Lupus de la laringe

Revisión del 23:47 16 abr 2019 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «<div align="justify">» por «»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Lupus de la laringe
Información sobre la plantilla
Lupus laríngeo gr3.jpg
Tipo clínico de tuberculosis
Región más común:Superficie laríngea de la epiglotis.
Forma de propagación:Se asocia con lesiones similares de la piel de la cara y de otros órganos adyacentes.

Lupus de la laringe. Se trata de un tipo clínico de tuberculosis que probablemente obedece a un aumento de la resistencia del huésped o a una disminución de la virulencia bacteriana.

Etiología

El germen causal es indiferenciable del bacilo tuberculoso. La afección laríngea suele asociarse con lesiones similares de la piel de la cara, del interior de la nariz o de la faringe. La Tuberculosis Pulmonar rara vez se asocia con esta enfermedad.

Anatomía patológica

La lesión histológica es la misma que se observa en la tuberculosis, sin embargo, se aprecia una menor tendencia de los tubérculos a la clasificación, los cuales, además, pueden presentar más fibrosis. Se hallan escasos bacilos tuberculosos en los tejidos y el esputo contiene bacilos acidorresistentes.

El lugar predilecto de localización de la laringe, es la porción anterior a los pliegues ariepiglóticos y la superficie laríngea de la epiglotis; la laringe posterior no se afecta. Las lesiones tienden a desarrollarse en fases y progresan, desde la formación del nódulo, hasta la ulceración y de aquí, a la fibrosis y la cicatriz.

Características

Como aspectos característicos de lesión precoz, se observan discretos nódulos diseminados, de coloración amarillenta rosada, en la epiglotis y los pliegues ariepiglóticos, estos nódulos tienden a unirse y formar ulceraciones superficiales recubiertas por un escaso exudado adherente. La pericondritis y la destrucción cartilaginosa pueden alcanzar la epiglotis. Existe una tendencia a la curación espontánea, con la formación de cicatrices y deformidades en el lugar de las deformaciones cicatrizadas.

En la fase final, no se advierte ninguna lesión en el reborde epiglótico y, en algunos casos, solo persiste un muñón cicatrizal de la epiglotis. La infiltración profunda de las falsas cuerdas, puede producir una tumefacción firme y persistente en estas regiones.

Manifestaciones clínicas

Los pacientes no presentan síntoma alguno y, a pesar de las ulceraciones epiglóticas, la enfermedad es típicamente indolora. Existe anestesia de las zonas afectas. Cabe sospechar el diagnóstico cuando se aprecian lesiones de lupus vulgar en la cara, nariz y faringe.

Diagnóstico

Es indicativo el hallazgo de lesiones o deformidades laríngeas típicas asociadas con lesiones similares de la faringe, nariz o cara. La inexistencia de enfermedad pulmonar, el hallazgo de gérmenes acidorresistentes y la formación de tubérculos en la biopsia, confirma el diagnóstico.

Están indicadas la laringoscopía y la biopsia para descartar el carcinoma u otras enfermedades granulomatosas.

Tratamiento

Como la enfermedad tiende a la curación espontánea y de hecho, en muchas ocasiones se observa por primera vez en la fase final, suele ser innecesario el tratamiento, sin embargo, la presencia de enfermedad activa, con la identificación del germen causal, parece constituir una indicación para la terapéutica antituberculosa.

Fuentes

  • J. J. Ballenger. Enfermedades de la nariz, garganta y oído. Tomo 1. Pág. 450. La Habana. Edición Revolucionaria. 1981.