Mario Collazo Cordero

Marino Collazo Cordero
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Nacimiento6 de enero de 1924
Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento2 de julio de 1978
Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
Marino Collazo Cordero. Combatiente del Moncada.

Síntesis biográfica

Nació el día 6 de enero de 1924 en el seno de una familia humilde. Su padre Manuel Collazo y su madre Brijida Cordero, vivían en el barrio La Murreanga en Artemisa. Marino, tuvo cinco hermanos, él fue el único varón, por lo que desde temprana edad se puso a trabajar con su padre, para poder mantener el resto de su familia. Ellos residían en un pequeño barrio, donde las tierras tenían un propietario o terrateniente, por lo que no tenían apenas recursos que le permitieran satisfacer sus necesidades.

Trayectoria revolucionaria

Su vida laboral fue muy diversa, motivado por la difícil situación económica familiar, trabajó primeramente en la finca La Gabriela, que en la actualidad queda cerca de la carretera del IPUEC “Marcos Martí”. A inicios de los años 50, se fue a trabajar con su padre para la fábrica de conservas La “Conchita” en Pinar del Río como tonelero.

Ya desde el año 1952, estaba incorporado a una Célula Clandestina. Su incorporación a la Lucha contra Batista, no fue casualidad, ya que por parte de su padre, se respiraba en la casa, un gran fervor revolucionario, atribuido por los abusos y males de los gobiernos corrompidos.

Entonces Marino decide unirse a un grupo de Jóvenes Artemiseños, que formaron parte de una Célula Clandestina, entre los cuales se encontraban: Severino Rosell, Gelacio Fernández, Orlando Galán, Rosendo Menéndez y otros, los cuales se reunían a veces en alguna de las casas de estos compañeros con el objetivo de integrarse más a la Lucha.

Eran muy diversas las actividades que emprendieron, estos jóvenes, contra el dictador Fulgencio Batista. Por cuyo motivo, era frecuentes las veces que estaban detenidos en el cuartel de La Guardia Rural, que radicaba en el local que hoy ocupa la Escuela Primaria Carlos Rodríguez Careaga. Esta medida la aplicaba la dictadura, para neutralizar las acciones revolucionarias, pero esto no impidió la continuidad de los enfrentamientos contra el régimen y que ellos se lanzaran a la Lucha.

El punto de partida, que le asignaron a Marino, fue la terminal de la ruta 35 en Artemisa. Allí se encontraron los integrantes de las células, que partirían hacia La Habana, para de ahí seguir viaje hacia La Granjita Siboney en Santiago de Cuba, donde se encontrarían con el resto del grupo de jóvenes, que participarían en el Histórico Asalto al Cuartel Moncada.

Hasta ese momento se desconocía cual era la misión. Y es Fidel, el que les comunica que asaltarían la fortaleza mayor del Oriente Cubano, que era el “Cuartel Moncada”. Marino no se detuvo, fue uno de los primeros en dar el paso al frente, conociendo que no alcanzaban las armas para la Lucha.

Es importante destacar, que entre los preparativos para lanzarse a la lucha, Marino tuvo entre sus misiones, conseguir uniformes del Ejército de la Tiranía los cuales usarían posteriormente en el Ataque al Moncada, encontrando apoyo en Florentino Fernández, quien tenía la posibilidad de facilitar esa ropa.

La acción como todos conocemos, fue muy sangrienta y a Marino lo alcanzó una bala enemiga, hiriendolo gravemente en la cabeza, cae y es apresado por el ejército. Lo conducen hacia el trasfondo de la Cárcel de Puerto Boniato, reponiéndose de la herida. Mas tarde logró conseguir un salvoconducto que le permitió salir de allí, llegando a Madruga, donde fue detenido nuevamente y conducido hasta el SIM (Servicio de Inteligencia Militar) donde estuvo detenido diez días, hasta que lo soltaron, pero manteniéndosele la vigilancia, sobre él, hasta el mismo día del Triunfo Revolucionario.

En el 1957 contrae matrimonio y tiene dos hijos. La participación de Marino en ayuda al Ejército Rebelde, fue muy positiva ya que se mantuvo clandestinamente garantizando refuerzos logísticos en armas, medicamentos y otros pertrechos que habitualmente son necesarios en esa Lucha y que él enviaba para la sierra.

Ya en pleno triunfo revolucionario, pasó como miembro activo de las FAR a realizar funciones Militares en el Estado Mayor de la Marina de Guerra Revolucionaria, posteriormente se trasladó hacia el Hospital Militar “Carlos J. Finlay” trabajando en la Clínica Estomatóloga, hasta que se licenció del Ejército, pasando a formar parte de la Defensa Civil. Mas tarde comenzó a laborar en una granja de auto consumo, dirigida por Jesús Montané, para el abastecimiento del Ministerio de Comunicaciones.

Muerte

Posteriormente con el objetivo de acercarse a su familia, comenzó a trabajar en la Cooperativa Pesquera de la Playa Majana y después cambió de puesto de trabajo para el INDAF, como trabajador forestal, donde laboró hasta sus últimos días, el día 2 de julio de 1978 en que muere.

Su fallecimiento fue poco sorprendente, pues estuvo en cama durante seis meses, producto de una penosa enfermedad que lo consumió en poco tiempo. Al morir dejó seis hijos y una viuda y ostentada, además, las

Condecoraciones

Fuente

  • Biblioteca Municipal