Marqués de Comillas (buque)

Marques de comillas
Información sobre la plantilla
Historial Bandera de España España
Astillero Connell - Glasgow
Clase Crucero auxiliar
Tipo Transatlántico
Operador Compañía Trasatlántica
Puerto de registro Cádiz
Autorizado 21 de mayo de 1924
Puesta en grada 16 de octubre de 1925
Botado 17 de marzo de 1927
Viaje inaugural 24 de octubre de 1928
Destino America
Características generales

Marques de comillas.

Historia

El Gobierno del General Primo de Rivera promulgo un Decreto el 21 de mayo de 1924, por el que se creaba una Comisión destinada a estudiar y revisar el contrato firmado en 1910 entre el Estado y la Compañía Trasatlántica. Fruto de los trabajos de esta Comisión fue la reforma total de aquel contrato con fecha 6 de Abril de 1925 y en virtud de la misma surge la obligación ineludible de construir tres buques de características superiores a las del MANUEL ARNUS, para destinarlos en su día, no a la línea de Asia, sino a las que partiendo del Mediterráneo habían de finalizar en Norte y Centroamérica. La Marina sugiere la necesidad de que el tercer buque se construya en El Ferrol y se firma un nuevo contrato con la Naval a un precio alzado aprobado por el Gobierno. La colocación de la quilla tuvo lugar el 16 de octubre de 1925 en las gradas de El Ferrol, haciendo el numero 10 de aquella Factoría, y le fue reservado el nombre de MARQUES DE COMILLAS, en homenaje al Presidente de la Compañía, entonces recientemente fallecido, con la salvedad expresa en acta del Consejo de que tal nombre podrá transferirse a otro buque de mayor importancia el día en que llegue la ocasión de construirlo. A lo largo de 1927 se colocó el resto de la emisión de las obligaciones y el 17 de marzo se bota en el Ferrol el MARQUES DE COMILLAS, actuando de madrina la Infanta Isabel de Borbón. Durante la guerra civil, este se encontraba surto en el Puerto de Barcelona, y requisado el 5 de agosto, como buque-hospital se incorporó a la fuerza naval que, con la columna del capitán Bayo, intentaría desembarcar en Mallorca. Hizo varios viajes a Barcelona y a Mahón y, el día 22, zarpó de nuevo para la zona de operaciones. Hasta el 4 de Septiembre se mantuvo entre Punta Amer y Cabo Tinar y, en al noche del 9, en Cala Petita recogió un contingente de tropas y regresó al puerto de la Ciudad Condal. Terminada la guerra, El "Comillas" marchó a Bizerta con las tripulaciones destinadas a marinar las unidades de la Marina española allí internadas. Luego arrumbó a Cádiz y, más tarde y hasta septiembre, en Cartagena sirvió de alojamiento para el almirante jefe de la escuadra, don Francisco Moreno, y su Estado Mayor. Devuelto a sus armadores, el "Marqués de Comillas" fue modernizado en Matagorda -como el "Magallanes", perdió la chimenea popel- y quedó con acomodación para 165 pasajeros en primera clase, 38 en segunda, 41 en turista "A" y 326 en turista "B". Y así volvió a la mar que, de nuevo en guerra, tuvo que cruzar una y otra vez para garantizar las vitales comunicaciones de España con las Américas. Con el mundo de nuevo en paz, el "Marqués de Comillas" reanudó sus escalas desde Santa Cruz de Tenerife -con el "Magallanes"- y, ya en 1956, se le suprimieron los palos clásicos y, en el puente, un palo ligero -con cruceta y pico- además del que lleva el radar. Al año siguiente, nueva distribución de la acomodación para pasajeros -quedó con las clases primera y turista- y en 1959, comenzó a navegar en la línea de la Guaira. Cuando los sucesos de Ifni, hizo un viaje con tropas de dicho territorio, y más tarde, con peregrinos marroquíes marchó a Yiddah. Volvió a su línea de La Guaira, con escalas en Tenerife a la ida y a la vuelta y, en 1961 se le reacondicionó una vez más la acomodación para pasajeros. Quedó con capacidad para 930 en clase única y, como luego harían los "Monserrat" y "Begoña", tocaba en las Antillas Británicas, donde embarcaba pasajeros para Southamptom, puerto que se convirtió en final de línea.

Características

Buque de líneas clásicas muy proporcionadas, con proa recta y popa transoon, dos palos, dos hélices de cuatro palas y dos chimeneas. Su eslora total era de 145,13 metros por 17,14 de manga y 9,79 de puntal a la cubierta shelter, siendo el máximo calado de 24 pies y 4 pulgadas.

Tenían seis cubiertas, nueve mamparos estancos, 14 puntales, 14 maquinillas a vapor y cuatro bodegas con cinco escotillas. El equipo propulsor consistía en cinco calderas a fuel-oil de tiro forzado (originariamente el proyecto fue a carbón), con 15 hornos y trabajando a una presión máxima de 25,20 kilos por centímetro cuadrado. Llevab24a dos juegos de turbinas engranadas a simple reducción Curtiss-Parson, construidas todas en El Ferrol. Como elementos de navegación destacados para aquella época, llevaba, además de la estación Marconi de TSH de 1,5 kilowatios, compás giroscópico, radiogoniómetro y aparato Gardens de señales submarinas. Se clasificaron en el Lloyd´s.

Comodidades

La acomodación del pasaje era realmente lujosa. La cámara de primera en el alcazar ocupaba las tres cubiertas altas (paseo, botes y shelter), con un hall y salón de música a proa de la cubierta de paseo. El comedor estaba decorado al estilo de las casas solariegas del Norte de España. El Salón de música estaba entonado en estilo también español, siglos XVII y XVIII, con reposteros de brocado de seda bordado en oro, que simbolizaba las armas de la casa Comillas. En el rellano de la gran escalera que comunicaba al hall con el salón de música, había un magnifico cuadro de grandes proporciones, obra de Sotomayor, que representaba a Don Claudio López Bru con uniforme de Caballero de la Orden de la Espuela de Oro, preciado titulo del Vaticano. Por verdadera casualidad se ha salvado esta obra retirada de a bordo tan solo unos meses antes de producirse el incendio que destruyo el buque.

Merece también recordarse el fumador de primera clase, que se componía de una parte alta y otra baja en forma de patio con lumbrera central, cubierta de una marquesina de hierro forjado y cristales decorados, y el café veranda, abierto, mirando a popa. Todos los decorados los efectúo Lizarraga y Solis, de Madrid.

Llevaba 149 pasajeros de primera clase, 39 de segunda y 53 de tercera.

Además de este pasaje de clase, llevaba alojamientos para emigrantes con capacidad para 832, instaladas en los sollados y entrepuentes.

La línea exterior comenzaba con el castillo de 50 pies, blanco y alteroso, con su pescante de gata para ayudar en la maniobra, y seguía con el pozo de proa sobre la cubierta shelter, abierto a las escotillas. La estructura del alcázar era esbelta y parcialmente cerrada, venia luego el pozo de popa con las bodegas ; finalmente la toldilla, elevadísima y recargada de superestructuras, que les daba a estos buques un toque de personalidad destacado; sobre este parapeto blanco, cuajado de botes y cumbres -departamento de enfermería, servomotor, autoclave, etc.- se izaba en puerto la bandera nacional con las famosas iniciales de Correos Marítimos.

En la mar se largaba, conforme a reglamento, en el pico cangrejo del palo mayor.

Capitanes del Marques de Comillas

  • D. Pedro Miranda Suárez.
  • D. Jesús Marroquíin Valladares.
  • D. Miguel Corvera Cepillo.
  • D. Amadeo Rodríguez Aparicíio.
  • D. Gabriel Roselló Guiscafré.
  • D. León Aldamiz Echevarria.
  • D. Victor Perez Vizcaino y Ojea.
  • D. Antonio Buxo Ventayol.
  • D. Antonio Camiruaga Astobiza.
  • D. Jesús Meana Brun.
  • D. Federico Alvarez Llado.
  • D. Roberto Fano Oyarbide.
  • D. Alfredo Cuervas-Mons Hernandez.
  • D. Jesus Gorospe Vertiz.

El fin del marques de Comillas

El 6 de noviembre de 1961, el "Marqués de Comillas" se encontraba amarrado en el espigón de Astano en Perlío, donde efectuaba reparaciones. A consecuencia de un circuito en el cuadro eléctrico de la sala de dinamos -que recibía corriente de tierra- se declaró un incendio a las tres de la madrugada. A pesar de los esfuerzos de los bomberos de El Ferrol, de las brigadas contra incendios de la Armada y del personal de las factorías de Astano y Bazán, el "Marqués de Comillas" ardió durante horas de proa a popa. Cuando desaparecieron las llamas y el humo, del "liner" sólo quedaba una ruina calcinada, algo que nada recordaba a aquel "Marqués de Comillas" que, treinta y tres años antes en aquellas mismas aguas nació a la mar.

Fuentes