Monasterio de San Victorián

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Monasterio de San Victorián
Información   sobre la plantilla
Monasterio-de-san-victorian.jpeg
TipoMonasterio
UbicaciónEl Pueyo de Araguás (Huesca), Bandera de España España
Uso
OrdenExclaustrado
Arquitectura
Construcciónsiglos XVI-XVIII
Estilo arquitectónicoRománico y barroco

Monasterio de San Victorián Lugar de culto en España

Cerca de Aínsa (H.), creado en el siglo XI, aunque la tradición asegura que es anterior. Recibió el Monasterio de Santa María de Obarra y otros más. El templo románico fue sustituido por otro gótico, que en el siglo XVIII fue enmascarado por uno barroco.

Arte

Se encuentra en una de las laderas surorientales de la Peña Montañesa, en el término del lugar de Los Molinos (H.) y a pocos kilómetros de Aínsa. Del que fue principal cenobio de Sobrarbe en la Edad Media no quedan a la vista más que algunos fragmentos de muros junto a la actual iglesia y un pequeño relieve muy deteriorado, con la imagen sedente de un santo, enmarcada en una mandorla, que se halla incrustado sobre el dintel de la puerta de la torre.

El conjunto monástico estaba formado principalmente por edificaciones fechadas en los siglos XVI y XVIII, de las que la mayoría se encuentra en completa ruina, como la iglesia desmantelada por el Obispado de la Diócesis de Barbastro a comienzos de la década de 1950. Consiste en una planta de cruz latina, con tres naves divididas en cuatro tramos, con otras tantas capillas muy poco profundas en cada lado, crucero y cabecera recta con dos sacristías laterales. En el lado meridional se eleva una torre-campanario junto al crucero y entre ésta y la cabecera de la iglesia hay un pequeño claustro rectangular que aparece rodeado por la antigua casa abacial, en cuya puerta, finamente labrada en arco de medio punto, campea el escudo del monasterio y la fecha de 1575.

Historia del edificio

La iglesia fue construida en torno a los años de 1734 y 1736, según fechas esculpidas en el exterior del crucero y cabecera. Desaparecieron todas las cubiertas, aunque conserva el costillar de los arcos perpiaños que en la nave central son en ladrillo y de medio punto, y en las laterales, en piedra sillar y apuntados, así como las pequeñas bóvedas de cañón apuntado en las capillas laterales. La fábrica de la iglesia es de piedra sillar en una parte del muro sur y en los marcos de puertas y ventanas, y en el resto, de sillarejo más basto. Destaca por su ornamentación la puerta meridional, en el tercer tramo, que tiene forma de arco de medio punto con un frontón mixtilíneo y el escudo con las armas reales en el tímpano. En el interior se conservan restos de la decoración en estuco en los capiteles compuestos de las pilastras de la nave central, en la embocadura de los arcos formeros, decorados con una tupida cenefa de motivos de cardinas y algunas rocallas, en las pechinas del crucero, donde aparecen representados los cuatro Padres de la Iglesia y, por último, sobre las puertas de las sacristías se encuentran casi arruinadas las figuras en altorrelieve de los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio, protectores del monasterio y patrocinadores de estas obras. Bajo la sacristía del lado sur hay una cripta en enterramientos de nichos. También en el brazo norte del crucero había un mausoleo en hornacina con un sepulcro que según una inscripción, hoy desaparecida, contenía los restos de Íñigo Arista y Gonzalo, considerados los primeros reyes de Sobrarbe.

El mobiliario y objetos litúrgicos más valiosos del monasterio de San Victorián fueron trasladados a la catedral y al palacio episcopal de Barbastro, donde se conserva el retablo mayor de diecisiete tablas con escenas de la vida de San Victorián, pintadas en el siglo XVI y montadas en una mazonería barroca, así como otros cuadros, entre ellos un apostolado con figuras de medio cuerpo pintadas sobre lienzo, una mitra del siglo XI, confeccionada en lino con cruces bordadas en lana roja y un galón tejido con hilos de oro armando estrellas de seis puntas y aves afronadas, y otras jocalías. La sillería del coro bajo, que estaba montado entre el segundo y tercer tramo de la nave, fue trasladada a la iglesia parroquial de Boltaña. Es una obra del siglo XVIII, con escenas de la vida del santo abad labradas en los respaldos, enmarcadas por una decoración vegetal y geométrica. Otra parte del mobiliario de menor interés como frontales barrocos de altares, juegos de candelabros, sacras, etc., fue repartida entre las iglesias de las parroquias de la diócesis.

Aproximadamente a una hora de camino hacia el este del monasterio, se encuentra en la abrupta ladera de la Sierra de Ferrera la ermita de La Espelunca. Se trata de una cueva abierta en una pared rocosa a la que, a finales del siglo XVII, siendo obispo de Barbastro el antiguo monje benedictino fray Íñigo Royo, se le adosó una pequeña nave cubierta con una cúpula de ocho paños. Según la leyenda, en esta ruta se ubicó el primitivo cenobio de San Victorián.

Fuentes