Lydia Cabrera
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Lydia Cabrera Marcaida (1899–1991). Destacada etnóloga, investigadora y narradora cubana. Sus estudios sobre la presencia y huellas de la cultura africana en la Isla en sus aspectos lingüísticos y antropológicos son de ineludible consulta. Iniciada en el folklore afrocubano por Fernando Ortiz, el más importante etnólogo y antropólogo de Cuba
Sumario
Síntesis biográfica
Hija del historiador cubano Raimundo Cabrera y hermana de Ramiro, se educó en La Habana. Desde niña se sintió atraída por las leyendas y creencias mágicas de los negros. Fue iniciada en el folklore afrocubano por Fernando Ortiz.
En 1913 comenzó a escribir la crónica social de la revista Cuba y América bajo el seudónimo de Nena. En 1927 pasó a residir en París, en donde publicó, traducidos al francés por Francis de Miomandre, sus Contes nègres de Cuba (París, Gallimard, 1936), basados en relatos oídos de viva voz, que constituyen tanto un aporte al conocimiento del folclore negro como una recreación poética.
De regreso a Cuba continuó en esta labor que cada vez se fue alejando más de la ficción literaria para derivar hacia un estudio de la cultura afro-cubana, en sus aspectos lingüísticos y antropológicos.
Fue asesora de la Junta del Instituto Nacional de Cultura bajo la dictadura de Batista. Trabajos suyos fueron publicados en las revistas francesas Cahiers du Sud, Revue de Paris y Les Nouvelles Litteraires, y en las cubanas Revista Orígenes (1945-1954), Revista Bimestre Cubana (1947), Lyceum (1949), Lunes de Revolución, Bohemia.
Su libro Por qué... cuentos negros de Cuba fue también traducido al francés por Francis de Miomandre (París, Gallimard, 1954). En El Monte (1954) se dedica por completo a estudiar los orígenes de la Santería, nacida de la mezcla de las deidades de Yoruba con los santos católicos. Anago:Vocabulario Lucumi , es un estudio del lenguaje Lucumi y su adaptación al español.
En 1955 publicó su recopilación Refranes de negros viejos (La Habana, Eds. CR, 1955). Al triunfo de la Revolución cubana se marchó del país.
Resulta significativo que en sus primeros libros etnológicos, publicados entre 1954, 1958, comenzando con El Monte; la autora recoge los más importantes fundamentos antropológicos, religiosos y culturales del legado afrocubano. Para ello tiene que ganarse la confianza de sus informantes, los cuales guardan celosamente el secreto de sus rituales, mitos y costumbres. Por otra parte tuvo que desarrollar una profunda investigación de campo que la llevó a moverse por numerosos pueblos y ciudades, sobre todo de La Habana, Trinidad, Las Villas y Matanzas. Para ella, lo importante consistía en desentrañar "la huella profunda y viva que dejaron en esta isla, los conceptos mágicos y religiosos, las creencias y prácticas de los negros importados de África durante varios siglos de trata ininterrumpida".
Trayectoria académica
En su infancia no pudo ir a la escuela por problemas de enfermedad y en la casa es educada libremente por tutores. El bachillerato también transcurre en su hogar y posteriormente toma cursos de postgrado.
En 1927 viaja a París, estudia en l'École du Louvre en la que se gradúa tres años más tarde. Lydia comienza a investigar para sus escritos en 1928 y después de dos meses en Cuba regresa a París, y comienza a escribir cuentos negros, que aparecen publicados en Cahiers du Sud, Revue de Paris, y Les Nouvelles Littéraires. Estos son traducidos al francés, y la editoral Gallimard los publica en París, en 1936, bajo el nombre de Contes nègres de Cuba. En 1940, se publica a primera edición en español de Cuentos negros de Cuba. En 1930, en una visita que Federico García Lorca realizó a Cuba, Lydia condujo al poeta a una ceremonia secreta afro-cubana, fascinando a García Lorca.
Por su dedicación a su trabajo se ganó la confianza de los afrocubanos, lo que le permitió en 1950 recorrer todo el país y recopilar mucha información sobre rituales y mitos que eran conocidos por pocos, pues eran guardados como un gran tesoro por los ancianos negros. Todo esto contribuyó a lograr obras extraordinarios patrimonios de la literatura. Su libro "El Monte" es considerado por muchos una obra maestra, una especie de Biblia de las religiones afrocubanas, en el cual según su propia autora su mérito radica en que son los mismos negros de Cuba los que hacen este libro, sin mediar el filtro cientificista que pudo haber puesto la autora, es un libro desde los mismos negros, quizás en ello radique su importancia, la estructura a decir verdad es un poco regada, pero sin dudas es un viaje por las costumbres más arraigadas del pueblo cubano.
Sus relatos abordan diversos temas: el origen del universo africano, animales personificados, los dioses africanos, los animales y las plantas, su destino y quehacer en la vida.
Obras
• Cuentos negros de Cuba
• ¿Por qué? Cuentos negros de Cuba
• El Monte
• Refranes de negros viejos
• Anagó, vocabulario lucumí
• La sociedad secreta Abakuá, narrada por viejos adeptos.
• Otán Iyebiyé, las piedras preciosas.
• Ayapá: Cuentos de Jicotea
• La laguna sagrada de San Joaquín
• Yemayá y Ochún
• Anaforuana: ritual y símbolos de la iniciación en la sociedad secreta Abakuá
• Francisco y Francisca: chascarrillos de negros viejos
• Itinerarios del Insomnio: Trinidad de Cuba
• Reglas de Congo: Palo Monte Mayombe
• Koeko iyawó, aprende novicia: pequeño tratado de regla lucumí
• Cuentos para adultos, niños y retrasados mentales
• La Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje
• Páginas Sueltas
Revistas cubanas donde realizó sus publicaciones
- Orígenes 1945- 1954
- Revista Bimestre Cubana 1947
- Lyceum 1949
- Lunes de Revolución y Bohemia.
- En 1942 publicó una traducción suya de Cahier d'un retour au pays natal, de Aimé Césaire (Regreso al país natal), ilustrada con dibujos de Wifredo Lam.
Últimos años de su carrera
En 1960 se trasladó a los Estados Unidos. Allí, después de varios años sin escribir, retomó sus labores investigativas y publicó Otán Iyebiyé, las piedras preciosas (1970), al que siguió el ya mencionado Ayapá… en 1971. Después de algunos años en España, regresó a Estados Unidos nuevamente, donde preparó varias antologías de su obra y aesoró a investigadores y académicos. Murió en el año 1991, en Miami.