Pablo V

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Papa Pablo V
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Papa de la Iglesia católica
16 de mayo de 1605 - 28 de enero de 1621
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SedeBasílica de Letrán
Consagración episcopal27 de mayo de 1597 por Clemente VIII
Proclamación cardenalicia5 de junio de 1596 por Clemente VIII
PredecesorLeón XI
SucesorGregorio XV
Información personal
Nombre secularCamillo Borghese
TítulosGran Maestre de la Suprema Orden de Cristo
Nacimiento17 de septiembre de 1550
Roma
EstudiosDerecho canónico, Derecho civil, Filosofía
ProfesiónAbogado
PadresMarcantonio Borghese, Flaminia Astalli
Alma máterUniversidad de Padua, Universidad de Perugia

Pablo V. (en latín:Paulus PP. V) (Roma, 17 de septiembre de 1550 – Roma, 28 de enero de 1621) fue el 233º papa de la Iglesia católica entre 1605 y 1621.

Orígenes y Formación

Nacido Camilo Borghese en el seno de una noble familia de Siena, que aseguraba estar emparentada con Santa Catalina, tras cursar estudios de derecho canónico en las universidades de Perugia y Padua se dedicó a la abogacía. Hijo de Marcantonio, decano de los abogados consistoriales, y de Flaminia Astalli, Camilo estudió filosofía en la Universidad de Perugia y derecho en Padua, donde consiguió el doctorado. Volvió a Roma y sucedió a su padre en el cargo de abogado consistorial, luego ocupó los puestos de refrendatario del tribunal de la Signatura, vicario de Santa María la Mayor y vicelegado de Sixto V en Bolonia.

Carrera eclesiástica

En 1593 Clemente VIII le nombró legado extraordinario ante Felipe II y, a su retorno, el 15 de junio de 1596 le concedió la púrpura cardenalicia; al año siguiente le nombró obispo de Jesi y en 1603 se convirtió en el cardenal vicario de Roma.

Papado

A la muerte de León XI (27 de abril de 1605) fue elegido Papa el 16 de mayo, imponiéndose a candidatos en principio mejor colocados como los cardenales César Baronio y Roberto Belarmino gracias a su neutralidad y equidistancia entre las distintas facciones en que se hallaba dividido el cónclave. Tomó el nombre de Paulo V, en recuerdo de Paulo III que había protegido a su padre. A diferencia de los papas anteriores, que solían dejarse toda la barba, Paulo V fue el primero que sólo se dejó una pequeña perilla, cosa en la que le imitaron sus sucesores hasta Inocencio XII. El nuevo papa era un hombre muy reflexivo, que odiaba la precipitación, por lo que la solución de los problemas avanzó con gran lentitud. Su primera actuación como pontífice fue, siguiendo lo decretado en el Concilio de Trento, ordenar que los obispos que habían establecido su residencia en Roma, volviesen a establecerse en sus respectivas diócesis.

Conflicto con Venecia

La insistencia del nuevo Papa sobre la jurisdicción eclesiástica le llevó a diversas disputas y enfrentamientos con distintos Estados, entre los que destacó el que mantuvo con la República de Venecia que había promulgado dos leyes que supusieron el enfrentamiento con Roma. La primera prohibía la enajenación de bienes raíces a favor del clero y la segunda exigía la aprobación del poder civil para la construcción de nuevas iglesias. El papa elevó enérgicas e inútiles protestas y el episodio se enconó. A la excomunión lanzada por Paulo V contra el dux y el senado de Venecia, respondió ésta con la expulsión de jesuitas, teatinos y capuchinos -el clero secular había hecho causa con la República-, a cuya acción replicó el papa por su parte con el entredicho dictado sobre la ciudad lacustre. Para solucionar el conflicto fue necesaria la mediación de España y Francia pero no en el terreno militar, como demandaba el papa, sino en la vía diplomática ya que ambos estados se negaron al envió de tropas en apoyo del pontífice. La intervención diplomática de ambas potencias logró que, m en 1607, Paulo V levantase los anatemas lanzados contra los venecianos y que estos permitieran el retorno de capuchinos y teatinos -no de los jesuitas-, pero las leyes objeto del enfrentamiento no fueron retiradas.

Conflicto con Inglaterra

Otro hecho vino a enturbiar más la relación de la Iglesia de Roma con la disidente Inglaterra. Un exaltado católico, Guy Fawkes, había planeado volar la sede del Parlamento inglés durante la sesión de apertura del año 1605, se acopiaron los suficientes barriles de pólvora en su sótano y todo estaba dispuesto para el brutal atentado que no llegó a perpetrarse al descubrirse la conjura en el último momento. El incidente, conocido en la historia como «la conspiración de la pólvora», determinó que Jacobo I exigiera a todos sus súbditos un juramento de fidelidad en cuyo texto se recogía un reconocimiento expreso a que el papa no poseía la facultad de destituir al rey. Paulo V prohibió a los católicos ingleses que jurasen lealtad a su rey, lo que puso a éstos en una situación comprometida y dio lugar a nuevos rigores contra los que siguieron las consignas papales.

Galileo Galilei

Paulo V intentó asimismo silenciar a Galileo Galilei con quien se reunió en 1616. Galileo proclamaba las teorías heliocéntricas de Copérnico y pretendía demostrar, en aparente oposición a las Sagradas Escrituras, que era la tierra la giraba en torno al sol. Por último, durante su pontificado canonizó a San Carlos Borromeo y beatificó a Santa Teresa, a Ignacio de Loyola, a San Felipe Neri, a San Francisco Javier y a Isidro Labrador. Como otros muchos papas, fue acusado de nepotismo: su sobrino, el cardenal Scipione Borghese, dispuso de enorme poder y consolidó la trayectoria de la familia Borghese.

Profesías

Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Gens perversa (El pueblo perverso), cita que al parecer hace referencia a que durante su pontificado tuvo que hacer frente a herejía bohemia. Otra lectura de la profecía sugiere que hace referencia a que en el escudo de armas del papa figuraban un dragón y un águila, animales que la creencia popular consideraba perversos.

Fuentes