Leonardo Torres Quevedo

Leonardo Torres Quevedo
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Nacimiento28 de diciembre de 1852
Santa Cruz del Valle de Iguña, Bandera de España España
Fallecimiento18 de diciembre de 1936
MadridBandera de España
ResidenciaBandera de España
OcupaciónInvestigador
TítuloAeronáutica, automática, ingeniería y matemática.
CónyugeSilveria Fañanás García

Leonardo Torres Quevedo. Ingeniero español, matemático y físico excepcional. Auténtico precursor del cálculo automático, inventó máquinas capaces de resolver cualquier ecuación algebraica que obtenían los módulos y argumentos de sus raíces imaginarias. Construyó también un autómata jugador de ajedrez y fue uno de los primeros científicos en usar las ondas hercianas para dirigir maniobras a distancia.

Diseñó un dirigible que reunía las propiedades de los más rígidos y las de los más flexibles, e instaló junto a las cataratas del Niágara un transbordador funicular aéreo, de una longitud de 580 m, en el que la eventual rotura de alguno de los cables no alteraba la tensión de los otros. Es considerado un Inventor, científico y tecnólogo, ingeniero de Caminos, precursor de la Automática y de la Informática

Datos Biográficos

Nació en Santa Cruz del Valle de Iguña, 1852 . En 1868 concluyó estos estudios en el Instituto de Enseñanza Media de Bilbao, y a continuación pasó dos años en París en el colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana. En 1870 su familia se trasladó a Madrid, y Leonardo, a su vuelta de París, regresó a las orillas del Nervión, donde se alojó en casa de unos parientes: las señoritas Barrenechea.

El afecto que le tenían constituye un dato fundamental en su vida, puesto que al morir le legaron toda su fortuna -de considerables dimensiones- lo que hizo posible que Leonardo no tuviera que preocuparse por la propia supervivencia. Además, este hecho dotó al inventor de una "libertad" de trabajo y pensamiento que le permitió prescindir de instituciones gubernamentales e investigar lo que en cada momento le apetecía. En 1871, instalado ya en Madrid, ingresó en la Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos.

Profesión

En 1876, terminó sus estudios y comenzó a ejercer su profesión, dedicándose a trabajos ferroviarios durante unos meses. En 1887, patentó un sistema de camino funicular aéreo de alambres múltiples. La principal innovación de Torres Quevedo, la constituye el hecho de lograr un coeficiente de seguridad apto para el transporte de personas sin apenas riesgo.

Liberando un punto fijo de apoyo del cable por el que discurre la barquilla y sustituyéndolo por una polea con pesos, logró que la tensión en dichos cables fuera la que él deseaba (puesto que dependía del peso que se colocara y que además fuera uniforme a lo largo de todo el trayecto; y como los cables eran múltiples, en caso de rotura de uno de ellos la tensión se distribuía equitativamente entre el resto.

Principales investigaciones

En 1889 se trasladó de nuevo a Madrid para simultanear estudios matemáticos, [[física|físicos] y técnicos con tertulias culturales de todo tipo. Un año después presentó en Suiza el proyecto de su transbordador, pero fue rechazado. Este desprecio a su genialidad originó que el inventor dejara momentáneamente de lado su invento y pasara a centrarse en lo que Eduardo Saavedra calificó como "suceso extraordinario en la producción científica española": su Memoria sobre las Máquinas Algébricas, presentada en 1893 en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Además de la solución teórica al problema de la construcción de las relaciones algébricas, Torres Quevedo construyó también varias máquinas de calcular. Fue a partir de este momento cuando alcanzó el éxito, del que no se separó el resto de su vida.

En 1901 ingresó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, y en este mismo año el Gobierno español creó el Laboratorio de Mecánica Aplicada (después de Automática) y lo puso a disposición de Torres Quevedo. A partir de este momento, comenzó a diversificar sus investigaciones, quizá alentado por la creación del Laboratorio.

Dirigible

En 1902 presentó en las Academias de Ciencias de Madrid y de París una memoria con anteproyecto de globo dirigible. La actividad de Torres Quevedo en el campo de la aeronáutica merece también atención, puesto que logró inventar y diseñar lo que más tarde se conoció como globo dirigible semirrígido o dirigible T.Q. En la época existían dos tipos de dirigibles: los rígidos, compuestos de un armazón metálico cubierto de tela y lleno de gas; y los flexibles, que carecían de armazón alguno.

Los primeros se construyeron fundamentalmente en Alemania, y fueron conocidos con el nombre de su inventor, Zeppelin. Su gran problema lo provocaban las limitaciones que imponía su rigidez, puesto que además del riesgo de accidente en vuelo, al más mínimo roce con un obstáculo, eran necesarias grandes infraestructuras en tierra para guardarles, ocultarles, o maniobrar con ellos.

La solución a la que llega Torres Quevedo en su dirigible semirrígido demuestra de nuevo su gran cualificación como matemático y físico. El dirigible que concibe tiene en el interior del globo una "armadura flexible" destinada a impedir que se deforme por causa del peso de los aeronautas, motores y lastres, pero constituida únicamente por telas o cuerdas que se mantienen tirantes por efecto de la presión del gas que lleva el globo, lo que permite que pueda ser deshinchado en tierra y reducir su volumen. De este modo, los inconvenientes de uno y otro sistema existente (rígido y flexible) quedan obviados.

Telekino

A la vez que estaba investigando el problema de los dirigibles, y con el fin de no arriesgar vidas humanas en pruebas y experimentaciones en vuelo, Torres Quevedo desarrolla una de sus ideas más brillantes, prácticamente imprescindible en nuestro mundo cotidiano: el Telekino o primer aparato del mundo de radiodirección a distancia. En septiembre de 1903 patenta en España este aparato con el título de: "Un sistema denominado Telekine para gobernar a distancia un movimiento mecánico".

Cada señal de onda hertziana hace avanzar un paso a una rueda en el telekine; según el número de señales recibidas mediante un conmutador, se actúa en un circuito determinado y se efectúa la maniobra correspondiente. El telekine posee un mecanismo de contacto retrasado del conmutador para que pueda recibir la orden completa, automatismo de vuelta a la posición inicial del conmutador y dispositivo de seguridad que paraliza el motor si se produce avería o no se reciben señales durante un determinado tiempo, para evitar de este modo la pérdida del aparato dirigido. El hoy tan popular "mando a distancia" es, básicamente, un invento de Torres Quevedo.

Investigaciones en el campo de la automática

En 1912, inaugura un nuevo campo de la ciencia al iniciar sus primeros experimentos en el campo de la automática, la cibernética y la computación, que quedan definidos en su primer Autómata Ajedrecista, el primer jugador de ajedrez automático del mundo. Éste constituye, básicamente, un primer ordenador capaz de procesar información y actuar en consecuencia, todo ello a partir de estímulos eléctricos controlados mediante relés. En el ajedrecista se ejecutaba el mate de rey-torre contra rey inevitablemente, fuese cual fuese los movimientos del contrario humano, y estaba previsto, incluso, la posibilidad de que se tratase de "engañar" al autómata.

En la década de 1910 y 1920 va a continuar con sus experimentos en el nuevo campo de la automática, que él ha creado, para terminar por convertirse en el padre de la informática actual. En 1914 escribe sus Ensayos sobre automática, donde se adelanta en treinta años a las primeras disquisiciones inglesas, americanas o alemanas, sobre la analogía mente-máquina y sobre los primeros ordenadores. En 1920 construye un segundo ajedrecista autómata mejorado.

Además de los ajedrecistas, inventa, diseña y construye el Aritmómetro electromecánico, una máquina de calcular que suma, resta, multiplica y divide, gobernada a distancia por medio de una máquina de escribir ordinaria dotada de contactos eléctricos y provista de un dispositivo para escribir automáticamente los resultados. Posee memoria electromecánica y un coordinador o cerebro automático. Con esta máquina, por primera vez en el mundo se lograba la memoria artificial. Torres Quevedo dejó numerosos escritos de alta calidad técnica, además de las memorias descriptivas de sus múltiples patentes, españolas y extranjeras.

Muerte

Muere en Madrid, en plena Guerra Civil el 18 de diciembre de 1936, le faltaban 10 días para cumplir 84 años.

Premios y reconocimientos

  • Se le concede la Medalla Echegaray de manos de Alfonso XIII. 1916
  • Rechaza el cargo de Ministro de Fomento. 1918
  • Ingresa en la Real Academia Española sustituyendo a Benito Pérez Galdós. 1920
  • Es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de la Sorbona. 1922

Fuente