Megaloceros Giganteus

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Megaloceros giganteus
Información sobre la plantilla
Alce Irland.jpeg
Otros nombresCenagoso, Ciervo gigante de las turberas, Gamo gigante e Irlandez
Clasificación Científica
Nombre científicoMegaloceros Giganteus
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Artiodactyla
Familia:Cervidae
Especie(s):M. Giganteus

Megaloceros, conocido también como Cenagoso, Ciervo Gigante de las Turberas, Gamo Gigante e Irlandez, Ciervo Gigante o Megalocero habitó en el período pleistoceno en territorio de Europa, Asia, Africa del norte. Era un animal corpulento que pesaba mas de 40 Kg, de patas fuertes y poderoso cuello.

Principales hallasgos

Se cree que se extinguió hace 11.000 años. La primera prueba de su existencia se encontró en Irlanda, en 1588, y más tarde, se hallaron en Francia unas pinturas rupestres de un ciervo, que se identificaron con esta especie. Por lo tanto, se considera que la especie fue contemporánea de los primeros seres humanos. Numerosos esqueletos de machos jóvenes indican que los individuos de sexo masculino dejaban de comer en la época de celo y se concentraban exclusivamente en la lucha y la reproducción, al igual que hacen actualmente los ciervos europeos. De esto resulta que, se producían muchas muertes entre los machos durante la época de reproducción, especialmente en el caso de los individuos jóvenes que sucumbían fácilmente ante la mayor fuerza de los maduros y morían después de puro agotamiento sin llegar a reproducirse.


Características

Era un animal corpulento alcanzaba una altura de 2,2 m y llegaba a pesar más de 40 Kg, de patas fuertes y poderoso cuello, sus cuernos tenían la forma de una placa aplanada y alargada, pero tan grande que resulta dificil imginar cómo podía correr tan velozmente con esa pesada guirnalda sobre su cabeza.

Según estudios de paleontólogos como Stephen Jay Gould, el Megaloceros tenía la cornamenta que le correspondía por su tamaño. Se trataba de una especie con fuerte dimorfismo sexual, pues las hembras eran considerablemente más pequeñas y gráciles que los machos, además de carecer de su impresionante cornamenta en la que la del macho crece en mayor proporción que el resto del cuerpo, siendo pequeña en el corzo o el pudú, mediana en el ciervo y el gamo y grande en el alce. Como demuestra su fuerte dimorfismo sexual, los ciervos gigantes eran polígamos. Al igual que otros cérvidos, es probable que los machos reuniesen harenes de hembras en la época de celo tras luchar cabeza contra cabeza con otros machos rivales, y que al final del invierno estos grupos se disolviesen, siendo la hembra la única cuidadora de su única cría. El arte rupestre muestra posibles evidencias de cambios en la coloración y longitud del pelo según la época del año. Parece que en verano el pelo era más corto y de color pardo, rojizo o leonado; en invierno, con la cornamenta plenamente desarrollada, se volvía pardo oscuro en cuello, patas y lomo, siendo blanco o amarillento en cara, garganta y vientre. En los hombros se extendía una zona más oscura que se extendía dibujando dos líneas laterales hacia el cuello, que se cruzaban formando un "collar" oscuro en medio del mismo, y otras dos hacia los costados.

Otras Especies

Especies insulares enanas como el Megaceros algarensis de Cerdeña o el Megaceros cretensis de Creta tienen cornamentas mucho más pequeñas y de proporciones, tanto en tamaño bruto como en relación al resto del cuerpo, más parecidas a las de cérvidos de sus tamaños respectivos que a las de su gigantesco primo.


Hábitad

Vivían en las tundras y estepas abiertas y no en bosques cerrados como los ciervos europeos y los gamos. Los ciervos gigantes eran animales pastadores que se nutrían de abundante hierba y plantas arbustivas en las grandes y frías llanuras que cubrían Eurasia durante gran parte del Pleistoceno. Es probable que en los períodos más fríos del invierno se retirasen ligeramente hacia las zonas más australes de su área de distribución.

Evolución

Al igual que el resto de megacerinos, el alce irlandés tiene sus orígenes en las estepas de Asia. La especie aparece registrada por primera vez en Asia Central y Europa del este hace casi medio millón de años. Como dependiente del clima frío y seco y los ambientes abiertos, el ciervo gigante se extendía por Europa en los periodos fríos, cuando arreciaba la glaciación, y se retiraba hacia su zona de origen en los cálidos. En su momento de mayor extensión, los ciervos gigantes llegaron hasta Irlanda y la Península Ibérica, pero nunca pisaron América, como sí hicieron otros animales como el bisonte estepario y el mamut. Con el final de las glaciaciones la especie menguó rápidamente. En un principio se calculó su extinción hace unos 10.600 años, junto con la de la mayor parte de la megafauna mundial, pero en 2000 se descubrieron restos en la [Isla de Man]] y el sur de Escocia que databan cerca del 7500 a. C. Al parecer, una pequeña población había seguido los hielos en su retirada hacia el norte y había quedado aislada allí, extinguiéndose a la llegada de los cazadores humanos desde el sur. En 2004 se produjo un descubrimiento aún más sensacional: a miles de km de allí, a los pies de los [[Montes Urales[[, en Rusia, se encontraron restos aún más modernos que evidenciaban la existencia de ciervos gigantes en Siberia occidental hasta alrededor del 5000 a. C. Su extinción coincide con una serie de alteraciones en el terreno que no fueron causadas por cazadores paleolíticos, sino por los primeros granjeros neolíticos de Rusia. Por tanto, el ciervo irlandés sobrevivió a la era glacial.

Curiosidades

No son raros los dibujos de libros antiguos en los que el ciervo gigante aparece enredado con sus propios cuernos en la maleza y los árboles, siendo así capturado fácilmente por un león de las cavernas o un grupo de hombres primitivos.

Fuentes