todos los gastos pagados, a pesar de no tener dinero ni esperanzas para conseguirlo.

Las casualidades no existen

El Destino de cada cual trae grabadas todas las tendencias y posibilidades acordes al aprendizaje que se viene a vivir. En tal sentido, no existen las casualidades. La suerte de cada cual está condicionada y por tanto, debemos entender que puedan haber limitaciones para obtener ciertos “beneficios” que no estén contemplados en el plan individual.

Conocer el propio Destino es como poseer un mapa de carreteras con todos los detalles del viaje a realizar. Saber esos detalles es de gran ayuda para llegar bien y a tiempo, pues nos permite escoger el mejor camino posible. Si llegamos a conocer nuestra propia suerte, podemos usar ese conocimiento para arriesgarnos en determinados momentos y aprovechar las oportunidades. ¿Sin ese conocimiento previo tú estarías en condiciones de identificar el tipo de suerte que te corresponde en esta vida?

Conociendo nuestra propia suerte

La suerte, sea del tipo que sea, no es casual e impredecible. Por estar sujeta a las mismas leyes que gobiernan el ritmo del Universo, la suerte varía cíclicamente y por ende, puede predecirse. Así mismo, está estrechamente vinculada a las características vibratorias del ciclo temporal que estemos viviendo y su potencialidad depende justamente de la afinidad vibratoria que tengamos con cada ciclo. Conociendo las condiciones que regulan nuestra suerte durante cada oportunidad en que pudiéramos disponer de ella, podríamos tomar ventaja sin correr mayores riesgos.

Fuente

http://www.38uh.com/html/suerte.html