Organofosforados

organofosforados
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Concepto:Los organofosforados son ésteres orgánicos del ácido fosfórico.

Los organofosforados son ésteres orgánicos del ácido fosfórico, son sustancias biodegradables en la naturaleza, sin tendencia a acumularse en las grasas del organismo, pero con gran actividad neurotóxica que va a producir intoxicaciones agudas de gravedad. Son los insecticidas, junto con los carbamatos y piretroides, más ampliamente utilizados en la actualidad.

Organofosforados ya se conocía desde el siglo XIX, aunque no su efecto contra los parásitos. Hacia 1930 se descubrieron algunos compuestos altamente tóxicos que se usaron como gases venenosos para uso bélico. Los compuestos ectoparasiticidas, insecticidas y/o acaricidas, útiles para la agricultura y contra los parásitos veterinarios se descubrieron sólo hacia 1950.

Mecanismo de acción

Los organofosforados actúan sobre el sistema nervioso de los parásitos como inhibidores de la colinesterasa, una enzima implicada en la transmisión de los impulsos nerviosos, se unen a esta enzima bloqueándola de modo irreversible, lo que interrumpe completamente la transmisión de impulsos nerviosos en el parásito que queda paralizado y muere.

Propiedades de los organofosforados

Numerosos organofosforados tienen un amplio espectro de acción y actúan por contacto, tanto contra los adultos, como contra los estadios inmaduros de moscas, garrapatas, ácaros y piojos y otros ectoparásitos, así como contra las larvas de los dípteros que producen los varios tipos de miasis y gusaneras.

Hay también organofosforados de espectro más restringido, otros que actúan por vía oral, otros con efecto sistémico, etc.

Unos pocos organofosforados también se emplean como antihelmínticos.

El poder residual es muy variable para cada compuesto y depende mucho del hospedador sobre el que se aplica y del parásito en cuestión, algunos organofosforados son muy volátiles con apenas unos días de poder residual (p.ej. el diclorvos), otros, aplicados en ovinos, se depositan en la grasa de la lana y pueden permanecer activos contra los parásitos durante semanas e incluso meses (p.ej. el diazinón contra las gusaneras por califóridos).

Sustancias activas de los organofosforados

Entre los antiparasitarios externos organofosforados más utilizados en el ganado, y en perros y gatos se pueden mencionar los siguientes:

  • Clorfenvinfos: Garrapaticida, sarnicida, piojicida, pulguicida y larvicida
  • Clorpirifós: Garrapaticida, sarnicida, piojicida y larvicida
  • Cumafós: Garrapaticida y sarnicida, piojicida, pulguicida y larvicida
  • Diazinón: Mosquicida, sarnicida, piojicida, pulguicida y larvicida
  • Diclorvos: Mosquicida, bernicida y larvicida; muy volátil
  • Etión: Garrapaticida, sarnicida, piojicida y larvicida
  • Fenitrotión: Mosquicida, piojicida
  • Fentión: Mosquicida, bernicida, pulguicida y larvicida
  • Foxim: Sarnicida
  • Triclorfon: Mosquicida, bernicida y larvicida

Muchas de estas sustancias activas se siguen usando abundantemente: tanto en la ganadería y en las mascotas como en la agricultura, así como en la higiene pública y privada.

Formulaciones de los organofosforados

Para el ganado, los organofosforados se comercializan sobre todo en forma de concentrados a diluir antes del uso tales como líquidos emulsionables (EC) o polvos mojables (WP), muy empleados aún para baños de inmersión y aspersión del ganado bovino, ovino, porcino y aviar contra garrapatas, ácaros, moscas, piojos, etc. También hay numerosas productos listos para el uso como los pour-ons para bovinos, ovinos y porcinos. Muchas de las orejeras o caravanas para el control de moscas en bovinos están impregnadas de organofosforados. Los curabicheras son otro tipo de formulaciones tópicas clásicas en las que se emplean numerosos organofosforados. Hay también muchos productos que contienen mezclas de organofosforados con otros insecticidas, sobre todo piretroides. Para las mascotas hay organofosforados disponibles en collares, jabones, champús y aerosoles, pipetas, etc.

Seguridad de los organofosforados

Los organofosforados resultan problemáticos para el medio ambiente. No tienden a acumularse en los seres vivos, pues se descomponen con más facilidad que los organoclorados, tanto en el medio ambiente, como en el metabolismo de los animales y del hombre. Pero son especialmente tóxicos para las aves. Es bien conocido el efecto nocivo que su uso extendido en baños garrapaticidas produjo en las poblaciones de las aves que se alimentan de las garrapatas.

Es por ello muy importante seguir las instrucciones de la etiqueta cuando se trata de eliminar los restos de baños de inmersión, pues tales cantidades pueden contaminar cursos de agua o capas freáticas con consecuencias medioambientales nefastas. Siguiendo estrictamente las recomendaciones de uso, el ganado y las mascotas toleran bien los tratamientos con los organofosforados autorizados como garrapaticidas, mosquicidas, piojicidas, sarnicidas, etc, es muy importante almacenar los productos correctamente y nunca utilizarlos tras su vencimiento, pues algunos organofosforados se descomponen y dan lugar a productos mucho más toxicos si se ven sometidos a condiciones extremas de almacenamiento (altas temperaturas, humedad, etc.).

Algunos concentrados que deben diluirse antes del uso pueden ser altamente tóxicos y peligrosos para quienes los manipulan, algunos organofosforados (p.ej. el diazinón) son tóxicos para los gatos. Por todo ello es esencial manejarlos con extrema precaución siguiendo las instrucciones de la etiqueta.

Algunos productos, una vez abierto el envase, deben consumirse en un periodo de tiempo relativamente corto (varias semanas o pocos meses), la razón es que, expuestos al aire o a la humedad, se acelera el proceso de descomposición a compuestos más tóxicos. Según qué sustancias activas, los residuos que dejan en la carne pueden ser mayores o menores y los periodos de retiro varían, la mayoría de los organofosforados no están autorizados para el uso en ganado lechero en producción, o hay que desechar la leche durante varios días tras su aplicación.

Resistencia de los parásitos externos (ectoparásitos) a los organofosforados

La resistencia de moscas, piojos, garrapatas, ácaros, pulgas y otros parásitos del ganado y las mascotas a los organofosforados está muy extendida en todo el mundo. También afecta a muchos parásitos agrícolas y a plagas domésticas y públicas (mosquitos, cucarachas, etc.).

Los ectoparásitos más afectados son la mosca de los cuernos (Haematobia irritans), la mosca doméstica (Musca domestica), las garrapatas Boophilus (B. microplus), los califóridos (Lucilia cuprina y Lucilia sericata), los piojos ovinos (sobre todo Damalinia ovis) y los dermanisos de las gallinas (Dermanyssus gallinae) y las pulgas (Ctenocephalides spp.) de perros y gatos.

La resistencia a los organofosforados suele ser de débil a moderada frecuentemente por los, factores de resistencia

Los organofosforados muestran casi siempre resistencia cruzada con los carbamatos, es decir, cuando un parásito se ha hecho resistente a los carbamatos, es muy probable que también se haya vuelto más o menos resistente a los organofosforados, y viceversa.

Fuentes