Luis Saíz Montes de Oca
Plantilla:Personaje histórico Luis Rodolfo Saíz Montes de Oca, (La Habana, 4 de noviembre de 1938 - San Juan y Martínez, 13 de agosto de 1957. Nueve días después de nacido se trasladó con sus padres a San Juan y Martínez, Pinar del Río, donde transcurrió su infancia y realizó los estudios elementales. En la convivencia con sus padres, Luis y su hermano contaron con un ambiente familiar de armonía y cariño, sustentado en valores de respeto, amor a las tradiciones patrias y una profunda vocación martiana. Disponían de una copiosa biblioteca que les permitiría profundizar en el estudio del pensamiento y la obra de José Martí.
Estudios y Política
A los 11 años Luis ingresó al Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Su trayectoria revolucionaria estuvo vinculada a la vida estudiantil. Desde muy joven mostró inquietudes políticas y se destacó por la rectitud de sus principios. En el curso 1953-54 fue electo vicepresidente de la Asociación de Estudiantes de San Juan y Martínez. Ya en esta etapa comienza a descollar por sus actividades revolucionarias, publica artículos en la prensa local y se destaca como orador en las manifestaciones estudiantiles. En 1954 escribe sus primeros cuentos y poemas.
En 1955 se gradúa de bachiller en Letras e ingresa a la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana. Fue electo Delegado de la Federación Estudiantil en su curso, donde demostró sus aptitudes como dirigente. Formó parte del Directorio Revolucionario, junto a José Antonio Echeverría, Fructuoso Rodríguez y Machaco Ameijeiras, entre otros valerosos jóvenes. En 1956, al decretarse el cierre de la Universidad, vuelve a San Juan y Martínez. Allí se incorpora al Movimiento 26 de Julio y contribuye notablemente al desarrollo de actividades clandestinas.
En 1957 fue nombrado coordinador municipal del movimiento en San Juan, responsabilidad que mantuvo hasta su muerte.
Muerte
El 13 de agosto, junto a su hermano, preparaba un grupo de acciones para celebrar el cumpleaños de Fidel. Al atardecer, en plena calle, ambos fueron asesinados por un esbirro a sueldo de la tiranía batistiana. Sus funerales constituyeron una multitudinaria manifestación de duelo popular.
La terrible noticia
La noticia llegó a la capital de Vueltabajo por vías diversas: viajeros que llegaban de San Juan y Martínez, choferes de ómnibus y de alquiler, llamadas telefónicas a Pinar del Río desde la meca del tabaco. De portal en portal, de esquina a esquina, casi en frase monocorde y telegráfica se escuchaba la noticia terrible: ¡mataron a Sergio y a Luisito! ¡Mataron a los hermanos Saíz, a los hijos del juez! Era agosto 13, martes, del año 1957.
Desde meses anteriores el país vivía bajo una ola de terror. El 13 de marzo había sido el ataque a Palacio. En abril 20 fue el cuádruple crimen de Humboldt No. 7; en mayo 28, la masacre del Corinthia; en junio 30, los asesinatos en Santiago de Cuba de Josué País, Floro Vistel y Salvador Pascual. Un mes después habían sido ultimados vilmente Frank País y Raúl Pujol.
Solo la indignación, la consternación y el estupor fueron testigos de aquellos segundos eternizados en nuestra memoria. La noticia, terrible, se confirmaba.
