Martineta común

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Martineta común
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Martineta copetona.jpg
Clasificación Científica
Nombre científicoEudromia elegans
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Orden:Tinamiformes
Familia:Tinamidae
Hábitat:Habita desde el río Santa Cruz, hasta San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa y centro y oeste de Buenos Aires, hasta el río Colorado.

Martineta común Es una especie de ave tinamiforme. Posee una figura esbelta y muy elegante al caminar (de allí el nombre de su especie: "elegans").

Historia y evolución

Cuando los españoles llegaron por primera vez a Sudamérica, encontraron en gran abundancia unas aves de aspecto y costumbres muy parecidas a la perdiz española, por lo que lógicamente la llamaron perdiz.

Sin embargo su similitud con las Gallináceas es solo aparente, pues son aves de condiciones zoológicas muy primitivas y en realidad son consideradas como los parientes vivos más próximos a los Ñandúes; formando con la rama de este grupo que habita en América del Sur (Rheiformes) y los pingüinos (Sphenisciformes), los tres órdenes de Paleognathae o aves ancestrales propias del "Nuevo Mundo", con registros fósiles desde el Mioceno.

Características generales

La martineta común, se distingue de todos los otros Inambúes por el copete de plumas que adorna su cabeza y que es la particularidad que ha dado origen al nombre vulgar más difundido con el que se la conoce: copetona.

El macho y la hembra son semejantes y miden entre 33 y 38 centímetros de longitud. Su cabeza moteada de negro y café amarillento está adornada con un largo y fino copete rebatido hacia adelante en las puntas. Una banda blanca con centro negro recorre desde el ojo hacia el cuello.

Su cuerpo está cubierto de un plumaje que muestra el fenómeno de adaptación al medio como defensa por mimetización.

Sus plumas poseen el color y manchas que forman complejos y estéticos reticulados que se combinan fácilmente con el medio en donde viven, para poder confundirse con el paisaje y evitar ser vistas por sus predadores.

El pico es robusto y algo curvado hacia abajo.

Posee tres dedos en sus patas y su especialidad es caminar. Sólo vuela cuando la situación es extremadamente peligrosa y no le queda otra alternativa que la fuga veloz.

Forma de caminar

Es, entre los inambúes, el mejor dotado para la carrera. Tiene tres dedos, lo que le permite correr con mayor facilidad. Lo hace extendiendo el cuello y doblando los tarsos (parte más delgada de las patas de las aves, que une los dedos con la tibia), con lo que aparenta ser mucho más bajo de lo que es en realidad.

El vuelo de la Martineta Copetona

Sus alas de forma redondeada y muy pequeñas en relación al peso del cuerpo, hacen que su vuelo —incluso en la huída de algún peligro— no sea demasiado largo. Su corta cola hace que el vuelo sea rectilíneo. Por su plumaje muy mimetizado resulta difícil verlas mientras no alcen el vuelo, lo que acostumbran a hacer acompañándolo de un silbido fuerte y estridente. Es muy caminadora, solamente vuela cuando es sorprendida o se ve perseguida.

Su vuelo es corto, no tan ruidoso ni brusco y con pausas o pequeños planeos cada 20 o 30 metros.

Silbido

Tiene un silbido largo, melancólico, de llamada, sobre todo en la época de cría, que es cuando se lo escucha con mayor frecuencia durante el día, y también en las noches claras. Tanto el macho como la hembra, emiten en especial de madrugada y al anochecer, un fuerte sonido, del cual en oportunidades se valen para advertir a sus polluelos y hacer que se oculten entre los pastos cuando algún peligro los amenaza.

Los ejemplares jóvenes, al llamado de sus padres responden con una especie de cloqueo.

Alimentación

Es un animal omnívoro, y aunque prefiere los granos a los insectos, no por ello desdeña las hojas verdes de las hierbas que encuentran en terrenos húmedos, a orillas de arroyos.

Distribución

La Martineta Copetona es natural del sur de Sudamérica. Su distribución abarca casi toda la Argentina y una pequeña sección al sur de Chile (provincia de General Carrera en Aysén).

Hábitat

Habita desde el río Santa Cruz, hasta San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa y centro y oeste de Buenos Aires, hasta el río Colorado.

Los lugares elegidos para vivir

La Martineta copetona habita en las sabanas, pastizales, estepas arbustivas y patagónicas además de las áreas rurales.

Se ha adaptado a los diferentes ambientes, desde los pastizales artificiales hasta aquellos en donde la vegetación es xerófila y de baja humedad.

En todos los recorridos que hagas por nuestra Patagonia, seguramente vas a tener avistajes de Martinetas Copetonas a la orilla de las rutas observando tu acercamiento; mientras caminan lentamente hacia la protección de la vegetación por cualquier eventualidad.

Las vas a ver en la mayoría de las veces en grupitos de tres a doce individuos.

Comportamiento

Por lo común andan en grupos de 5 a 7, pero en primavera es frecuente encontrarlos reunidos en cantidades mayores. Esto demuestra que son sociables y no de hábitos solitarios. Lo mismo que las gallinas, escarba en la tierra un hoyo, al que acude a revolcarse entre el polvo, con el propósito sin duda, de quitarse los parásitos que en gran cantidad viven entre su plumaje; también los hace para dormir, en lugares desprovistos de toda vegetación.

Nidificación

Inicia su período de cría a principios de Octubre y por lo general, lo extiende hasta Marzo, haciendo por lo menos dos posturas.

De la construcción del nido, que es muy rudimentario, se encarga el macho. Para ello, elige un arbusto o mata grande de pasto, aislados de otra vegetación, y escarba en su pie un hoyo bien oculto, de manera que quede al reparo de lluvias y vientos, y lo recubre con pasto, ramitas finas y plumas. No obstante la pobreza del nido, lo visita todo el año. Cada nidada, contiene de 8 a 16 huevos de color verde intenso o verde esmeralda muy lustroso, que miden de promedio 4,1 centímetros a 5,6 centímetros.

Enemigos

A pesar del mimetismo de su plumaje, es fácil presa de sus muchos enemigos, entre los que se encuentran: aves de rapiña, zorros, zorrinos, iguanas y lagartos. Todos éstos, aprovechan su ausencia del nido, para comerle los huevos.

Situación ecológica

Su situación ecológica actual es en riesgo de extinción, debido a la caza furtiva y a la destrucción de su hábitat en lugares donde hay desmonte y crecimiento urbano.

Fuente