Odorología
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La odorología criminalística, ciencia iniciada en el extinto campo socialista, se encarga de detectar y recolectar las huellas olorosas dejadas por el delincuente en el lugar de los hechos. Toda persona al estar en un sitio, o si tiene contacto con algún objeto, sea tocándolo o rozándolo, deja su olor, que es típico, característico; es como una firma química e inequívoca de que estuvo allí.
Sumario
Evolución histórica
En los países del Este de Europa, entre los años 1964-1965 el método comenzó a ser introducido en el trabajo investigativo de los órganos de la Milicia de la República Socialista Federativa de Rusia, siendo las investigaciones de Bezrukov, Vimher, Mairov y Todorov utilizadas para elevar el rol y valor de las huellas de olor en el esclarecimiento de los delitos, con el uso de perros entrenados para el establecimiento y detección de los comisores por las huellas olorosas conservadas y colectadas con ayuda de una jeringuilla y preservadas en frascos de Polietileno. Esta dirección en el uso de las huellas olorosas fue llamada por Bezrukov y colaboradores: Odorología Criminalística.
La idea de los criminalistas soviéticos sobre la posibilidad de colectar, conservar y posteriormente identificar los olores de las personas, surgió a finales de la década de 1960 y fue tomada por los criminalistas del Ministerio del Interior de la antigua República Democrática Alemana, siendo elaborada definitivamente en forma de sistema armónico y adoptada por los órganos de la Policía de ese país. El primer laboratorio de Odorología fue fundado en la ex URSS en 1976.
Primeros conocimientos en Cuba
Los primeros conocimientos sobre la identificación de olores humanos en condiciones de laboratorio con perros especialmente entrenados, surgieron en Cuba entre los años 1970 y 1980, a través de los cursos de preparación de especialistas en los países del Este de Europa, comenzándose a desarrollar las primeras ideas, conceptos, principios y fundamentos teórico-prácticos en la policía a finales de la década de 1980, con el objetivo de su introducción en la práctica pericial.
Conceptos y principios
La Odorología Criminalística es el conjunto de métodos y medios especiales de extracción e investigación de los olores con el objetivo de establecer a través de estos la pertenencia de artículos, huellas u otros objetos a determinada persona fuente de olor.
Las emanaciones olorosas del organismo humano están compuestas por una mezcla compleja de múltiples componentes en la cual entran dos grupos de sustancias: las emanaciones secretoras del organismo y los productos químicos poseedores de una naturaleza diferente y variada. La parte básica del olor lo conforman las emanaciones secretoras y otras sustancias acompañantes y secundarias.
En la formación del olor participan los ácidos grasos de bajo peso molecular y otras. Estos ácidos se forman en el proceso de descomposición fermentativa de la grasa de la piel. De tal manera que el olor en cada persona esta compuesto de un complejo olor propio y sus componentes adicionales olores del medio donde el hombre realiza su actividad laboral, de donde vive, de la ropa, los zapatos, la comida, de los cosméticos, de medicinas, etc.
El olor del hombre en diferentes partes del cuerpo no es igual. Las partes del cuerpo que no están cubiertas de pelos o están cubiertas de poca cantidad, por la conservación de las reglas elementales de higiene emanan apenas un olor perceptible, al mismo tiempo aquellas zonas que están cubiertas de pelos, producen olor de alta intensidad. Esto se basa en que las glándulas que están ausentes en la palma de las manos y planta de los pies, son la base del sistema glandular de la piel de la cabeza, las axilas y el pubis.
Investigaciones realizadas han arrojado que utilizando medios especiales, el olor puede ser conservado sin cambios y lograr su identificación con perros especialmente preparados.
Formación de la huella olorosa
Las huellas olorosas son microhuellas invisibles al sistema sensorial del hombre, pudiéndose imaginar como el proceso de separación de las sustancias olorosas directamente de la fuente de olor o por la anexión de un fragmento de otra huella, conformada como resultado del contacto de la fuente de olor con el portador de la huella.
El valor criminalístico de la información individual que se obtiene de las huellas olorosas se determina por su carácter único, lo que permite seleccionar la fuente de olor, dentro de un grupo grande de personas, encontrar objetos pertenecientes a estas y artículos con los cuales tuvo contacto.
Las huellas olorosas se extraen del Lugar del Suceso con ayuda de absorbentes de olores (paños oloríficos), colocados directamente sobre los presuntos objetos sobre los cuales el autor del delito-fuente de olor tuvo contactos. Este proceso esta precedido de una inspección ocular detallada que permite establecer que artículos fueron objeto de contacto. También pueden ser extraídas de pisos, paredes, techos, etc., por donde el comisor del delito dejó su rastro oloroso. Como principio, las impresiones de las huellas olorosas de los sospechosos son tomadas por especialistas que no hayan tenido que ver con el trabajo de extracción de las huellas olorosas del Lugar del Suceso, en evitación de contaminaciones.
El proceso de diferenciación de las huellas olorosas con las impresiones olorosas de los sospechosos, ocurre en cámaras bajo estrictas condiciones de temperatura y humedad relativa, siendo mantenidas estas condiciones en el archivo de olores.
Valoración de los resultados
La valoración de los resultados de la comparación de olores, ocurre al marcar el perro el olor igual al del sospechoso investigado, luego de realizar varios pases en la fila con los olores del Lugar del Suceso y ejecutado el control de cómo ha trabajado el perro. Como variante de comprobación de los resultados, es utilizado un segundo perro, para corroborar la calidad del trabajo del primero.
Valoración del peritaje odorológico
En la especificidad de la valoración del peritaje odorológico, se debe partir del conocimiento de que el delincuente deja siempre rastros de su presencia, aún sin saberlo o aunque intente enmascararlo y durante la investigación criminalística se deben descubrir huellas, restos y muestras de diversa naturaleza y entre ellas los olores característicos individualizantes de las personas. Esas huellas, restos, muestras y olores, son detectables, recopilables y descifrables por los medios sensores de los que se auxilia el Perito.
El Dictamen del peritaje odorológico debe ser tomado en consideración tal como se reciben y evalúan todos los peritajes y todos los indicios o elementos presuntamente probatorios que se aportan al proceso en el sumario. El Dictamen sobre olores es un indicio más en la búsqueda de la verdad y ha de corresponderse y corroborarse con el resto de las pruebas.
Fuentes
- La Odorología Criminalística en la República de Cuba. Tte. Cor. Lic. Zaldivar Stable, Juan. Perito Principal. Laboratorio Central de Criminalística. 1er. Tte. Dr. M.V. Molina Waldemiroff, Marcos M. Lic. Sanler Castillo, Mario. Fiscalía General de la República de Cuba.
- Periódico Juventud Rebelde. Edición digital del 23 de diciembre del 2008
