Oidio de las Cucurbitáceas

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Oidio de las Cucurbitáceas
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Oidio de las Cucurbitáceas . Es una enfermedad causada por varios géneros y especies del orden Erysiphales, dos de las más importantes son: Golovinomyces cichoracearum (sin. Erysiphe cichoracearum) y Sphaerotheca fuliginea (sin. Podosphaera fusca). En algunos lugares se señala el predominio de una especie sobre otra, aunque las dos estén presentes

Sintomatología

El oídio polvoriento aparece en hojas, peciolos y yemas jóvenes de las cucurbitáceas, como una masa blanca con aspecto de ceniza, compuesta de micelio denso e incontable número de esporas. Bajo condiciones favorables, la superficie de la hoja puede ser abarcada completamente, incluso llegar a cubrir ambas superficies, y además provocar una defoliación prematura en las plantas. La infección puede alcanzar tejidos más profundos y llegar a tal grado que las hojas tomen una coloración amarilla, luego carmelita y finalmente secarse.

Hospederos

Se le encuentra sobre unas 230 especies de los géneros Compositae, Cucurbitaceae y de otras 7 familias. Entre sus huéspedes se encuentran plantas cultivadas (cucurbitáceas, girasol, ornamentales))

Distribución

Se encuentra en todo el mundo

Propagación

Por el viento

Condiciones predisponentes

La condensación de humedad inhibe la germinación de las conidias. El mildiu polvoriento de las cucurbitáceas es favorecido generalmente por condiciones secas de la atmósfera y del suelo, ya que esto influye positivamente en la colonización, esporulación y dispersión del patógeno. La diseminación de los conidios es fundamentalmente a través del viento. Con el menor movimiento del aire las esporas son removidas y dispersadas. Al caer sobre las hojas pueden germinar, penetrar la epidermis y causar nuevas infecciones. La germinación ocurre a valores inferiores al 20 % de humedad relativa, inclusive en ausencia de agua. Sin embargo, altos valores de este factor climatológico favorecen la infección. Las temperaturas moderadas son propicias para el desarrollo de la enfermedad, su desarrollo óptimo se manifiesta entre los 26 y 28°C, aunque oscila entre los 22 y 31°C. No obstante, la infección es posible a partir de los 10°C. Generalmente los sistemas de cultivo protegido son los más afectados.

Taxonomía

La nomenclatura de los agentes causales del mildiu polvoriento de las cucurbitáceas es controversial en la literatura. Antiguamente sólo tres géneros y seis especies de mildiu polvoriento habían sido notificados como agentes causales que afectan al grupo de las cucurbitáceas. Estos eran E. cichoracearum; E. communis (Wallr.) Link; E. polygoni (DC) St.-Am; E. polyphaga Hammarlund; Leveillula taurina (Lev.) Arnaud y S. fuliginea. Estos hongos se ubican taxonómicamente en el dominio Eucariota, reino Fungi, división Ascomycota, clase Leotiomycetes, orden Erysiphales, familia Erysiphaceae (14, 15). Las dos especies más comúnmente informadas de mildiu polvoriento en cucurbitáceas son G. cichoracearum (sin. Erysiphe cichoracearum) y Podosphaera fusca (sin. Sphaerotheca fuliginea). Por una parte se ha designado a un agente como Sphaerotheca fuliginea, Sphaerotheca fusca (Fr.) S. Blumer, Podosphaera fusca o Podosphaera xanthii (Px) (Castag.) U. Braun y N. Shish. (16) y otro agente como Erysiphe cichoracearum DC ex Mecat (17) descrito posteriormente como Golovinomyces cichoracearum (DC) V.P. Gelyuta (18). No obstante, en algunas referencias de estudios moleculares recientes se ha confirmado que Sphaerotheca se ubica como Podosphaera (19). Hasta 1994 para E. cichoracearum sólo habían sido informadas dos razas: 0 y 1, y para S. fuliginea hasta seis: 0, 1, 2, 3, 4 y 5 (20). En cuanto a esta última, Fanourakis et al. (21) propusieron un grupo de cultivares diferenciadores con el objetivo de determinar razas en melón. En el año 2004, Cohen et al. (4) refirieron la existencia de hasta 12 razas de P. xanthii. Es posible que condiciones bioecológicas específicas estén determinando una variabilidad en esta especie y conlleven a la existencia de ecotipos diferentes. En Cuba se ha detectado la presencia de S. fuluginea, específicamente las razas 4 y 5 en producciones protegidas de melón (2). Los anamorfos de estas especies son poco mencionados en la literatura, sólo el anamorfo de E. cichoracearum ha sido informado como Oidium ambrosiae Thüm (22, 23).

Diagnóstico

Un diagnóstico precoz es fundamental para controlar la enfermedad. La mayoría de las veces estos patógenos se detectan en su estado conidial, lo que dificulta la identificación de estas especies. Esto ha conllevado, que en zonas tropicales de América el diagnóstico ha sido objeto de críticas. Muchos investigadores coinciden en que esta situación se debe a que una vez detectada la presencia de mildiu polvoriento en los cultivos, de forma visual se diagnostica indistintamente como Oidium spp., E. cichoracearum o S. fuliginea, sin una confirmación válida (15, 26). Es evidente, que la clasificación basada tanto, en su estado sexual, como asexual es compleja. No obstante, el diagnóstico se fundamenta en el número de ascas dentro de los cleistotecios para el estado sexual, pues se informa solo una asca para S. fuliginea y varias para E. cichoracearum. La morfología de los conidios, aunque poco utilizada en la sistemática de los Erysiphales, permite también separar ambos taxones, pues las esporas de E. cichoracearum son de mayor tamaño (27). Otro elemento muy señalado es la presencia de cuerpos de fibrosina bien desarrollados en los conidios, solamente presentes en S. fuliginea y en P. fusca (14, 15, 16, 26).

Ciclo reproductivo

El ciclo de vida puede iniciarse a partir de conidios o de ascosporas. Estas estructuras al entrar en contacto con el hospedante bajo condiciones propicias, inician la germinación puede comenzar en dos horas (15, 28). El primer tubo germinativo es usualmente corto y forma un apresorio. Cuando el primer haustorio se establece puede emerger, tubos germinativos adicionales desde otros puntos de la misma espora. Luego de cuatro días de establecida la infección los conidióforos se forman y comienza la esporulación (15). En un período de cinco a seis días se completa el ciclo de vida de estos patógenos. Los cleistotecios se forman sólo después de haber transcurrido varias semanas, específicamente hacia el final del ciclo vegetativo del cultivo y bajo condiciones ambientales adversas (15, 16, 25).

Bioecología

El mildiu polvoriento de las cucurbitáceas es favorecido generalmente por condiciones secas de la atmósfera y del suelo, ya que esto influye positivamente en la colonización, esporulación y dispersión del patógeno (15, 26). La diseminación de los conidios es fundamentalmente a través del viento. Con el menor movimiento del aire las esporas son removidas y dispersadas. Al caer sobre las hojas pueden germinar, penetrar la epidermis y causar nuevas infecciones (25). La germinación ocurre a valores inferiores al 20 % de humedad relativa, inclusive en ausencia de agua. Sin embargo, altos valores de este factor climatológico favorecen la infección (26). Las temperaturas moderadas son propicias para el desarrollo de la enfermedad, su desarrollo óptimo se manifiesta entre los 26 y 28°C, aunque oscila entre los 22 y 31°C (15, 26). No obstante, según Tuttle (26) la infección es posible a partir de los 10°C. En Estados Unidos, E. cichoracearum es notificado fundamentalmente en la primavera y a principios del verano, en tanto S. fuliginea aparece con mayor frecuencia en los meses más calurosos (26). Este hecho sugiere la idea que la temperatura óptima para el desarrollo de E. cichoracearum es menor que la de S. fuliginea. Otro elemento que influye positivamente en la infección es la alta densidad de plantas cultivadas (26), pues se crean condiciones de humedad, temperatura y de cercanía entre plantas. En invernaderos los daños son más serios que a campo abierto, debido al ambiente que se presenta en estos, tales como alta circulación del aire, baja intensidad de la luz del sol, altas temperaturas y continuidad en los cultivos (15, 25). El papel de hospedantes no pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas como fuentes de inóculo, es aún objeto de estudio (26).

Control químico

Fuentes