Mario Jesús Palomino García

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Mario Jesús Palomino García
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Encontrado en la morgue central de Lima.
NombreMario Jesús Palomino García

Mario Jesús Palomino García. Encontrado en la morgue central de Lima. La autopsia reportó la existencia de múltiples cortes y contusiones en la espalda, pelvis, muñecas, brazos, muslo derecho, rodilla izquierda y frente.

Biografía

Su detención

El 23 de marzo de 1996, cinco agentes de la policía del Perú detuvieron a Mario Palomino, de 37 años, quien había acudido a una fiesta de despedida para su primo. Al finalizar la fiesta, Palomino le dijo a su hermano que de regreso pasaría a ver a sus hijos. Palomino nunca llegó a su destino: fue interceptado por una patrulla en busca de narcotraficantes e introducido en un vehículo policial. A la mañana siguiente, cuando su hermano descubrió que Palomino no había vuelto a casa, visitó dos veces la delegación de policía, pero le dijeron que las celdas estaban vacías. Posteriormente, un amigo le dijo que varios vecinos habían presenciado como la patrulla detenía a Palomino.

Encontrado por el hermano

Finalmente, el hermano encontró a Palomino en la morgue central de Lima. La autopsia reportó la existencia de múltiples cortes y contusiones en la espalda, pelvis, muñecas, brazos, muslo derecho, rodilla izquierda y frente de Palomino. Concluía que estas señales correspondían al padecimiento de un trauma, pero no eran la causa de la muerte. La muerte se produjo por un edema cerebral y pulmonar que podría haber sido causado por una variedad de factores adicionales.

Declaraciones de los agentes

Las declaraciones de los cinco agentes que detuvieron a Palomino y de otras personas detenidas esa noche demostraron que Palomino había sido golpeado tras introducirle en el vehículo policial. Según el agente Luis Alberto Sánchez Vásquez, un agente apodado Revolledo golpeó reiteradamente a Palomino con una linterna en varias partes del cuerpo. Otros sospechosos detenidos por la patrulla de la policía declararon que le vieron esposado dentro del vehículo policial, tumbado boca abajo sobre el suelo del vehículo, inconsciente y con olor a alcohol. La policía siguió recogiendo sospechosos hasta llenar el vehículo con quince detenidos. Varios se sentaron sobre el cuerpo acostado de Palomino, que olía a excremento.

Varias horas después, la policía se dio cuenta de que Palomino estaba muerto. El oficial al mando de la delegación, el Mayor Víctor Manuel Cabrejos Pastor, dijo a uno de sus subordinados que dejara el cuerpo de Palomino en una calle perteneciente a otra delegación policial. El subordinado se negó.

Véase también

Fuentes