Moisés

Moisés
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Profeta y legislador de Israel (siglo XIII a.n.e.).
NombreMoisés(en hebreo: מֹשֶׁה, moderno: Moshé, tiberiano: Mōšéh; en griego bíblico: Mωϋσῆς, Mōüsēs; en árabe: موسىٰ, Mūsa)
NacimientoBandera de Egipto Egipto
Causa de la muerteNatural
NacionalidadEgipcia
OcupaciónSacerdote y profeta
PadresIojebed y Amram

Moisés. Profeta y legislador de Israel cuyas acciones están descritas en el libro del Éxodo (siglo XIII a. C.).

Moisés huye de Egipto

Cuando Moisés se hizo adulto, visitaba asiduamente a sus hermanos esclavos. Al ver cómo un capataz egipcio golpeaba brutalmente a un supervisor hebreo de nombre Datán, mató al egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio a Datán peleando con su hermano Avirám e intentó separarlos. Los dos hermanos, enojados por la intromisión de Moisés, lo delataron al faraón, haciendo que Moisés huya de Egipto.

En una de sus exégesis, Najmánides señala que transcurrió un período prolongado entre la partida de Moisés de Egipto y su arribo a Madián. Allí trabajó durante cuarenta años como pastor de ovejas para Jetró, (sacerdote en hebreo) de Madián. Se casó con Séfora hija de Jetró y nació su hijo Gershom.

Llamamiento de Moisés

Según se narra en La Biblia, en cierta ocasión Moisés llevó a su rebaño al Monte Horeb y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se acercó para ver más de cerca, Dios (o más exactamente un ángel de Dios) le habló desde la zarza, revelando su nombre (es decir su verdadero significado) a Moisés.

De acuerdo a la narración, Dios dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés declaró a Yahve que él no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez. Yaveh le aseguró que le proporcionaría el apoyo para su obra entregándole las herramientas adecuadas.

Regreso de Moisés a Egipto

Moisés obedeció y regresó a Egipto, donde fue recibido por Aarón, su hermano mayor, y organizó una reunión para avisar a su pueblo de lo que debían hacer. Al principio, Moisés no fue muy bien recibido; pero la opresión era grande y Moisés realizó señales para que su pueblo lo siguiera como un enviado de Dios. Según el relato bíblico, lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos. De hecho, estos no obtuvieron el permiso para partir hasta que Dios envió diez plagas sobre los egipcios. Estas plagas, culminaron con la matanza de los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que se ordenó a los hebreos irse para realizar sacrificios a su Dios.

Pueblo de Israel cruzando el mar Rojo

Travesía del mar Rojo

Al quinto día del pueblo de Israel haber salido de Egipto, el faraón salió en su búsqueda con un gran ejército, dándoles alcance cerca del mar Rojo. Atrapados entre el ejército egipcio y el Mar Rojo, los hebreos se desesperaron, pero Dios dividió las aguas del mar por mediación de Moisés, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los egipcios. Los judíos lograron escapar de la esclavitud en Egipto.

En el Monte Sinaí

Dios le dio a Moisés los Diez mandamientos en el Monte Sinaí durante la travesía en el desierto de Sinaí. Moisés subió al monte a recibir las tablas del pacto, y estuvo ahí 40 días. Dios le dio dos tablas de piedra escritas con Su dedo. (Deuteronomio 9:9-10, Éxodo 31:18).

Estas tablas de la ley recogían los Diez mandamientos, unas leyes básicas de obligado cumplimiento para todo el pueblo hebreo. Además de ello, le dio una serie de leyes menores que deberían ser también observadas. Cuando Moisés bajó a notificar a su pueblo, descubrió que en su ausencia habían fundido todo el oro y habían construido un becerro de oro, representación del dios egipcio Apis y le veneraban. Moisés montó en cólera, arrojó a su pueblo las tablas de la ley ( se rompieron) y quemó la estatua de oro.

Muerte de Moisés

Luego de cuarenta años de vagar por el desierto, Dios al ver la dureza de corazón de su pueblo, prohibió la entrada de todo varón de guerra (mayores de 20 años) a la tierra de promisión, incluyendo al mismo Moisés quien solo se le permitió verla desde lo alto de un monte (Horeb). Los hebreos de aquella generación murieron en el desierto dejando sus huesos en este. Cuando murió Moisés, a la edad de ciento veinte años, fue llorado por su pueblo durante treinta días y treinta noches, su sepulcro jamás ha sido hallado.

Fuentes