Neuralgia de Arnold

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Neuralgia de Arnold
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La neuralgia de Arnold es un trastorno que produce dolor en la parte de atrás de la cabeza que irradia hacia adelante hasta el ojo del mismo lado, se ubica en un solo lado.

Neuralgia de Arnold

La neuralgia de Arnold es un trastorno que produce dolor en la parte de atrás de la cabeza que irradia hacia adelante hasta el ojo del mismo lado, se ubica en un solo lado. Es una condición muy común, que suele confundirse con problemas como la migraña y las afecciones de la columna cervical. Este dolor que puede durar varios días e incluso semanas si no se trata adecuadamente.

Causas

El dolor en el cuello y cabeza puede venir de cualquier enfermedad o trastorno en cualquier estructura del cuello. Hay 7 vértebras cervicales que rodean la médula espinal. Entre las vértebras existen discos, estando los nervios del cuello situados muy cerca. En el cuello existen varias estructuras: músculos, arterias, venas, glándulas linfáticas, tiroides, paratiroides, esófago, laringe y tráquea. Algún tipo de patología en estas zonas podría provocar dolor de cuello y/o de cabeza.

En la neuralgia de Arnold se da una presión, irritación o inflamación de los nervios occipitales, por múltiples causas. Con frecuencia es complicado encontrar la causa exacta que la ha provocado. Esta condición puede aparecer espontáneamente (primaria) o bien, estar provocada por otros factores (secundaria). Por ejemplo, lesiones traumáticas, tensión muscular o ciertas enfermedades. A continuación, podrás ver las patologías más comunes que se asocian a neuralgia de Arnold:

  • Traumatismos en la parte posterior de la cabeza o en el cuello.
  • Contractura o tensión en los músculos que rodean los nervios occipitales, haciendo que éstos se encuentren comprimidos.
  • Artrosis: una afectación del cartílago en la que éste se va desgastando. Los cartílagos amortiguan las uniones entre un hueso y otro, permitiendo el movimiento.
  • Pinzamiento de uno de los nervios occipitales.
  • Neuritis por herpes zóster.
  • Infecciones.
  • Problemas degenerativos en las cervicales que aprisionen los nervios occipitales, las raíces cervicales superiores o la raíz ganglionar.
  • Malformaciones o poca estabilidad en la unión entre la primera vértebra de la espina dorsal (atlas) y el axis (la vértebra que está justo debajo).
  • Posturas inadecuadas, como la hiperextensión cervical sostenida.
  • Gota. Es un tipo de artritis en el que se acumula ácido úrico en distintas zonas del cuerpo.
  • Diabetes.
  • Inflamación de los vasos sanguíneos del cuello o cabeza.
  • Tumores en el cuello que compriman el nervio occipital.
  • Esclerosis múltiple.

Síntomas

El síntoma principal es un dolor que suele ser continuo, ardiente y palpitante. Pueden experimentarse calambres u hormigueo, o aparecer de manera intermitente. Es un dolor muy semejante al de la neuralgia del trigémino (sólo que éste último se da en la cara). Se extiende desde la base del cráneo hasta la parte posterior de la cabeza. Con frecuencia se da en un lado de la cabeza, aunque puede ocupar ambos lados. Los episodios de dolor pueden durar desde horas hasta días. Muchos pacientes indican sufrir un ciclo de dolor-espasmo-dolor. En algunos casos, puede presentarse un cuero cabelludo extremadamente sensible. Estos pacientes pueden notar parestesias (hormigueo) en esta zona; así como molestias al peinarse, lavarse el cabello o incluso apoyar la cabeza sobre la almohada.

Otros síntomas son:

  • Dolor al rotar o extender el cuello. Así como dificultades para moverlo.
  • El dolor se puede evocar presionando los nervios occipitales, entre la nuca y la base del cráneo.
  • Mareos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Sensibilidad a los sonidos.
  • En ocasiones, el dolor puede rodear a los ojos.

Epidemiología

La presentación del dolor es atípica, por lo que se considera una enfermedad infrecuente. Generalmente se realiza el diagnóstico en la quinta década de la vida y suele afectar a las mujeres.

Diagnóstico

Es común que la neuralgia de Arnold se confunda con migrañas. De hecho, si se diagnostica y trata como una migraña, estos pacientes sentirán que el tratamiento no ha sido efectivo. Es muy importante que se realice un diagnóstico adecuado para poder desarrollar un buen tratamiento. La “International Headache Society” (Headache Classification Committee, 2004) indicó que los criterios diagnósticos para la neuralgia de Arnold son: dolores punzantes paroxísticos (dolor interno que comienza y termina de manera repentina) que puede ser persistente o no. Éste dolor se sitúa en la distribución de los nervios occipitales mayor, menor y/o tercer nervio occipital. Además, éste se encuentra más sensible. Lo fundamental para el diagnóstico, es que el dolor se alivia temporalmente bloqueando el nervio a través de un anestésico.

En primer lugar, el médico hará preguntas sobre antecedentes médicos o lesiones que se hayan sufrido en el pasado. Por otro lado, llevará a cabo un examen físico. Consiste en presionar con firmeza la parte posterior de la cabeza y los alrededores para comprobar dónde se localiza el dolor. La prueba definitiva es la inyección de un fármaco anestésico en el nervio implicado. Si se alivia el dolor, es probable que se trate de neuralgia de Arnold. En algunas ocasiones, se hacen pruebas escáneres para observar el estado de las cervicales. Suelen utilizarse la tomografía computarizada o la resonancia magnética. Éstas son útiles para comprobar si el nervio occipital está siendo comprimido. En casos que se sospeche de otra patología (como diabetes) que haya podido causar la neuralgia de Arnold puede ser conveniente realizar un análisis de sangre.

La neuralgia de Arnold puede confundirse con otras causas de dolor de cabeza

Existen otras enfermedades que pueden producir dolor en la parte posterior de la cabeza y que por lo tanto pueden confundirse con la neuralgia de Arnold. Las dos que con mayor frecuencia pueden diagnosticarse de forma errónea son la migraña y la cefalea tensional.

Diferencias entre la neuralgia de Arnold y la migraña

Es muy común que los pacientes llamen migraña a cualquier tipo de dolor de cabeza. La migraña es una entidad muy característica, que tiene diferencias importantes con la neuralgia de Arnold:

  • La migraña ocurre en forma de crisis que dura desde horas a pocos días tras lo que desaparece por completo. La neuralgia de Arnold puede durar muchos días sin alivio.
  • El dolor de la migraña es como un latido que se presenta en uno de los lados de la cabeza. La neuralgia es un dolor como una presión o una ráfaga que se ubica en la parte de atrás de la cabeza, detrás de la oreja.
  • La migraña se desencadena por algunos alimentos, la neuralgia de Arnold se origina tras un traumatismo o malas posturas.
  • Los pacientes con migraña saben cuando comienza la crisis, eso se conoce como aura. Es una especie de aviso que puede ser un destello de luz o algo que la persona siente. Esto no existe en la neuralgia.

Diferencias entre la neuralgia de Arnold y la cefalea tensional

La cefalea tensional es un trastorno que produce dolor en la parte posterior de la cabeza y la nuca. En este caso el dolor es debido a la tensión de los músculos del cuello que se insertan en la base del cráneo, como es el caso del músculo trapecio. Este dolor abarca toda la parte de atrás de la cabeza y cuello, es decir, afecta a ambos lados y se describe como una sensación de presión. Quien lo padece acude a consulta refiriendo que siente “como si tuviera un casco apretado en la cabeza”. Es posible que una persona con neuralgia de Arnold tenga a una cefalea tensional en forma simultánea. En este caso sentiría dos dolores distintos, el opresivo en el cuello y el corrientazo que va del cuello hacia el ojo.

¿Por qué se inflama el nervio de Arnold?

Este trayecto nervioso se afecta ante ciertas condiciones que incluyen:

  • Malas posturas. Mantener la cabeza en extensión por mucho tiempo (es decir mirar hacia arriba con la cabeza hacia atrás), por ejemplo al limpiar ventanas, ordenar armarios, pintar, arreglar paredes, trabajar con el computador por tiempo prolongado en un postura inadecuada.
  • Traumatismos. Es posible que el nervio se inflame después de traumatismos en la cabeza o el cuello.
  • Tensión emocional. La tensión emocional se manifiesta de forma distinta en cada persona. Algunos sufren de gastritis, otros del colon y un gran numero de personas lo manifiestan como tensión en los músculos del cuello. Esta tensión sostenida de los músculos comprime el nervio inflamándolo, lo que produce dolor.
  • Alteración en la normal anatomía de las vértebras. Los procesos como la artrosis, espondilitis y varios trastornos reumáticos pueden afectar la dinámica de la columna cervical originando una neuralgia de Arnold.

Tratamiento

Una vez diagnosticada la neuralgia de Arnold, el objetivo del tratamiento es interrumpir la tensión excesiva sobre el nervio y reducir el dolor. Si esta condición está provocada por otras patologías, lo mejor es tratar la enfermedad que la causa. Puede parecer contradictorio, pero el descanso total no es del todo beneficioso. Se enseñará al paciente a realizar ejercicios en los que mueva poco a poco el cuello. Suele ser necesaria la intervención fisioterapéutica. Para aliviar el dolor temporalmente, se aconseja aplicar calor a la zona trasera del cuello. También es recomendable realizarse un masaje para reducir la tensión en los músculos del área afectada. Además, es posible optar por acupuntura. Otro consejo es mantenerse descansado, durmiendo en una habitación tranquila. El colchón y la almohada deberán ser cómodos y de calidad. En episodios de dolor agudo, podrían tomarse medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno para aliviar los síntomas. Esto no eliminaría la causa del problema. Si el dolor es muy intenso y dichos medicamentos no hacen efecto, el médico puede recetar otro tipo de medicamentos. Si es sordo y continuo, puede prescribirse indometacina (antiinflamatorio). Por otro lado, puede optarse por relajantes musculares, medicamentos anticonvulsivos (gabapentina, carbamazepina; que son anti-neurálgicos), antidepresivos, e incluso inyecciones de cortisona. La técnica que actualmente da mejores resultados para suprimir el dolor es el bloqueo del nervio occipital. Para ello, se infiltra en el nervio betametasona (antiinflamatorio) y lidocaína (anestésico). Según indican Weiss et al. (2009), el dolor se alivia durante los primeros minutos pudiendo desaparecer para siempre en ciertos casos. Normalmente los pacientes pueden necesitar unas dos o tres inyecciones durante semanas para eliminar el dolor. También puede ocurrir que el dolor reaparezca más adelante, requiriendo una nueva serie de inyecciones. Este procedimiento posee pocos efectos adversos, aunque en una minoría de pacientes se han encontrado algunas reacciones inmediatamente después de la infiltración. Por ejemplo: mareos o punción en la arteria occipital. A largo plazo, los síntomas secundarios pueden ser alopecia, atrofia de la piel y pérdida de la pigmentación en el área de la punción. En el caso en el que el dolor no desaparezca con ninguno de los tratamientos mencionados, se puede optar por la cirugía. No es frecuente que se recurra a estos métodos, y hay que sopesar sus riesgos y beneficios. Las principales intervenciones quirúrgicas son: – Descompresión microvascular: en este método se realiza a través de microcirugía. El médico detecta y ajusta los vasos sanguíneos responsables de la compresión de los nervios. De esta forma, se desplazan suavemente estos vasos sanguíneos fuera del punto de compresión. Esta técnica puede disminuir la sensibilidad, permitiendo que los nervios se recuperen y se acomoden de manera adecuada. Los principales nervios que se tratan son los ganglionares, postganglionares y la raíz nerviosa C2. – Estimulación del nervio occipital: se trata colocar un neuroestimulador en los nervios occipitales, en la base del cráneo. Éste dispositivo, una vez colocado debajo de la piel, emite impulsos eléctricos a la zona dolorosa. Los impulsos eléctricos impiden que los mensajes de dolor viajen desde los nervios occipitales hasta el cerebro. Lo positivo de este procedimiento es que es poco invasivo. Además, no produce daños permanentes en los nervios ni estructuras cercanas.

Consejos para aliviar el dolor producido por la neuralgia de Arnold

Este dolor suele ser bastante molesto, lo que lo hace desesperante. Por lo que vamos a compartir una serie de consejos para ayudarles a aliviarlo mientras acuden para ser evaluados y tratados por el especialista.

  • Aplicar calor. EL calor alivia la tensión muscular asociada, lo que disminuye la compresión sobre el nervio. La mejor forma de aplicar calor es humedecer una toalla pequeña en agua caliente y colocarla a novel de la parte de atrás de la cabeza. El calor húmedo es mejor que el calor seco que se obtiene colocando directamente una fomentera o manta eléctrica (aquí encontrarás la más conveniente para aliviar este tipo de dolor).
  • Masaje de los músculos del cuello. Luego de aplicar calor puede ser recomendable dar un suave masaje en los músculos del cuello.
  • Aplicar hielo sobre el foco del dolor. Algunos pacientes se benefician de esta tecnica, consiste en tomar una piedra de hielo y hacer un masaje suave circular a ambos lados de la base del cráneo, en el punto donde emerge el nervio. El hielo produce un efecto anestésico y anti inflamatorio que es de gran ayuda.
  • Colocar un analgesico local. Despues del frio o calor y el masaje se recmienda aplicar una crema a base de algún analgésico como diclofenac sódico, también es útil el uso de sustancias homeopáticas como el árnica. Existen preparados que combinan estas sustancias con mentol, lo cual produce una sensación de calor que produce un gran alivio.
  • Cambiar lo que lo originó. Para poder eliminar completamente ese dolor es neceraio identificar que lo origino. No hacemos nada si se hace toda esta rutina y se continúa adoptando posturas inadecuadas o si seguimos manejando mal el estres y la tensión emocional.
  • Hacer estiramientos diarios. Una buena practica es hacer ejercicio diariamente. Se recomienda hacer un ciclo corto de estiramientos del cuello. Hay que hacer todos los movimientos de la cabeza varias veces al día.

¿Qué es mejor para la Neuralgia de Arnold, el frío o el calor?

Este tipo de dolor responde mejor al calor que al frío. Lo ideal es usar una fomentera o manta eléctrica para aplicarlo. Para sacarle mayor provecho hazlo como te explico a continuación:

  • Humedece una toalla en agua tibia – caliente y escurrela bien, procura que sea una temperatura que puedas soportar.
  • Coloca la toalla doblada sobre el cuello y los hombros.
  • Encima de la toalla coloca la fomentera o manta eléctrica. Procura que sea una fomentera que se adapte bien al cuello y los hombros, preferiblemente que los cubra por completo (aquí encontrarás el tipo de fomentera ideal)
  • Mantén el calor por unos 15 minutos. Evita acostarse sobre la manta eléctrica para evitar quemaduras.
  • Realiza esto al menos dos veces al día cuando tengas dolor o incluso si hay tensión en los músculos del cuello aunque no tengas dolor.

Prevención

Existen ciertos hábitos básicos que pueden ser útiles para prevenir la neuralgia de Arnold. Algunos de ellos son:

  • Evitar dormir boca-abajo, con el brazo debajo de la almohada.
  • No hablar por teléfono durante mucho tiempo con el aparato sostenido entre la oreja y el hombro.
  • Procurar no llevar mochilas, bolsas o maletas siempre en el mismo lado. Intentar alternar entre un brazo y otro.

Fuentes