Linfoma de Burkitt

Linfoma de Burkitt
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Concepto:El linfoma de Burkitt o leucemia de células de Burkitt es una rara forma de cáncer del sistema linfático asociado principalmente a linfocitos B que afecta predominantemente a gente joven, descrita más frecuentemente en África central, aunque también lo ha sido en otras áreas del mundo.

Linfoma de Burkitt o leucemia de células de Burkitt es una rara forma de cáncer del sistema linfático asociado principalmente a linfocitos B que afecta predominantemente a gente joven, descrita más frecuentemente en África central, aunque también lo ha sido en otras áreas del mundo. La forma vista en África parece estar asociada con la infección del virus de Epstein Barr, aunque el mecanismo patogénico es desconocido. El epónimo proviene del cirujano Denis Parsons Burkitt quien, trabajando en el África ecuatorial, describió la enfermedad en 1956.

Etiología

El linfoma de Burkitt resulta de una característica translocación cromosómica que afecta al gen Myc. Una translocación cromosómica significa que el cromosoma se ha roto, lo que permite su unión con otras partes cromosómicas. En el linfoma de Burkitt afecta al cromosoma 8 (locus del gen Myc), lo que cambia el patrón de expresión del Mycgen alterando su función natural de control en el crecimiento y proliferación celular. La variante más frecuente produce una traslocación del cromosoma 8 al 14—t(8;14)(q24;q32)—[1] mientras que otras variantes incluyen traslocaciones a otros cromosomas—t(2;8)(p12;q24) y t(8;22)(q24;q11). Se ha identificado también una traslocación mucho menos frecuente entre tres cromosomas, t(8;14;18). Este tipo de tumor primero fue descubierto en niños en ciertas partes de África, pero también se presenta en los Estados Unidos. El tipo africano del linfoma de Burkitt está estrechamente asociado con el virus Epstein-Barr (VEBVEB), la principal causa de mononucleosis infecciosa, mientras que la forma norteamericana de este linfoma no está ligada a este virus. La mayoría de los casos de linfoma de Burkitt se observan en hombres.

Clasificación

El linfoma de Burkitt se clasifica en tres variantes clínicas:

  • Variante endémica: Ocurre en el África ecuatorial, es la malignidad más frecuente entre niños de esa región del mundo. Los pequeños afectados con la enfermedad por lo general también tienen una infección crónica de [[malaria] que se cree es la razón por la que se ha reducido la resistencia al virus del Epstein-Barr. La enfermedad tiende a afectar a la mandibula y otros huesos faciales, el íleon distal, el ciego, los ovarios, el riñón y la mama femenina.
  • Variante esporádica del linfoma de Burkitt o la no-africana: Se localiza fuera de África. Las células tumorales tienen una apariencia similar a la del linfoma de Burkitt clásica o endémica e igualmente se cree que la inmunidad deficiente provee un punto de entrada para una infección con el virus de Epstein-Barr. Los linfomas no-Hodgkin, que incluyen al linfoma de Burkitt's, constituyen entre el 30-50% de los linfomas de la niñez. En comparación con la variante endémica, la quijada no se ve afectada, sino que es más común ver la región ileo-cecal más involucrada.
  • Asociada a inmunodeficiencia: En especial por el VIH o por un transplante o un paciente que esté recibiendo medicamentos inmunosupresores son los afectados. De hecho, el linfoma de Burkitt tiende a ser la primera manifestación del sida y es frecuente en países occidentales.

Morfológicamente es virtualmente imposible distinguir estas tres variantes clínicas. El linfoma de Burkitt asociado a la inmunodeficiencia puede verse con una apariencia más plasmática o con más pleomorfismo, aunque estas no son características específicas.

Síntomas

El linfoma de Burkitt se puede notar inicialmente como una inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, la ingle, debajo de la mandíbula o por debajo del brazo. Con frecuencia, estos ganglios linfáticos inflamados son indoloros, pero pueden crecer muy rápidamente. En los tipos más comunes que se observan en los Estados Unidos, el cáncer generalmente comienza en el área abdominal. La enfermedad también puede iniciarse en los ovarios, los testículos, el cerebro y el líquido cefalorraquídeo.

Los síntomas abarcan:

  • Ganglios que crecen juntos para formar un tumor.
  • Ganglios insensibles.
  • Rápido crecimiento de ganglios linfáticos.
  • Inexplicable inflamación de ganglios linfáticos.

Diagnóstico

Tratamiento

La quimioterapia se utiliza para tratar este tipo de cáncer, con medicamentos de uso común como prednisona, ciclofosfamida, ifosfamida, vincristina, citarabina, doxorubicina, Metotrexato y etopósido.

Eficacia del tratamiento

Hasta hace poco tiempo se pensaba que todos los pacientes con este tipo de linfoma tenían un pronóstico muy pobre. Sin embargo, el uso de protocolos (planes de tratamiento) intensivos de quimioterapia, similares a los utilizados para la leucemia linfoblástica aguda, ha mejorado en forma importante el pronóstico para pacientes con linfoma de Burkitt. El tratamiento del linfoma de Burkitt supone regímenes de poliquimioterapia agresiva. El agente más importante para el tratamiento del linfoma de Burkitt es la ciclofosfamida. Los actuales protocolos incluyen la combinación de ciclofosfamida, vincristina, metotrexato y prednisona. La quimioterapia a dosis altas con trasplante de células madre de médula ósea o de sangre periférica es una alternativa para los pacientes de alto riesgo, así como para los que tienen un linfoma recurrente después del tratamiento. Esta poliquimioterapia, después de haber sido utilizada en tratamientos a niños, ha sido empleada con gran éxito en pacientes adultos, con el 70% de pacientes libres de la enfermedad después de cinco años. El pronóstico es mejor cuando puede resecarse el tumor abdominal voluminoso. Los pacientes que han sufrido un linfoma de Burkitt tienen entre un 20% y un 30% de probabilidad de sufrir algún tipo de efecto secundario en el sistema nervioso central durante el resto de su vida. Por tanto, es importante seguir una profilaxis del mismo con quimioterapia intratecal (metotrexato con corticoides). También se han descrito tratamientos con radioterapia de irradiación total, y trasplante de médula ósea o células madre autólogo (el trasplante alogénico es mencionado raramente). Uno de los protocolos que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de linfomas de Burkitt es el protocolo HyperCVAD, publicado en agosto de 1999. Se ofrece su traducción completa, así como una descripción detallada de los fármacos y citostáticos empleados.

Después del tratamiento

Por lo general, cada 3 meses durante el primer año y después menos frecuentemente en forma gradual, se realiza una historia médica general (entrevista) y un examen físico. Este examen incluye, especialmente, una evaluación cuidadosa del tamaño y consistencia de los ganglios linfáticos. La selección de otros estudios y pruebas dependen del tipo, localización y etapa del linfoma. Si están afectados ganglios linfáticos internos u otros órganos internos, se utilizará un TAC para medir el tamaño de las masas tumorales. De igual forma, ciertos tipos de pruebas de sangre serán de utilidad para detectar la recaída del linfoma.

Fuentes

  • Sociedad Americana contra el Cáncer.
  • El manual Merck, 9ª edición. Harcourt Brace, Mosby/Doyma. Barcelona, 1994.
  • Fundación para la Investigación de Linfomas Americana.
  • Centro Nacional para la Información Biotecnológica.
  • Bierman PJ, Harris N, Armitage JO. Non-Hodgkin’s lymphoma. In Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007.