Lourdes Eizméndiz Vega

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Lourdes Eizméndiz Vega
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NombreLourdes Juliana Eizméndiz Vega
Nacimiento19 de junio de 1941
distrito de La Víbora,
ciudad de La Habana,
Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento5 de septiembre de 1967 (26 años) 
1 km al sureste del aeropuerto internacional de Gander,[1]
cerca de la villa de Gander,
isla de Terranova
provincia de
Terranova y Labrador,
Canadá Bandera de Canadá
Causa de la muerteaccidente de aviación[1]

Lourdes Juliana Eizméndiz Vega (La Habana, 19 de junio de 1941 - isla de Terranova, 5 de septiembre de 1967) fue una revolucionaria cubana que se ganó su condición de Vanguardia de la Juventud Cubana respondiendo presente a las tareas de la Revolución cubana y reafirmando así aun más su carácter socialista.

Síntesis biográfica

Nació en la clínica Nuestra Señora de Lourdes, en La Víbora (La Habana). Fue la tercera y última hija de Celia Vega González (tabaquera, de Cienfuegos) y de Ángel Eizmendiz Pérez (tabaquero, de La Habana), que residían en Calabazar.[2]

Estudios realizados

Sus primeros estudios los realizó en la escuela primaria Ignacio Agramonte. En 1953 pasó a la escuela superior en Santiago de las Vegas, no pudiendo terminar estos estudios por la situación económica que afrontaba la familia.

Se incorporó al trabajo en la fábrica de envases Julio Trigo. Después del triunfo de la Revolución cubana (enero de 1959) ingresó a las filas de Jóvenes Rebeldes y se incorporó a la campaña nacional de alfabetización. Partió a la provincia agramontina al central Noel Fernández, donde alfabetizó a varios campesinos en la colonia La Esperanza, dejando al partir gratos recuerdo por su carácter afable y siempre alegre.

Fue promovida para cuadro y pasó a la escuela política de Santa Cruz del Norte. Ingresó a la UJC en el año 1962. Por sus condiciones y su actitud ejemplares ocupó durante tres años la responsabilidad en el frente de guía de pioneros de la UJC regional.

Posteriormente fue seleccionada para pasar a la Escuela de Instrucción Revolucionaria (EIR) y al terminar esta continuó su anterior labor.

Se casó con un joven revolucionario. De ahí pasó a la Escuela Nacional de Guías de Pioneros, para luego ocupar la responsabilidad de subdirectora de la Escuela Provincial para Guías de Pioneros, de donde fue promovida nuevamente para trabajar en la Comisión Provincial de la UJC.

Viaje con niños pioneros a Bulgaria

Por su labor destacada y actitud revolucionaria fue elegida simultáneamente para presidir la delegación que iría a Bulgaria con un grupo de cinco niños pioneros o para integrar la caravana de ejemplares que partiría a Viet Nam. Decidió tomar la primera opción. Estaba embarazada.

Los pioneros con los que viajó fueron:[2]

  • Elena Fuentes López (14), niña pionera de Baracoa (provincia de Guantánamo).
  • Raquel Teresa González (12), niña pionera de Bayamo (provincia de Granma).
  • Marlenis Labrada Méndez (13) niña pionera de Contramaestre (provincia de Santiago de Cuba).
  • Daniel Llosa Preval (14), niño pionero del municipio de Niceto Pérez (en la provincia de Guantánamo).
  • Mario Serrano Borrero (14) niño pionero de El Cobre (provincia de Santiago de Cuba).

Muerte

Después de 15 días de actividades con resultados satisfactorios, Lourdes Eisméndiz y sus pioneros abordaron el avión en Praga (Checoslovaquia) de regreso a La Habana. En él viajaba también el compositor de boleros Giraldo Piloto (38), del dúo Piloto y Vera.

El vuelo hizo una escala en el aeropuerto internacional de Shannon (en Irlanda), cruzó el Atlántico e hizo la segunda y última escala en el aeropuerto internacional de Gander, un pueblito en la nórdica isla de Terranova (Canadá) para el suministro de combustible y una revisión técnica.[1]

Informan que todo está bien y podrían continuar el viaje. A las 2:40 hora local (1:10 hora de Cuba) el avión despega, pero con demasiado poco ángulo de ascenso.[1]

La mayor altitud ―alcanzada al final de la pista― fue de 40 metros. Era una noche oscura y la zona de ascenso inicial después de pasar la pista estaba desprovista de luces. El avión empezó a descender hasta golpear un cable eléctrico de un poste, e impactó en el suelo a una velocidad de 363 km/h. Se incendió y continuó arrastrándose por el piso hasta golpear contra un terraplén ferroviario, 1220 metros más allá del final de la pista. Quedó encima de las vías del tren.[1]

Las consecuencias de aquel accidente pudieron haber sido mayores, porque a esa misma hora pasaba un tren con cien pasajeros a bordo, que por suerte se atrasó ese día en la estación anterior, evitándose una catástrofe mayor.

Entre los sobrevivientes se encontraba un estudiante de la República Democrática Alemana que visitaba Cuba en un intercambio estudiantil.

Los familiares que esperaban el vuelo en el aeropuerto José Martí, en La Habana, fueron informados de que el avión se encontraba retrasado. Cuando se les dio personalmente la noticia ya la radio se encontraba dando parte.

El esposo de Lourdes Eisméndiz fue enviado a Canadá para identificar el cadáver, y pudo reconocerla por su ajustador negro de encaje y por el anillo de casamiento, que se encontraba en un pequeño nailon que los forenses habían atado al tobillo de la joven.

La embajada de Bulgaria hizo llegar a los familiares de cada niño y de Lourdes un álbum con fotografías y pinturas de las actividades realizadas por ellos en el Campamento Internacional.

Su amor a los niños y las responsabilidades que asumió, hacen que su ejemplo guíe a todos a continuar la labor que ella comenzó inspirados en las ideas del amor a la Patria.

Homenajes

Fuentes

  • Bibliografia tomada en la escuela primaria Lourdes Eizméndiz.