María Policarpa Salavarrieta Ríos

María Policarpa Salavarrieta Ríos
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NombreMaría Policarpa Salavarrieta Ríos
Nacimiento26 de enero de 1796
Guaduas, Bandera de Colombia
Fallecimiento14 de noviembre de 1817
Bogotá, Colombia
Causa de la muerteFusilamiento
Otros nombresPolonia, Gregoria Apolinaria, Policarpa, la Pola.
Ocupaciónmilitar

María Policarpa Salavarrieta Ríos. Heroína colombiana de la Independencia.

Infancia

No existe unanimidad de criterios respecto al lugar de nacimiento de María Policarpa Salavarrieta Ríos, también conocida como La Pola. La gran mayoría de los historiadores lo ubican en la población cundinamarquesa de San Miguel de Guaduas, otros en el barrio Santa Bárbara de Bogotá y otros en la tolimense Mariquita. El hecho cierto es que la familia Salavarrieta Ríos estuvo avecindada en Guaduas, villa en la que el padre, Joaquín Salavarrieta, y la madre, Mariana Ríos, poseían una regular fortuna conseguida gracias a la agricultura y el comercio.

Margarita Beltrán procuró el ingreso de La Pola a la escuela del Convento de La Soledad a los nueve. Allí aprendió a leer y escribir, estudió la doctrina y la historia española y aprendió a rasgar la guitarra y a cantar. En la modesta casa del matrimonio García-Salavarrieta era común que se alojaran ocasionales viajeros en tránsito hacia Santafé o hacia Honda, por lo que existía una constante información sobre los sucesos de España y del virreinato. Muchas familias tenían a Guaduas como lugar de veraneo y mantenían relaciones cordiales con los familiares de La Pola, en especial con la del futuro general Joaquín Acosta y Pérez de Guzmán.

La Familia

En 1798 la familia Salavarrieta se trasladó a Santa Fe de Bogotá, a la parroquia de Santa Bárbara. El padre, la madre y dos hermanos (María Ignacia Salavarrieta Ríos, la mayor, y Eduardo Salabarrieta Ríos, el menor) estos murieron entre agosto y septiembre de 1802, a consecuencia de la epidemia de viruela negra que se extendió por la capital virreinal. Los afligidos hijos y hermanos tuvieron que cerrar la casa, pues estaba infectada, y buscar la forma de sobrevivir: José María y Manuel ingresaron a la comunidad agustina; Ramón y Francisco Antonio se emplearon como peones en una finca ubicada en Tena; la hermana mayor, Catarina, se hizo cargo de los dos menores, Policarpa y Bibiano, y en 1804 se residenciaron nuevamente en Guaduas, en la casa de Margarita Beltrán, hermana de Manuela Beltrán y madrina de Catarina. Al cabo de un tiempo, la mayor de los Salavarrieta contrajo matrimonio con Domingo García y sus dos hermanos fueron a vivir con ella.

Actividades revolucionarias

Ya adolescente, Policarpa Salavarrieta se dedicó a la modistería, y poco a poco se enteró e involucró en las actividades independentistas: hacia 1809, o quizás antes, conoció a los hermanos Leandro Sabaraín y Alejo Sabaraín, hijos de Joaquín Sabaraín, residente en Mariquita, donde ejercía el cargo de factor de las Reales Minas.

El domingo 22 de julio se conoció en Guaduas la noticia del grito de Independencia y de los acontecimientos que lo suscitaron y precedieron. Ante el llamado de alistamiento hecho en los pueblos para formar las milicias, tanto el cuñado de Policarpa, como su hermano Bibiano, se incorporaron al ejército en formación. Desde un comienzo Alejo Sabaraín se vinculó a las actividades de la Junta de Gobierno que se formó en Mariquita, ingresó al batallón que allí se organizó y, a principios de 1811, participó en el conflicto civil armado entre Honda y Ambalema. El obligado alejamiento de Alejo Sabaraín impulsó a Policarpa a trasladarse a Santafé, donde fue recibida como niñera y dama de aguja, en enero de 1812, en la casa de doña María Matea Martínez de Zaldúa

Gracias a su habilidad para la costura, visitaba frecuentemente las más encopetadas casas de la capital, lo que le sirvió para aclarar en su mente las diferencias existentes en la sociedad estamental de la época. Además conoció muy bien la ciudad, recorriendo sus barrios y parroquias.

Mientras tanto, su novio (Alejo Sabaraín) se había unido a las milicias de Cartagena, preparándose para atacar Santa Marta, en donde los refugiados españoles y criollos realistas se preparaban para reconquistar el Nuevo Reino. Hacia noviembre de 1812, en plena efervescencia de las luchas intestinas entre el Congreso y el gobierno de Nariño, apareció en la Gaceta Republicana la noticia de que "en la parte oficial se recomienda a los hermanos cadetes Leandro y Alejo Sabaraín por su valor y heroísmo".

Esa noticia muy seguramente la llenó de orgullo y la impulsó a colaborar y participar en los planes de defensa de la capital, ante el inminente sitio de los ejércitos de la Federación, todo ello con el beneplácito de sus hermanos curas, pues los padres agustinos eran los más entusiastas promotores del reclutamiento de una legión formada por jóvenes de los distintos estamentos, a cuya cabeza espiritual estaba su prefecto y capellán, fray Vicente Echeverry. El Precursor Nariño supo estimular a los agustinos: en solemne ceremonia, nombró generalísimo de las tropas a la imagen del Nazareno que se venera en su iglesia.

Reencuentro amoroso

Hacia mediados de febrero de 1813, Alejo Sabaraín llegó, como subteniente del Ejército Republicano, a Santa Fe de Bogotá y se reencontró con Policarpa. Había contraído el tabartillo y esperaba que en los cuarteles de la capital pudieran curarlo. Junto con otros militares, tenía la misión de informar al gobierno de Nariño sobre el movimiento de tropas desde España, al mando del general Morillo, para reconquistar Cartagena y luego el resto del Nuevo Reino de Granada.

Por un tiempo, La Pola se dedicó a comprarle medicinas a Alejo y a enviárselas por intermedio de su amigo, el negro Domingo, esclavo de confianza de don José Miguel Pey. En el convento de los agustinos se enteraba del desarrollo de la brillante campaña que el coronel venezolano Simón Bolívar cumplía en el bajo Magdalena.

En marzo de 1813, La Pola conoció a los hermanos Almeida, quienes le ayudaron a gestionar un mejor bienestar para su novio. Durante un mes estuvo trabajando con doña Bárbara Romero, destilando clandestinamente aguardiente, procedimiento que conocía desde su estadía en Guaduas, donde se producía el mejor anisado de la región. En junio de ese año Sabaraín ya estaba recuperado y participó activamente en el adiestramiento de nuevos milicianos que irían a participar en la campaña del Sur, la cual se inició el 23 de septiembre y en la que participaron Sabaraín, Bibiano Salavarrieta y su cuñado Domingo García, el cual fue dado de baja en la batalla del Bajo Palacé.

A finales de 1813, Policarpa volvió a Guaduas junto con la familia Zaldúa y allí permaneció al lado de su hermana y, según parece, dedicada a la enseñanza. En 1815, Guaduas fue tomada por los españoles. Mantuvo entonces La Pola una peligrosa posición de rechazo y continuó colaborando, en lo que podía, con la causa patriota. En mayo de 1816, el general español Pablo Morillo llegó a Santafé y comenzó la cruel ejecución de los criollos que habían participado en la primera República.

Desde 1813, pocas noticias había recibido de Alejo Sabaraín, y por los días de la derrota de los patriotas en la cuchilla del Tambo, en las cercanías de Popayán, el silencio del novio fue total. Sólo en noviembre de 1816 recibió una carta en la que Sabaraín le comunicaba que estaba vivo y cautivo en Santafé, en el presidio correccional. Había caído preso junto con José Hilario López y otros oficiales, y corrió la misma suerte del futuro reformador liberal; en el último momento, cuando ya iban a ser ejecutados en el patíbulo, se les conmutó la pena de muerte por ser de baja graduación militar. En su misiva, Sabaraín le pidió a La Pola que se le uniera en la capital.

Preparativos de la unión

En diciembre de 1816, se presentó en la casa de Policarpa, en Guaduas, el coronel patriota José Ignacio Rodríguez, de alias "El Mosca", quien dijo ser enviado de los Almeidas y le propuso, a nombre de los antiguos amigos, un trabajo para la patria: actuar en Santafé como espía y enlace de los grupos patriotas.

Rodríguez le entregó un salvoconducto y pasaporte falso y claras instrucciones de lo que debía hacer en la capital: se alojaría en casa de Andrea Ricaurte de Lozano, a quien serviría como empleada del servicio; ésa era la pantalla. Debía conocer el estado de las tropas españolas y poco a poco hacerse amigos y enterarse de quiénes deseaban huir a los Llanos para unirse a las guerrillas del padre Ignacio Mariño. Además, debía obtener las listas de los patriotas buscados por insurgentes.

Rodríguez, además, le comunicó a La Pola que pronto recibiría la visita de Bibiano, que para ese momento era prácticamente un héroe. El hermano pequeño llegó y, según comprobaron las hermanas Salavarrieta, había sufrido mucho en las campañas militares. La visita de Rodríguez y de Bibiano a la casa de Catarina despertó gran sospecha entre los realistas que vivían en Guaduas y precipitó el desplazamiento de Policarpa a la capital.

Llegada a la capital

En enero de 1817, llegó La Pola a Santafé acompañada de su hermano Bibiano. Por intermedio de sus hermanos curas, logró un salvoconducto para visitar todas las semanas a su novio Alejo Sabaraín. En cada entrevista, Policarpa le comunicaba noticias, órdenes y toda clase de mensajes enviados por los comandos revolucionarios.

Las labores de inteligencia las cumplió con precisión y efectividad, pues, como era conocida en la ciudad, podía salir con libertad e introducirse en los costureros de las señoras españolas donde recogía informes útiles sobre los movimientos de las tropas españolas. Sin embargo, la casa de doña Andrea Ricaurte era un centro de subversión bastante peligroso: allí se celebraban frecuentes reuniones clandestinas a las que asistían varios militares criollos que por diferentes causas habían tenido que vincularse al ejército realista, pero que esperaban la ocasión de reincorporarse a las fuerzas patriotas acantonadas en los llanos; en el grupo participaban otras mujeres que, al igual que Policarpa, cumplían labores de inteligencia. Para esconder los mensajes enviados se usaban naranjas ahuecadas en las que se introducían las misivas, y el santo y seña era "¡Vencer o morir!".

Libertad al novio

El 1 de julio de 1817, Alejo Sabaraín y todos los presos de las cárceles de Santafé fueron puestos en libertad. En ese momento, la red de personas que participaban en el movimiento revolucionario era bastante grande e involucraba a hacendados de diferentes parroquias, en las que se alojaban los soldados desertores en tránsito hacia los Llanos.

El novio participó en todo el engranaje y planeaba también viajar a los llanos para unirse a las guerrillas de José Nonato Pérez, con el fin de adelantar con la mayor rapidez posible la toma de Santafé. Alejo partió con Rafael Cuervo, Francisco Arellano y otros más a principios de agosto de 1817. La ruta escogida fue por los cerros de Monserrate para llegar al Guavio, luego a Gachetá y, de allí, seguir a los Llanos.

Delación

Por entonces los sistemas de información de los realistas se habían afinado al máximo y se pagaban muy buenas recompensas a quien delatara cualquier movimiento sospechoso; un infiltrado venezolano, Facundo Tovar, delató que en el seno del batallón de granaderos de Numancia se reclutaban soldados para la causa patriota. La misma noche, se enteró Policarpa Salavarrieta de la detención de algunos de los miembros de la red de espionaje y apoyo a los ejércitos patriotas. En vez de esconderse, siguió haciendo vida normal, arriesgándose a llevar recados y dineros a los presos.

El 3 de septiembre fue detenido Alejo Sabaraín y sus compañeros de huida. Ante la peligrosa situación, La Pola y los pocos miembros que aún quedaban libres procedieron a ocultarse en una casucha ubicada en el barrio Egipto, en la calle del Calvario con la carrera de San Bruno, al pie del cerro. Tanto los hermanos de Policarpa como el coronel Rodríguez le insistieron para que se fuera a Guaduas, pero ella se negó: quería permanecer cerca de su novio.

El encargado de policía, un oficial de apellido Iglesias, tenía conocimiento de las acciones de Policarpa, lo mismo que el virrey. Iglesias pudo seguirle la pista, pues le bastó vigilar a Bibiano para ubicar a La Pola. Fue detenida en la noche del 10 de noviembre, recluida en el Colegio Mayor del Rosario.

Ejecución

El 14 de noviembre de 1817, junto con su amado Alejo y otros patriotas.

En el patíbulo, La Pola pronunció estas palabras: "¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo!" En la cárcel su compatriota Joaquín Monsalve redactó el famoso anagrama que la identifica como epitafio: "Yace por salvar la patria".

Cronología de Policarpa Salavarrieta

  • Variaciones del nombre: Polonia, Gregoria Apolinaria, Policarpa, la Pola.
  • Variaciones del apellido: Salabarrieta, Solabarrieta, Solavarrieta, Salavarrieta, Zalabarrieta.
  • Nacimientos: 1787-1788 nace Catarina, (Catalina), hermana mayor. 12 de agosto de 1789; Maria Ignacia Clara, segunda hermana, es bautizada en Guaduas. 1 de agosto de 1790, José Maria, tercer hermano, es bautizado al día siguiente, en Guaduas, con el nombre de José Maria de Los Ángeles. 1 de noviembre de 1792, Eduardo, cuarto hermano, es bautizado en Guaduas dos días después. 31 de diciembre de 1794, José Ignacio Ramón su quinto hermano y es bautizado al día siguiente, en Guaduas. 26 de mayo de 1797, José Maria su sexto hermano. 26 de septiembre de 1798, Francisco Antonio (Antonino), séptimo hermano, es bautizado en la iglesia de Santa Bárbara en Santa Fe de Bogotá.
  • Muerte de la madre: 14 de agosto de 1802. Mariana Ríos muere víctima de la viruela -epidemia que azota la capital desde el mes de junio- y es sepultada en la iglesia de Santa Bárbara.
  • Testamento del padre: 4 de septiembre de 1802. Joaquín Salavarrieta testa en favor de sus hijos «Catarina, José Maria, Polonia, Ramón, Jose, Antonino y Bibiano». Se deduce que Maria Ignacia y Eduardo han fallecido para entonces.
  • Muerte del padre: 7 septiembre de 1802. Joaquín Salavarrieta es sepultado en el cementerio de Las Aguas, lugar destinado a las víctimas de la viruela. Policarpa queda huérfana de padre y madre a la edad de seis años.
  • 1804: 8 de febrero. José Maria de Los Ángeles, tercer hermano de la Pola, es admitido como novicio en el convento de agustinos calzados de Santalé de Bogotá.
  • 1817: octubre. El sargento español Iglesias descubre a la Pola escondida en casa de Andrea Ricaurte de Lozano; detenida en compañía de su hermano Bibiano, Policarpa es encarcelada en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.
  • 10 de noviembre. Un consejo de guerra ccndena a muerte a Policarpa Salavarrieta, Alejo Sabaraín, José Manuel Díaz, Antonio Galeano, José Maria Arcos, Antonio Suárez, Manuel Manrufuo (¿Jacobo Marufú?), Francisco Arellano y Manuel Díaz, al hallarlos culpables de conspiración.
  • 14 de noviembre. Policarpa Salavarrieta es fusilada en la Plaza Mayor de Santa Fe de Bogotá - actual Plaza de Bolívar-, en horas de la mañana.

Fuentes