Museo del Ferrocarril de Cuba

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Museo del Ferrocarril de Cuba
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Estación Cristina
Fundación:19 de noviembre de 2000
Apertura:19 de noviembre de 2000
Tipo de unidad:Institución cultural
País:Bandera de Cuba Cuba
Sede:Estación Cristina
Empresa Matriz:Empresa de Cultura
Dirección:Cristina y Arroyo, Habana Vieja, Ciudad de La Habana

Museo del Ferrocarril de Cuba. Institución con sede en la Estación Cristina, en la Habana Vieja que recoge la historia del ferrocarril en Cuba. Se encuentra ubicada en la que fuera la estación principal de la Empresa Ferrocarril del Oeste, fundada en 1859 y que desde noviembre de 2002 ha sido declarada Monumento Nacional. Este museo inaugurado el 19 de noviembre de 2000 exhibe la historia del primer ferrocarril de Iberoamérica, permitiendo a sus visitantes, apreciar la variedad de equipos, instrumentos, y documentos del sistema ferroviario cubano en diferentes épocas.

Historia

La instalación del llamado “camino de hierro” en Cuba significó un gran paso de avance para el desarrollo económico y comercial de la Isla, pues con la presencia del ferrocarril se acortaba el tiempo utilizado en recorrer las distancias, y más tarde se utilizó para facilitar la transportación masiva de pasajeros de un punto a otro del territorio. El domingo 19 de noviembre de 1837, los representantes del gobierno colonial español en “la siempre fiel Isla de Cuba” inauguraron el primer tramo de la vía férrea, que unió a la capital con el poblado habanero de Bejucal, gracias al Conde de Villanueva, 11 años antes de que España tuviera el suyo, entre Barcelona y Mataró.

Esto constituyó un suceso de primer orden, pues ocurría en una importante colonia de América antes que en la metrópolis europea, conocida por entonces como la Madre Patria, Cuba sería el primer país de Hispanoamérica, el segundo de América y el sexto a nivel mundial en poseer ferrocarriles. Un año después, el 19 de noviembre de 1838, se extendió en 29 millas el camino de hierro, con la apertura del segundo tramo del ferrocarril habanero, que cubría la distancia entre las poblaciones de Bejucal y Güines.

Cristina fue la estación principal de la Empresa Ferrocarril del Oeste, compañía fundada en 1859 por la familia Pedroso, de la vieja oligarquía terrateniente habanera y toma su nombre de la propia calle donde se encuentra ubicada, nominada así en honor a la gobernadora Doña María Cristina de Borbón, Regente del Reino de España. La edificación actual se terminó en el año 1902 y conserva buena parte de los elementos originales.[1]

Interior del Museo

El Ferrocarril del Oeste comenzó a prestar servicios desde la Estación Cristina en 1861, con la inauguración del primer tramo entre Cristina y Calabazar, de 12,9 km de extensión. A fines del siglo XIX la empresa es adquirida por capital inglés y comienza a llamarse: Western Railway of Havana. La fusión con Ferrocarriles Unidos comienza en la primera década del XX, con la adquisición de la mayoría de las acciones, a fin de unificar las vías de la capital y construir la empresa Havana Terminal, que construyó la Estación Central, pero la personalidad jurídica de la empresa se mantiene hasta principios de los 20.

Para 1912 cesan las operaciones de pasajeros en Cristina como resultado de la apertura de la Estación Central de los Ferrocarriles. En la década de 1930, Cristina es utilizada como depósito de equipos de arrastre en desuso. A finales de la década de 1980 del siglo XX, comienza la restauración de Cristina, para dedicarse en lo sucesivo a estación terminal de trenes urbanos y suburbanos.

El Museo del Ferrocarril de Cuba se inauguró el 19 de noviembre de 2002. El mismo día de la inauguración, la estación Cristina fue declarada Monumento Nacional. El objetivo del museo fue y es: dar a conocer la historia del ferrocarril cubano y apreciar la variedad de equipos, instrumentos, y documentos del sistema ferroviario cubano en diferentes épocas. En 2002, año del 165 aniversario del ferrocarril cubano, dicha Estación es declarada Monumento Nacional. En este singular museo se pueden apreciar equipos, instrumentos y documentos del sistema ferroviario cubano en diferentes épocas y la estación en sí misma.

Colecciones

Locomotoras

En el museo se exhiben locomotoras de vapor de vía ancha y estrecha, también diesel y eléctricas, fotografías, documentos, medios utilizados para el movimiento de trenes, señales, etc. Una de las piezas más emblemáticas del museo es la locomotora nombrada "Locomotora La Junta" construida en 1842, y llegada a Matanzas en enero de 1843. Ella fue, desde 1843 hasta la década del 90 —cuando sale de servicio— la locomotora no. 1 de un ferrocarril matancero denominado Ferrocarril de Matanzas. Entre finales del XIX y principios del XX, Ferrocarriles Unidos de la Habana adquiere y unifica los ferrocarriles de la provincia Matanzas, y cuando construye la Estación Central, lleva hacia ese lugar a dicha Locomotora La Junta.

Además, el museo posee un espacio que reproduce la sala de operaciones de una estación de la primera mitad del siglo XX y exhibe locomotoras de vapor, eléctricas y de diesel de diferentes épocas, así como una grúa de vapor y vagones de carga y pasajeros.[2]

En la Galería se muestran equipos de comunicación y señalización de vías, obras, operaciones y construcción. También se exponen máquinas y herramientas vinculadas al ferrocarril, así como fotos y otras piezas relacionadas con el movimiento obrero en el sector ferroviario, mientras que la Sala de Ferromodelismo cuenta con maquetas y equipos ferroviarios realizados con diversos materiales y en varias escalas. Asimismo el museo cuenta con una biblioteca y una hemeroteca, ambas especializadas, donde se encuentran materiales documentales sobre la historia del ferrocarril en Cuba.[3]

Sala Principal

"La Junta". Museo del Ferrocarril de Cuba.

Está presidida por La Junta, una de las más emblemáticas piezas que atesora el museo. Es la locomotora más antigua conservada en Cuba con 166 años y casi todas sus piezas originales. Posee el título, junto con el yate Granma, de Monumento Nacional, y es la mejor conservada en la actualidad.

El nombre original de esta locomotora es La Junta de Fomento, en reconocimiento a la magna obra del Conde de Villanueva. Su debut en Matanzas ocurrió el 16 de agosto de 1843. Más del 70 por ciento de sus piezas actuales son las originales. Fue comprada en Estados Unidos para la Empresa del Ferrocarril de Matanzas, entre finales de 1842 y principios de 1843, por 6 700 dólares. Su constructor fue Thomas Rogers, un importante fabricante de locomotoras de vapor del siglo XIX en Norteamérica. La encargó Alfred Cruger, el ingeniero que proyectó y construyó el primer ferrocarril cubano —séptimo del mundo— de La Habana a Güines, y quien fuera, además, el encargado de las obras del ferrocarril de Matanzas a Sabanilla.

"La Junta"

La Junta llegó a Cuba a principios de 1843. Se puso a prueba, con pequeños viajes, los días 12 y 13 de mayo, en la ciudad de Matanzas, y el 1 de noviembre de ese mismo año comenzó a prestar servicio regular de carga y pasajeros. Fue la locomotora insignia del Ferrocarril de Matanzas y ostentó el Nº 1 durante varias décadas. En 1864 La Junta se mantenía en activo, aunque con escasa capacidad de trabajo en comparación con máquinas más modernas. No se conoce la fecha en que la locomotora dejó de prestar servicios, pero se mantuvo en exhibición, y en perfecto estado de conservación, en la estación matancera de Sabanilla hasta 1912, cuando fue enviada a la recién estrenada Estación Central de La Habana. A finales de la década de 1970 del siglo XX, fue traslada al Parque Lenin.

En 1987, año del 150 aniversario del primer ferrocarril cubano y de la celebración del XVII Congreso Panamericano de Ferrocarriles, La Junta fue sometida a una reparación profunda; se prendió su caldera y hasta caminó algunos metros. Volvió a la Estación Central de La Habana en 1990, donde se mantuvo expuesta al público hasta noviembre del 2002, momento en que fue traslada a su actual ubicación en la Estación de Cristina, sede del Museo del Ferrocarril de Cuba.

Otras salas

Maqueta del taller de la Estación

La Sala Estación reproduce la sala de operaciones de una estación de la primera mitad del siglo XX. En la Galería se muestran equipos de comunicación y señalización de vías, obras, operaciones y construcción. También se exponen máquinas herramientas vinculadas al ferrocarril, así como fotos y otras piezas relacionadas con el movimiento obrero en el sector ferroviario.

Una exposición de maquetas y equipos ferroviarios realizados con diversos materiales y a varias escalas, se puede apreciar en la Sala de Ferromodelismo.

Maqueta de una estación

En las Carrileras 1 y 2 se exhiben locomotoras de vapor, eléctricas y diesel de diferentes épocas, así como una grúa de vapor y vagones de carga y pasajeros. Asimismo, en el Vagón Taíno, se muestra Del vapor al diesel, primera mitad del siglo XX, exposición de fotos de archivo y fotos del fotógrafo y maquetista ferroviario Wilfredo Díaz.

Una de las piezas con que cuenta el museo es la locomotora conocida como Manning —nombre de la fábrica inglesa que la construyó—, construida en 1873, actualmente la segunda más antigua conservada en Cuba, la única locomotora de vapor inglesa que se conserva en el país, y de las más antiguas de la fábrica Manning que se conservan en el mundo. Algunas piezas fueron localizadas y recogidas en una proceso de investigación de arqueología industrial ferroviaria, sin precedentes en Cuba, en los alrededores del central Gregorio Arlee Mañalich, antiguo Mercedita, al sur de la Habana, y correspondían a esta locomotora. Con el rescate realizado, se procedió a rearmar la locomotora, según planos originales de la casa constructora. Esta obra, presentada al concurso Patrimonio Histórico Ferroviario que por años celebraron el Museo del Ferrocarril de Cuba y la Dirección de Transporte Ferroviario del MITRANS —hace varios años suspendido—, ganó premio, fue donada por los autores, Grupo Arpa, al museo, donde se exhibe la locomotora como la segunda más antigua conservada en Cuba. Además, el texto se integró al libro: Trocha 1435, publicado por el Instituto Cubano del Libro. En la década del 60 le fue desarticulado el motor de vapor y fue convertida a diésel; posteriormente fue abandonada, ya sin uso, en las cercanías del central. [4]

Otra de las locomotoras destacadas en la institución es la “Insignia”. Cada 29 de enero se celebra en Cuba el día del Trabajador Ferroviario debido a que en esa misma fecha, pero del año 1975, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en ella realizó la inauguración del primer tramo reconstruido y modernizado de la Línea Central del ferrocarril cubano, obra que requirió una inversión millonaria. Esa locomotora es la insignia del Ferrocarril cubano, representa un hito trascendental del ferrocarril en la Revolución.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

Fuentes