Orden Trinitaria

Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, conocida también como Orden Trinitaria o Trinitarios.
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Nombre latinoOrdinis Sanctae Trinitatis et Captivorum
FundadorJuan de Mata
Fundación1154-1213
Lugar de fundaciónFrancia
Aprobación17 de diciembre 1198

La Orden Trinitaria es una familia religiosa fundada por el francés Juan de Mata (1154-1213) con Regla propia, aprobada por Inocencio III el 17 de diciembre 1198 con la bula Operante divine dispositionis. Es la primera institución oficial en la Iglesia dedicada al servicio de la redención con las manos desarmadas, sin más armadura que la misericordia, y con la única intención de devolver la esperanza a los hermanos en la fe que sufrían bajo el yugo de la cautividad.

Fundación

Los documentos de la época en que se fundo la orden afirman que toman como base la visión o revelación que Juan de Mata tuvo en su primera misa, celebrada en París el 28 de enero de 1193, y a la que asistieron el obispo de París, Maurice de Sully, y el abad de San Víctor de París. Juan de Mata mandó imprimir unos sellos en los que grabó esta visión, y también mandó realizar un mosaico que colocó en la entrada de la Casa de la Santísima Trinidad de Roma, en el Monte Celio. Ininterrumpidamente, los trinitarios han usado este símbolo como sello propio y de sus ministros, hasta la actualidad.

San Félix da Valois ha sido venerado en la tradición de la Orden como cofundador. Fue uno de los ermitaños que San Juan de Mata encontró en el desierto de Cerfroid, y que pronto se unió a su proyecto siendo para él un auténtico consuelo y apoyo en las dificultades. Juntos fueron a Roma a solicitar el Papa Inocencio III la aprobación de la regla trinitaria y, consecuentemente, la aprobación de la Orden. Más tarde fue ministro en la casa de Marsella donde murió posiblemente hacia el año 1212, un año antes que San Juan de Mata.

Carisma y misión

La misión por la cual se ha caracterizado a los religiosos trinitarios ha sido la obra de la redención, sin embargo desde los orígenes de la Orden, se han visto otras actividades llevadas a cabo por ellos, como la atención en los hospitales para la acogida de los peregrinos, y la pastoral ministerial por lo que Juan de Mata estipuló que en cada convento al menos haya cuatro sacerdotes.

Teniendo en cuenta los numerales 87 y 88 del Directorio General de la Orden Trinitaria, se puede deducir que la misión de los trinitarios es única, en cuanto a que se identifica con el único carisma misericordioso-redentor de los orígenes, pero en una pluralidad de obras, en cuanto a que a transcurrir de la historia la Orden se ha visto en la necesidad de responder a diversas necesidades según el lugar y el tiempo. Así la Orden de la Santísima Trinidad animada por el carisma redentor se consagra a prestar ayuda a quienes por su fe en Cristo son oprimidos y sometidos a persecución y a los que por su actividad social son privados de sus derechos, encarcelados, condenados a trabajos forzados o expulsados al destierro. Pero además movidos por la misma caridad redentora, socorren a los pobres, abandonados y enfermos que son rechazados por la sociedad, a liberar a quienes padecen varios géneros de esclavitud, y a ayudar en la fe a quienes de diversas maneras están a peligro de perderla; lo cual se traduce en un diverso número de obras.

Expansión de la orden =

En Europa la Orden trinitaria se extendió, entre 1198 y 1314, desde el norte de Francia hacia el sur y, siguiendo la margen occidental del Mediterráneo, se expandió hacia Castilla y la costa Mediterránea de los que hoy es España, según se iba reconquistando el territorio del sur, ocupado por los musulmanes. Hacia el norte de Francia los trinitarios se expandieron por las islas británicas. El entusiasmo de los orígenes y la pureza de la aplicación de la Regla fueron reconocidos por muchos eclesiásticos de la época, tales como el cardenal Jacobo de Vitry y el Maestro General de los frailes predicadores, Humberto de Romans.

Las numerosas bulas redactadas por Inocencio III y sus inmediatos sucesores, acogiendo bajo la protección del papa las nuevas fundaciones, y el apoyo de autoridades civiles y eclesiásticas, favorecieron a la expansión de los trinitarios. En 1219 la Orden contaba ya con 18 conventos en Francia, 13 en España, 8 en Italia, y uno en Portugal e Inglaterra, respectivamente. Hacia 1237 se sumarían cuatro conventos en Tierra Santa y a finales de siglo la Orden contaría unos docientos conventos desde Inglaterra hasta Palestina. Dentro de las posesiones se contaban además, numerosos hospitales e iglesias

Los cambios producidos en Europa y en la Iglesia entre 1315 y 1472, afectados especialmente por las pestes que provocaron la diezmación de la población y por la crisis de la Iglesia, generada primero por el destierro de los papas a Aviñón (1309 - 1376) y luego por el Cisma de Occidente (1378 - 1417); contribuyeron a la detención de la expansión de la Orden Trinitaria, el cierre de muchas casas por las muertes de sus religiosos y la expropiación de importantes casas, como Santo Tomás in Formis en Roma, de parte del papa romano, porque el Ministro General de los Trinitarios rindió obediencia al antipapa francés. De este período se genera en los trinitarios una relajación en el modo de vida y en las redenciones de cautivos, que llevarán al interés de varios religiosos de realizar una reforma de costumbres.

El período comprendido entre 1417 y 1613 podría denominarse la época de las Reformas dentro de la Orden Trinitaria, que van desde la elección de Roberto Gaguin como Ministro General de la Orden y la muerte de Juan Bautista de la Concepción, reformador español. Gaguin hace una radiografía de la situación de la Orden en su época: «Me avergüenza el recordar nuestra irreligiosidad, insumisión y desvergüenza. Nuestras casas han quedado deshabitadas. En los lugares más importantes donde debiera haber más religiosos, o son pocos o ninguno; y los que quedan, viven secularizados en su modo de vestir y andar, en sus gestos y costumbres, llevando una vida aseglarada». Roberto Gaguin, discurso en el Capítulo General de Cerfroid de 1473.12

El discurso de Gaguin no cambió el modo de vivir de la Orden en general, sin embargo suscitó en los corazones de numerosos religiosos el deseo de retornar a los orígenes. Se redescubrió la importancia de la vida de los santos fundadores, especialmente de la impronta plasmada por Juan de Mata en la Regla primitiva y se desarrolló un nuevo período de fundaciones. A finales del siglo XV e inicios del XVI los trinitarios contaban con unas 160 casas, distribuidas en 11 Provincias: 6 en Francia, 2 en España (Castilla y Aragón) y una en Portugal, Inglaterra y Escocia respectivamente. A inicios del XVII Andalucía e Italia se independizan y forman nuevas provincias. Como resultado de la Reforma Protestante y las consiguientes "guerras religiosas" (1627-1588), se perdieron numerosas casas de las provincias francesas y por la Reforma de Enrique VIII, se suprimieron las provincias de Inglaterra y Escocia, es conocido el testimonio de algunos mártires trinitarios ingleses durante este período (1536-1591).


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