Lenguaje

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El lenguaje como proceso comunicativo
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Concepto:Actividad humana que nace con el hombre.

Lenguaje. (del provenzal lenguatge1 y este del latín lingua) Sistema de comunicación estructurado para el que existe un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales. Existen contextos tanto naturales como artificiales.

Desde un punto de vista más amplio, el lenguaje indica una característica común al hombre y a los otros animales (animales no simbólicos) para expresar sus experiencias y comunicarlas a otros mediante el uso de símbolos, señales y sonidos registrados por los órganos de los sentidos. El ser humano emplea un lenguaje complejo que se expresa con secuencias sonoras y signos gráficos. Por su parte, los animales se comunican a través de signos sonoros, olfativos y corporales que en muchos casos distan de ser sencillos.

Generalidades

El lenguaje humano se basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos lingüísticos (usualmente secuencias sonoras, pero también gestos y señas, así como signos gráficos). Principalmente, lo hacemos utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje. En cuanto a su desarrollo, el lenguaje humano puede estudiarse desde dos puntos de vista complementarios: la ontogenia y la filogenia. La primera analiza el proceso por el cual el ser humano adquiere el lenguaje, mientras que la segunda se encarga de estudiar la evolución histórica de una lengua. El lenguaje animal se basa en el uso de señales visuales, sonoras y olfativas, a modo de signos, para señalar a un referente o un significado diferente de dichas señales. Dentro del lenguaje animal están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas, etc.

Los lenguajes formales son construcciones artificiales humanas que se usan en matemática y otras disciplinas formales, incluyendo lenguajes de programación. Estas construcciones tienen estructuras internas que comparten con el lenguaje humano natural, por lo que pueden ser en parte analizados con los mismos conceptos que éste.

Aunque el antropocentrismo casi hasta finales de s. XX establecía taxativamente una diferencia absoluta entre el lenguaje humano y el de los antes llamados «animales irracionales», la acumulación de gran cantidad de estudios (especialmente ethológicos) demuestra que muchos animales no humanos, especialmente con áreas cerebrales córticales muy o bastante desarrolladas (bonobos, chimpancés y otros primates, así como cetáceos -especialmente delfinidos-, aves -especialmente loros, cuervos, palomas, elefantes, perros, gatos, equinos etc. poseén lenguajes bastante más complejos (y más cercanos al humano) que el supuesto por Pávlov y los reflejos condicionados o los conductistas anglosajones que todo lo reducían las actividades psíquicas a un mero circuito reflejo mecanicista de estímulo-respuesta. En rigor Pávlov no era tan mecanicista pero suponía al lenguaje de los animales no humanos como correspondiente a un primer sistema de señales (basado principalmente en el estimulo respuesta tras la reiteración de un estímulo que se asocia una "recompensa" [que implica al circuito de premio-recompensa) o a la ausencia de la misma que genera un hábito o habitus) mientras que para el ser humano Pávlov supone un segundo sistema de señales que es un salto cualitativo respecto al primero y que es el lenguaje humano que es heurístico al estar abierto respecto al ciclo de estímulo-respuesta.

Concepciones filosóficas

El lenguaje humano es un sistema de medios materiales: sonidos, ademanes, palabras y combinaciones regulares de éstas en forma de proposiciones, mediante el cual los hombres se relacionan e intercambian sus ideas. El lenguaje es un fenómeno social que nació de la necesidad que sintieron los hombres de comunicarse sus ideas en el curso del trabajo. Sin el lenguaje, la producción social y la sociedad misma serían imposibles. Una vez surgido, el lenguaje es relativamente independiente y posee leyes específicas que se diferencian de las del pensamiento. Por eso no existe identidad entre el concepto y la palabra, entre el juicio y la proposición, etc. Además, el lenguaje constituye un determinado sistema, una “estructura”, con su organización interna, sin la cual es imposible comprender la naturaleza y el sentido del signo de lenguaje

El lenguaje es un fenómeno social, surge en el curso del desarrollo de la producción social y constituye su aspecto necesario como medio de coordinación de la actividad de los hombres y de cada individuo. Por su base fisiológica, el lenguaje desempeña la función del segundo sistema de señales.

El lenguaje está estrechamente ligado al pensamiento y registra y fija en las palabras y en las proposiciones los resultados del trabajo mental, los progresos del hombre en el dominio del conocimiento, y hace posible el intercambio de ideas en la sociedad humana. Marx y Engels definieron el lenguaje como la realidad inmediata del pensamiento, como la conciencia real, práctica. El lenguaje ha desempeñado un papel de primer plano en la evolución del hombre y del pensamiento. Uno de los caracteres específicos importantes del conocimiento humano, que lo distingue de la actividad psíquica de los animales, es la palabra, el lenguaje, que permite crear las nociones y las categorías científicas, formular las leyes de la ciencia y, con ello, penetrar la esencia de los fenómenos. Sin el lenguaje, el pensamiento humano no podría ni existir ni desarrollarse. Los idealistas separan la conciencia del lenguaje, a fin de presentar la conciencia como algo independiente de la materia. Pero de hecho, sólo el lenguaje permite a la conciencia, al pensamiento, reflejar la realidad objetiva. El lenguaje es la “materia natural” del pensamiento. Sólo los idealistas son capaces de separar el pensamiento de esta “materia natural”, el pensamiento, del lenguaje.

Por su propia naturaleza, el lenguaje no tiene carácter de clase, sino que sirve al conjunto de la sociedad, como medio de comunicación entre los hombres, cualquiera sea la clase a la que pertenezcan. El lenguaje es, en cierto modo, indiferente a las clases; pero las clases están lejos de ser indiferentes al lenguaje. Ellas se afanan por utilizarlo en interés propio, en imponerle su propio léxico, sus términos particulares y sus expresiones particulares. De ahí los dialectos y las jergas “de clase”. Pero no se puede considerar estas jergas como idiomas, puesto que no poseen fondo léxico esencial ni sistema gramatical propio.

Es preciso distinguir en cada idioma lo que se llama el fondo léxico esencial y el sistema gramatical, que forman la base del lenguaje. El conjunto de todas las palabras existentes, constituye el vocabulario del idioma. La parte principal del vocabulario está formada por el fondo léxico esencial cuyo núcleo está constituido por todas las palabras radicales. El fondo léxico esencial es muy estable y se mantiene durante mucho tiempo. El grado de evolución y de riqueza de un idioma está determinado por la riqueza y la variación de su vocabulario.

Confundir lenguaje y superestructura, es cometer un grave error. Contrariamente a la superestructura que está ligada a la producción indirectamente, por intermedio de la base, el lenguaje está ligado a la producción de una manera directa, y no sólo a la producción, sino a cualquier otra actividad humana. De este modo, el vocabulario de un idioma se halla en estado de transformación casi ininterrumpida. La gramática es un conjunto de reglas sobre las variaciones de las palabras y sus combinaciones en la proposición. Gracias a la gramática, el lenguaje reviste al pensamiento humano de una envoltura lingüística material. El sistema gramatical de un idioma cambia con más lentitud aun, que su fondo léxico esencial. La base del sistema gramatical subsiste durante un período muy largo de tiempo, pues puede servir a la sociedad durante varias épocas. El idioma evoluciona constantemente, pero su evolución se distingue de la de la base y la superestructura. El desarrollo del idioma es ajeno a todo pasaje brusco de una cualidad a otra: su especificidad lo impide. El paso de una cualidad antigua del idioma a una nueva es acompañado no por una explosión o destrucción “brusca” del viejo idioma y la constitución de uno nuevo, sino por la extinción gradual de los elementos de la cualidad antigua y el desarrollo de los elementos de la cualidad nueva.

Las leyes de la evolución del idioma son objetivas. Las hay que son comunes a todas las lenguas, por ejemplo, la ley de la acumulación gradual de los elementos de la cualidad nueva y de la extinción gradual de los elementos de la antigua. Al mismo tiempo, cada idioma posee sus leyes internas que le son específicas y que permanecen vigentes durante un lapso de tiempo más o menos largo, valederas por un período histórico determinado. Las leyes comunes y particulares del desarrollo de las lenguas se hallan vinculadas entre sí no obstante su diferencia.

Triunfo del Socialismo

Es preciso saber distinguir la evolución y la acción recíproca de los idiomas en una sociedad antagónica y en una sociedad como la que existirá después de la victoria del socialismo en escala mundial. Antes del triunfo del socialismo en el mundo entero, mientras las clases explotadoras constituyen la fuerza dominante y la opresión nacional y la desconfianza recíproca entre las naciones existen todavía, el entrecruzamiento de los idiomas desemboca en la victoria de uno sobre otro. El entrecruzamiento no desemboca en la formación de un idioma nuevo, en un tercer idioma, sino en la victoria de uno y la derrota del otro, que desaparece. La evolución del idioma en la época posterior a la victoria del socialismo en escala mundial, obedecerá a otras leyes. La ausencia de clases explotadoras, de naciones oprimidas y naciones opresoras, el acercamiento y la colaboración entre las naciones, la abolición de la política tendiente a ahogar y a asimilar los idiomas, todo ello tendrá como consecuencia el enriquecimiento mutuo de centenares de lenguas nacionales que darán nacimiento a otras zonales, que, a su vez, se irán fusionando en una sola lengua internacional formada por los mejores elementos de las nacionales y zonales.

Veáse también

Fuentes