Parque nacional de Cabañeros (España)

Parque Nacional de Cabañeros
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Ubicación Geográfica:Bandera de España España

Parque Nacional de Cabañeros. Es uno de los parques nacionales que existen en España, así como una Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) y un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). muestra toda una explosión de color y vida. El verde como color principal, salpicado por los muchos matices de las flores que poco a poco van adornando este cuadro que se nos muestra precioso ante nosotros.

Descripcion

Alcornoques, quejigos, madroños y mirtos son algunas de las especies representativas del bosque mediterráneo que los trabajadores y familiares del Grupo Atresmedia, dentro de sus actividades de voluntariado corporativo, han plantado hoy en Navas de Estena, una zona afectada por el fuego en 2009 y 2012 y ubicada en el Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real). Los plantones han sido facilitados por el propio Parque y proceden de su vivero de plantas autóctonas, lo que permite su mejor adaptación y supervivencia futura.

Geología

Los montes de Toledo es la formación orografía donde se encuentra enclavado el Parque Nacional de Cabañeros; posee las formaciones montañosas más antiguas de la Península Ibérica, el desgastado relieve por la acción de la erosión crea este peculiar paisaje.

La formación geológica de Cabañeros comienza hace mas de 600 millones de años, en el precámbrico y cámbrico, cuando la zona aún era un fondo marino. Posteriormente, por la acción de fuertes movimientos tectónicos, los sedimentos depositados en el fondo marino, emergen a la superficie. Por la propia acción geológica, estos sedimentos marinos, se transforman en pizarras y areniscas, posteriormente, en el cámbrico final y el ordovícico, se produce una fase de plegamiento, y puesto que los materiales están expuestos a la intemperie, comienza una intensa etapa de erosión.

En el ordovícico y el silúrico se produce una trasgresión marina, es decir, el mar avanza tierra adentro, inundando nuevamente esta zona, y depositando nuevos sedimentos sobre las rocas sumergidas. De nuevo el mar va sumergiendo las tierras, y se van depositando primero los sedimentos de grano más grueso (cuarcitas armoricanas) y al final de la inmersión, cuando la profundidad es muy elevada se depositan barros finos que tras el proceso de mitificación darán las actuales pizarras negras.

Debido al origen marino de estos materiales presentan importantísimos yacimientos paleontológicos, de los primeros habitantes de la tierra (trilobites, cefalópodos, graptolitos , braquiópodos, moluscos, equinodermos, bivalvos…) llegando a encontrar unas 250 especies diferentes de habitantes marinos, que conformaban los ecosistemas de hace unos 500 millones de años.

Características físico -naturales

Hidrográfia

Cabañeros se enmarca dentro de las cuencas de los ríos afluentes del río Guadiana por la margen derecha. Encontramos así el río Bullaque, que circula sobre la raña, sobre depósitos del cuaternario y sin apenas incidir ni generar un valle, también encontramos el río Estena que si aparece fuertemente encajonado en un profundo surco intramontañoso cuya incisión se suma al relieve ya de por sí accidentado.

Estos ríos, así como los diversos arroyos y lagunas estaciónales marcan la hidrología del Parque Nacional de Cabañeros, además se encuentran condicionados por el régimen climático de la zona; con crecidas importantísimas en los meses otoñales e invernales, que inundan las riberas y hacen realmente difícil el paso por ellas, aunque sin embargo, en los meses estivales ven reducidos en gran medida sus cauces.

En años extremadamente secos, se ven reducidos a mínimos, desapareciendo los pequeños arroyos y pozas, sobre todo en la zona de las rañas.

Climatología

En una zona tan amplia que comprende espacios tan diversos no se puede concretar muy minuciosamente el clima, pero sí englobarlo en un conjunto más amplio que se adapta, aun con diferencias, a lo que ocurre en el Parque Nacional de Cabañeros. Estamos ante un clima mediterráneo continental, lo cual quiere decir que los períodos estivales son secos y temperaturas medias de 24ºC llegando a alcanzar los 44ºC un día normal.

Las lluvias se reducen a los períodos de primavera y otoño, aunque anualmente las precipitaciones se sitúan entorno a los 650mm aunque en algunos puntos de los montes de Toledo, se han llegado a recoger 800mm. En general las lluvias disminuyen de oeste a este. En invierno, entre diciembre y abril, esas precipitaciones se producen en forma de nieve en las zonas montañosas que se incluyen dentro del Parque, y las temperaturas medias de esta etapa del año están entorno a los 4ºC, con unas mínimas de unos -10ºC. Como vemos, se contraponen unos inviernos altamente lluviosos y fríos con unos veranos con altas temperaturas y gran aridez, con más de 50ºC de diferencia entre una estación y otra. También son frecuentes las heladas invernales, y en las zonas donde hay cursos de agua, debido a la humedad, son frecuentes las nieblas.

Flora

En el Parque Nacional de Cabañeros contamos con 22 especies catalogadas como vulnerables y de interés especial. En sus casi 42.000ha, cuenta con un gran valor botánico, repartido en los diferentes pisos bioclimáticos. El clima de la región se ha definido como clima mediterráneo continental, con cierta tendencia oceánica en la vertiente oeste, aún así, incluimos a todo el parque en el piso meso-mediterráneo. Este piso se encuentra representado de forma general por la encina, el alcornoque o el quejigo, aunque las características tan especiales del parque, en cuanto a orografía, geología, etc. encontramos una variedad inaudita de microclimas, que son acompañados de formaciones vegetales tan dispares como bosques atlánticos con tendencia húmeda, además de quejibares, encinares, turberas, bohonales y brezales, y la vegetación xerófila y exclerófila más adaptada al difícil estío manchego. Los encinares, en los que obviamente la especie dominante es la encina, tiene una gran diversidad de plantas acompañantes, tanto de especies de ciclos anuales como de arbustos como el Madroño (arbustus unedo), el Labiérnago (phillyre angustifolia), la Cornicabra (pistacea terebinthus), la Madreselva (locicera implexa), y algunas otras plantas como la Peonia, especies termófilas como el Acebuche (olivo silvestre) y el Lentisco.

El alcornocal, se encuentra muy ligado a la presencia de encinares, aunque normalmente se encuentran orientados a zonas más cálidas y húmedas, formando algunos bosques mixtos con encinas o quejibos; también comparte con los encinares el cortejo florístico. En su mayoría lo que nos encontramos en las rañas son dehesas aclaradas por la acción del hombre, por la roturación y quema de montes para el cultivo. En las rañas del parque de Cabañeros, se conservan formaciones herbáceas de pastizal, tanto vivaces como anuales. Estas rañas ocupan en el parque una extensión de unas 8.000ha, siendo una de las imágenes más características del mismo parque nacional. Asociadas a este ambiente, encontramos fauna característica del parque, de la que hablaremos más adelante.

Sólo lo podemos encontrar en las zonas de umbría, ocupando los fondos de los valles más húmedos. A pie de estas formaciones vegetales encontramos plantas como la peonía y diversas especies de helechos. El Roble Melojo (Quercus robur) origina formaciones de gran interés, la primera característica por la que llama la atención es porque se sitúa en zonas topográficas diferentes a los encinares o alcornocales, pues necesita suelos profundos de gran desarrollo y con niveles freáticos elevados. La segunda característica es que las cotas de altitud que alcanza, en las zonas de umbría hasta los 1.000 metros, y en las vertientes de solana hasta los 1.200 metros y acompañado del conocido como “mostajo”, el arce de montepellier, encinas y madroños. Estas especies son especies pioneras y heliófilas, principalmente la jara pringosa (cistus ladannifer) en las zonas de solana, y donde encontramos un poco más de humedad predominan mayoritariamente los brezos de diversas especies (erica australis), (erica umbellata), que van acompañados de otras plantas aromáticas como el Romero (rosmarinus afficinalis), el Cantueso (lavandula stoechas) o la Aulaga (genista hirsuta).

Fauna

En Cabañeros, dentro del espacio protegido del parque, se conserva un amplio catálogo de especies, algunas de ellas protegidas a escala mundial. Una de las especies que son una de las señas de identidad del parque son los Ciervos (cervus elephus), que encuentran en la raña un lugar idóneo para su pasto, aparecen junto a otros ungulados como el Corzo (capreolus capreolus) o el Gamo (dama dama), aunque estos últimos son más fáciles de encontrar en el monte cerrado.

El ciervo, en el momento de su celo y apareamiento, los cuales vienen acompañados de la “Berrea”, hacen que sea el gran protagonista de Cabañeros; el período de la berrea abarca los meses de septiembre y octubre, siempre dependiendo de las condiciones climáticas. La berrea, es el causante de que en esa época Cabañeros sea un hervidero de turistas, ansiosos de ver los ciervos, escuchar sus bramidos, y contemplar los enfrentamientos entre los machos, que buscan demostrar todo poder, para así ser aceptado por un grupo de hembras y poder procrear.

Otros mamíferos representativos de la raña del parque son el Jabalí (sus scrofa), muy abundantes y fáciles de observar. También son habituales la Liebre (lepus granatensis) en las zonas de herbazales, y el Conejo (orytologus cuniculus) se encuentran en las zonas de jara y monte bajo. Son especies de vital importancia, pues al tratarse de especies-presa para muchos depredadores, es posible que algunas aves rapaces habiten esta zona, de las cuales hablaremos un poco mas adelante. Estos pequeños roedores también son alimento de la comunidad de carnívoros como el Zorro (vulpes culpes), la Garduña (martes foina), la Gineta (genetta genetta), el Gato Montés (felis silvestres), el raro Meloncillo (herpestes ichneumon) o incluso, el escaso Lince Ibérico (lynx pardina).

El hombre y sus actividades económicas

La escasa densidad de población de estas comarcas (al igual que otras muchas de los Montes de Toledo) han hecho que los pocos habitantes que las pueblan hayan tenido que utilizar, históricamente, los recursos que tenían a su alcance con técnicas tradicionales, lejos de la mecanización actual. Las economías familiares se basaban principalmente en la ganadería y la agricultura, todo destinado al autoconsumo, y la elaboración de de pocos y determinados productos para su venta.

Con la llegada de los avances tecnológicos y la utilización de nuevos recursos, han hecho que algunos de esos oficios, destinados a la elaboración de productos para la venta se hayan reducido en gran número, incluso algunos de ellos, desaparecido. Afortunadamente, como tradición popular, todavía algunos sobreviven, pasando de padres a hijos, conservando la memoria etnográfica de estos valles.

Los oficios y el uso de los productos como la miel, la piel, el corcho, el carbón, etc. tienen siglos de tradición, se basan en el uso sostenible, asegurando la conservación de los bosques y montes. Las cabañas que encontramos en Cabañeros, eran utilizadas por los pastores y los carboneros. Son construcciones con características tan típicas de esta comarca que incluso dan nombre al propio parque.

Eran construcciones de carácter temporal; su forma es cónica, construidas con mañas de vegetación del entorno, con la estructura sustentada por palos de fresno o chaparro, y para evitar que se colara el frío y la lluvia, se colocaban juntos y jara para hacer el techo, pudiendo acompañarlas de pequeñas planchas de corcho. En el interior se excavaba un pequeño hogar. Normalmente se construían varias cabañas en grupo, pudiendo encontrarse hasta 15 cabañas juntas.

La extracción de miel era otra actividad a la que se dedicaban los pobladores de esta comarca. La riqueza vegetal de especies florales (el brezo, la jara, el romero…) han sido aprovechados por los apicultores desde tiempos antiquísimos. Estos primero apicultores utilizaban colmenas construidas de corcho, aunque en la actualidad se usan prefabricadas. Para la localización de las colmenas siempre se han buscado zonas donde, durante casi todo el año, se pudiera encontrar algún tipo de flor (no todas las especies florales florecen al mismo tiempo), aunque no tiene porque ser siempre la misma, el apicultor puede trasladarlas manualmente.

En Cabañeros se obtenía carbón vegetal, y estaba condicionado por una serie de medidas y normas que regulaban la extracción de madera de las masas forestales, los lugares de elaboración etc. que han sido las causantes del devenir de los bosques. En el parque, así como en el resto de pueblos, se construían horneras donde se procedía a quemar la leña para convertirla en carbón. Este es n oficio de los que ya han desaparecido, pues requería un conocimiento inmenso de los materiales y de la combustión. Las carboneras se construían en lugares llanos, y se trataba de pilas de leña, bien colocada, dejando un pequeño túnel en su base para realizar el encendido.

La combustión era lenta, y necesitaba mucha ventilación, lo cual necesitaba de un hombre (el carbonero) que la vigilara. El proceso podía durar más de 10 días. Otra actividad importantísima para Cabañeros, que aún hoy perdura es la extracción del corcho. El corcho es un material con grandes cualidades aislantes y termicas. El desollado de los alcornoques se realiza cada 8 ó 10 años, únicamente sobre árboles que midan más de 60 centímetros (árboles con 25 años). La época ideal para el desollado abarca desde junio hasta agosto, pues es la época en que está mejor para despegarse. Se necesita una gran habilidad y destreza para la correcta extracción; su transporte se hace con burros o mulas, debido a las dificultades que ofrece el terreno.

Fuente