Marcio Manduley

Marcio Serapio de los Dolores Manduley Murillo
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Nacimiento14 de noviembre de 1911
Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento1 de mayo de 1934.
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
PadresFaustino Manduley y Maria Ana Murillo

Marcio Serapio de los Dolores Manduley Murillo, nació el día 14 de Noviembre de 1911, en la Ciudad de Santiago de Cuba, Oriente. Hijo del Sr. Faustino Manduley y de Tapia, natural de Holguín, Lic. En Bioquímica Farmacéutica; y de Maria Ana Murillo y López del Castillo, natural de Veracruz, México. El matrimonio Manduley-Murillo tuvo 8 hijos.

Síntesis Biográfica

Marcio aprendió sus primeras letras en el “Colegio Dolores”, en Santiago de Cuba. Allí terminó su enseñanza primaria. Desde niño se caracterizó por ser muy estudioso, alegre y sentía predilección por las fiestas. Mas tarde ingresó en el instituto de segunda enseñanza de Oriente, obteniendo su título de Bachiller en Ciencias y Letras, a la edad de 18 años. Vino para la Habana a proseguir sus estudios y se domicilió en Neptuno No. 110. Ingresó en la Universidad de la Habana, en el curso académico 1929 -1930, quedando inscripto en la Facultad de Derecho. Su iniciación revolucionaria, se logra casi inmediatamente al ingresar la universidad, motivado por hechos tales como: la muerte de Mella, Congreso estudiantil del año 1923, y otros.

Trayectoria Revolucionaria

Desde inicios del 1930, Marcio comienza a relacionarse con los jóvenes revolucionarios, algunos pertenecientes al Partido Comunista, fundado por Mella. En el año 1929, Rafael Trejo es elegido Presidente de la Asociación de estudiantes de leyes, en cuya escuela había entrado Marcio. De esta forma comienza una franca interrelación entre Marcio y Trejo. Las primeras demostraciones del mártir Marcio Manduley fueron al lado del Directorio Estudiantil de Oriente en protesta por la situación reinante en el país. Ya después en La Habana se integra definitivamente al Directorio Estudiantil en esta Ciudad, ingresando en el Ala Izquierda Estudiantil, llegando a ser figura representativa de la misma. A partir de entonces, su vida va a estar llena de sacrificios y patriotismo, entregada a la causa contra el Machadato. Su actitud de luchador incansable por el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo y su posición revolucionaria antiimperialista, lo llevó a formar parte de las filas de la Liga Juvenil Comunista, de la cual llegó a ser uno de sus dirigentes. En el año 1931, la infatigable acción revolucionaria de Marcio, hizo que fuera detenido y encarcelado en la prisión de la Isla de Pinos, de la cual fue puesto en libertad a fines de 1932. En el periodo comprendido desde Diciembre de 1930 hasta el 1 de Agosto de 1933, las actividades revolucionarias de Marcio alcanzaron su mayor esplendor. Como resultado de la profunda crisis económica y de la radicalización de las masas, se produjo una ola de huelgas y manifestaciones antimachadista que abarcaron todo el país. Es por lo que el 1ro de Agosto de 1933, la juventud, junto a los obreros, se lanza a las calles y se exhorta para una manifestación general en la Calle Monte esquina a Águila, celebrándose además en esa fecha el Día Internacional contra la Guerra. La policía Machadista al percatarse que se estaba realizando un acto por aquellos contornos, comenzó a reprimir a los manifestantes reunidos en el parque de “La Fraternidad”, los que se desplazaron bajando la calle Monte. Los esbirros dispararon furiosamente contra ellos, siendo entonces alcanzados varios manifestantes, entre ellos Marcio, cayendo recostado en una de las esquinas de Monte y Águila, entre una de las dos columnas que existían en el estudio fotográfico “Fotos yo” y la peletería “Casa Fraga”, con ambas piernas flexionadas, pero sin perder el conocimiento. Marcio tenía un balazo en la espalda, más arriba de la cintura, del cual quedaría con una parálisis secundaria, ya que le había penetrado la médula espinal.

Última etapa de vida

Continuaban en aumento las actividades revolucionarias y aunque se encontraba paralítico, seguía con su pensamiento puesto en poder luchar. Nada de alusiones a su estado físico, solo le interesaba el decursar histórico de Cuba, el destino que tomaban los acontecimientos que estremecía a toda la isla, esta era su máxima preocupación: el futuro de Cuba. Con su carácter afable, cordial y alegre, no flaqueo ni un instante ante la evidencia de la muerte. Su sonrisa alegraba las caras de los que lo rodeaban. Marcio se sentía comprometido con su época. Así fue de heroico su sacrificio y legítimo proceder. Al transcurrir 9 meses de aquel 1ro de Agosto, después de sufrir extraordinariamente, sin escuchársele lamentos ni una sola vez, muere Marcio Manduley, en la casa del Vedado, donde vivía con su familia, a los 22 años de edad, en la madrugada del 1ro de Mayo de 1934. Por una triste coincidencia, muere Marcio el día que los oprimidos de de la tierra conmemoran en todo el Mundo el “Día Internacional de los Trabajadores” y quien como él, consagró su juventud y su talento al servicio de la causa proletaria, su muerte violenta no es un pésame, sino un reto.

Resolución Ministerial

Es política del Gobierno Revolucionario perpetuar la memoria de sus mártires y héroes en obras realizadas para el servicio del pueblo en general…, se dispone por Resolución Ministerial, que el policlínico integral de San Lázaro se denomine a partir del 7 de mayo de 1995, con el nombre de “Marcio Manduley”.

Fuentes