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== Fuentes ==
 
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última versión al 16:47 22 mar 2018

Odinofagia
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Odinofagia. Es el dolor que se experimenta al tragar alimentos sólidos y líquidos, así como en algunos casos la propia saliva. Esta molesta situación muchas veces representa una consecuencia directa de otras enfermedades existentes, así como un síntoma más de posibles inflamaciones de los músculos, mucosa y tejidos esofágicos, bucales y de la faringe. La intensidad del dolor dependerá de la gravedad de la misma, así como de las características del alimento que se consume.

Fisiología de la deglución

La deglución se divide en tres fases: oral, faríngea y esofágica

  • La fase oral incluye la masticación, la formación del bolo alimenticio y su paso a la faringe.
  • La fase faríngea consta de procesos altamente cordinados — Cierre de la nasofaringe mediante el velo del paladar, elevación y cierre de la laringe, apertura del esfínter esofágico superior (EES) y contracción del músculo faríngeo— que hacen posible la incorporación del bolo al esófago a la vez que impiden su entrada en la vía respiratoria.
  • La llegada del bolo al esófago inicia la fase esofágica, que permite la trasferencia del mismo al estómago gracias a la contracción peristáltica del esófago y la relajación coordinada del esfínter esofágico inferior (EEI).

Síntomas

Los síntomas más claros de la odinofagia, además del dolor general en la faringe y esófago al tragar alimentos líquidos y sólidos, son un ardor intenso y presión sobre los músculos de la zona afectada. Cuando estos síntomas se intensifican severamente, la odinofagia puede causar un caso de disfagia, donde se dificulta cualquier intento de tragar debido al dolor y las sensaciones insoportables.

Causas

Como mencionamos antes, la odinofagia puede ser causada por factores preexistentes, tales como la amigdalitis, la faringitis, la candidiasis, el citomegalovirus, hongos u otras infecciones en el área de la garganta.

Otras causas relevantes para la odinofagia pueden ser las enfermedades dentales, como la estomatitis herpética y la pericoronaritis. Existen medicamentos de composición química muy agresiva que podrían afectar los tejidos en la boca, garganta y esófago, causando también episodios de odinofagia.

La irritación de los tejidos a causa de alimentos sólidos y líquidos muy calientes o muy fríos es otra causa que se detecta con frecuencia. El cáncer y los tumores en la zona de la garganta causan en casi todos los casos odinofagia como uno de los principales síntomas.

Finalmente, la aparición de ulceraciones a causa de enfermedades autoinmunes, tratamientos radioactivos, ingestión de sustancias cáusticas o con alta acidez, reflujo estomacal y gases tóxicos inhalados podrían fácilmente dar paso a casos severos de odinofagia.

Tratamiento

La mayoría de los médicos tratan la odinofagia con un enfoque doble. La razón de esto es que un episodio de odinofagia generalmente es consecuencia de otra patología, por lo que no tiene sentido tratar el síntoma sin prestar atención a la enfermedad subyacente.

Cuando se detecta una infección en la garganta, como la amigdalitis, el escenario más común es tratarla con antibióticos junto con analgésicos orales para calmar la odinofagia y permitir al paciente alimentarse con tranquilidad mientras se sigue el tratamiento.

Los hongos en la boca y la garganta, como lo es en el caso de la candidiasis, se utilizan antimicóticos especiales. Estos hongos y las ya mencionadas ulceraciones podrían aparecer como consecuencias directas de sistemas inmunológicos debilitados. Aquí, el estrés, la diabetes o el VIH/SIDA son determinantes.

En caso de que la odinofagia se deba a la acidez estomacal, se debe indagar en las razones para dicha situación gástrica anómala y tratarla a la mayor brevedad posible.

Si se trata de un tumor cancerígeno, el curso de acción es tratamiento radioactivo, quimioterapia y posible cirugía de extirpación. Desafortunadamente, los agresivos tratamientos para el cáncer causan muchas veces la inflamación de los tejidos, por lo que podría agravar la odinofagia en el corto plazo.

Afortunadamente la odinofagia es, generalmente, es una patología fácil de tratar, pues deriva de causas poco severas como las comunes infecciones de garganta presentes en los resfriados.

Medidas preventivas y cuidados adicionales

La odinofagia es algo relativamente común y por ello existen una serie de medidas preventivas muy efectivas para mantenerla al margen, siempre y cuando no se deba como consecuencia de una enfermedad más grave y su intensidad sea leve.

Lo primero es masticar muy bien los alimentos sólidos que estemos por ingerir. Las piezas grandes de comida podrían lastimar los tejidos de la faringe y esófago, causando lesiones que pudieran causar problemas en el corto plazo. Asimismo, se deben evitar los alimentos sólidos y líquidos que estén muy calientes o muy fríos, pues las temperaturas extremas también causan daños considerables.

Las personas que manipulan sustancias tóxicas deben tener cuidado no solo con no ingerir dichos líquidos, sino con la inhalación de los humos que estas sustancias generalmente emiten. El humo podría irritar o quemar los tejidos de la faringe, causando odinofagia.

Si ya existe un leve dolor, hay que evitar que el mismo empeore. Esto se logra con las medidas anteriores, acudiendo a su otorrinolaringólogo y agregando el triturar dentro de lo posible todos los alimentos en el plato antes de llevárselos a la boca.

Si estamos con una persona que está sufriendo de odinofagia, hay que tener presente las dificultades que la misma experimenta mientras come. Por ello, se debe tener la disposición de actuar en casos de emergencia, como, por ejemplo, una situación de asfixia. Aquí, la maniobra de Heimich es muy útil.

Tipos

Desde un punto de vista eminentemente clínico y práctico, la disfagia se clasifica en dos tipos: orofaríngea y esofágica. En ambos casos puede haber causas de naturaleza orgánica o funcional. Dada la naturaleza de la musculatura que interviene en las fases de la deglución, cuando la disfagia tiene un origen funcional, se asume que la causa afecta al músculo estriado si se trata de una disfagia orofaríngea y al músculo liso cuando se trata de una disfagia esofágica. Las manifestaciones clínicas propias de estos dos síndromes, así como sus consecuencias y su tratamiento, tienen diferencias que justifican que deban ser consideradas por separado en la práctica clínica.

Enfermedades asociadas

  • Infección
    • Virus de inmunodeficiencia humana (VIH)
    • Faringitis (dolor de garganta por lo regular debido a una infección)
    • Candidosis oral (una infección micótica causada por cándida)
  • Algo atorado en la garganta (por ejemplo, una espina de pescado o un hueso de pollo)
  • Problemas con el esófago (detallados a continuación) que pueden causar dificultad para deglutir.
  • Espasmos esofágicos
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • Esófago de cascanueces

Fuentes