Monasterio del Ecce Homo

Monasterio del Ecce Homo
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Obra Arquitectónica  |  (Edificio)
Monasterio del Ecce Homo.jpg
Convento dominico
Descripción
Tipo:Edificio
Localización:Boyacá Bandera de Colombia Colombia
Uso inicial:Monasterio
Datos de su construcción
Inauguración:15 de marzo de 1620

Monasterio del Ecce Homo. Convento dominico del siglo XVII situado en el municipio de Sutamarchán del departamento de Boyacá, Colombia. Fue fundado por los dominicos el 15 de marzo de 1620, un Domingo de Ramos, como centro de evangelización y casa de reposo alejada de los núcleos urbanos, donde se pudieran recluir, con el mínimo de costos, los frailes de edad avanzada.

El monasterio tomó el nombre del cuadro de Jesucristo o Santo Ecce Homo (He aquí el hombre) que fue obtenido en un saqueo a Roma, en 1527, y traído por el soldado español Juan Mayorga.

En 1998 es declarado patrimonio arquitectónico en la lista de bienes culturales de Colombia y fue finalista en el concurso del periódico El Tiempo en el 2007 para definir las siete maravillas de Colombia.

Características generales

Este tipo de “convento” se describe de la siguiente manera: una iglesia adyacente a un patio rodeado de las alas para el alojamiento y un claustro cercado por una serie de corredores cubiertos que dan hacia un patio interior. Los conventos alejados de la urbe, como éste, son escasos, pues generalmente se construían en las ciudades en grandes áreas de terreno, donde se incluía el huerto y un solar para la manutención de los animales domésticos.

Interior del Monasterio

La similitud de los paisajes de la región con algunos parajes de Castilla y Andalucía y el clima tan particular, se convirtieron en un factor importante para la elección del lugar, y para tal efecto fueron donados los "aposentos" por el señor Juan de Mayorga. El trazado general se hizo con los planos dibujados "a mano alzada" por los padres Prior Fr. Juan de Castro Rivadeneira y Esteban Santos, aunque diferentes maestros y arquitectos trabajaron a lo largo de los 45 años de su construcción. La escasez de ladrillo en la región obligó a utilizar piedra en su fabricación, lo que explica la apariencia dura de la arquitectura exterior del convento.


Entre 1658 y 1661 se levantó la iglesia, bajo la supervisión de Simón de la Cruz y Cristóbal Morales. La planta de la iglesia, la que se cree iba a tener mayor tamaño, es de gran sencillez y mediante un arco toral se divide el espacio para separar la nave del presbiterio. El claustro, como es común en los de la orden dominica, está formado por cuatro galerías que abarcan el cuadrilátero del patio y posee una arquería de columnas "dórico-toscanas" de elegante modulación espacial.

Al parecer la construcción de la fachada de la iglesia se hizo a principios del siglo XIX, influenciada por un sentido "anticlásico". Una desafortunada restauración privó al templo de su fachada principal, trabajada en yesería y ladrillo recubierto con cal; también se perdió en ésta su revestimiento y lenguaje decorativo. Los detalles ornamentales y constructivos, en especial el arco toral, las techumbres de par y nudillo y los lienzos de muro plano sin molduras, se consideran como el último florecimiento del arte mudéjar en la Nueva Granada.

Descripción física

El conjunto está compuesto por tres elementos importantes o espacios principales, el cementerio (el cielo), la iglesia (Dios) y el claustro. La iglesia conventual del siglo XVII de proporciones en planta 1:3 conforma el volumen principal, con capilla lateral añadida a finales del mismo siglo; se destaca en este espacio el artesonado de concepción mudéjar. Presenta antecapilla o capilla abierta en el acceso de la nave. El cementerio está oculto tras un muro, al cual se accede por medio de una portada con el escudo de la comunidad. El claustro se desarrolla sobre el costado de la epístola, formado por cuatro galerías de diversas longitudes, que abarcan el cuadrilátero del patio.

Materiales y técnicas

El sistema constructivo del conjunto es una estructura de gruesos muros de piedra y ladrillo, columnas de piedra talladas en una sola pieza, que soportan una armadura de madera sobre la cual va la cubierta.

En el interior todos los muros son pañetados y pintados de blanco; en el exterior por el contrario los muros están al descubierto, mostrando su fábrica de ladrillo y piedra. Los marcos de puertas y ventanas son de madera con barrotes en hierro. Los pisos del templo y los corredores del claustro son de ladrillo y tablón cocido.

Historia

Fue fundado en 1620 y es conocido como el Monumento Universal del Silencio. El valle donde se localiza es apacible, solitario y semidesértico. El monasterio tomó el nombre del cuadro de Jesucristo o Santo Ecce Homo (He aquí el hombre) que fue obtenido en un saqueo a Roma, en 1527, y traído por el soldado español Juan Mayorga.

La fundación de este lugar se dio a través del sueño de Catalina Mayorga Casallas, hermana de Juan, quien heredó la encomienda que tenía su padre Juan Mayorga Salázar. La revelación se dio en abril de 1600 a través del apóstol San Bartolomé, quien le pidió a Catalina que debía fundar un convento donde se encontraba una imagen de Jesucristo. Por esta época los frailes dominicos iniciaban su trabajo como misioneros en la región y 20 años después les fue concedido el terreno. La construcción inició en 1650 y finalizó en 1695. Allí también se creó la Escuela De Cristo para los niños indígenas. En 1816 las tropas patriotas al mando del general Serviez expulsan a los frailes y ocupan el convento. Semanas después lo tomaron las tropas realistas y cinco años más tarde el gobierno se apoderó del convento y lo anexó al Colegio de Boyacá. El convento pasó a manos de particulares y luego fue recuperado por los Dominicos en 1868. En 1816 hubo un intento de llevarse la imagen de Santo Ecce Homo, para Tunja. Pero en 1909 el cuadro es sustraído y llevado a Sutamarchán, donde permanece. En 1910 se restaura la vida conventual y en 1959 la Foyer de Charité tomó el convento para realizar retiros espirituales y convivencias. La tercera restauración se da en 1966 e incluye la construcción de la poceta central de cuatro metros de profundidad, similar al pozo de Jacob, que recuerda el encuentro de Jesús con la Samaritana.

En 1998 es declarado patrimonio arquitectónico en la lista de bienes culturales de Colombia. [1]

Referencias

  1. Santo Ecce Homo revela sus secretos. Disponible en: El Tiempo. Consultado el 27 de septiembre de 2017

Fuentes