Parusía

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Parusía
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Concepto:El término parusía viene del idioma griego que literalmente significa: ¨presencia, llegada¨. En el griego del Nuevo Testamento se utiliza con el significado escatológico del el advenimiento glorioso de Jesús al final de los tiempos.

Parusía o Parousía: (παρουσία) que en castellano se han traducido indistintamente como “Venida de un Rey cuando visitaba las ciudades”, es “Manifestación” o “Revelación” del Señor, se refiere a que la Segunda Venida de Cristo está cerca, para terminar la gran tribulación y para instaurar su Reino glorioso en la Tierra.

Historia

Para la mayoría de los cristianos, es el acontecimiento esperado al final de la historia: la Segunda venida de Cristo a la tierra. En la Biblia, este hecho se menciona en diversas ocasiones, incluidos los cuatro evangelios. La Segunda Venida es una creencia cristiana con respecto al futuro regreso de Jesús después de su ascensión al cielo hace miles de años. La idea se basa en profecías mesiánicas y es parte de la mayoría de las escatologías cristianas. El estudio y uso del término parousia fue revivido a finales del siglo XIX con el desarrollo del preterismo y la publicación de la obra de James Stuart Russell La Parousia, Doctrina de la segunda venida del Señor. Los milleristas en el siglo XIX, anunciaron la Segunda Venida de Cristo, basado en las interpretaciones de William Miller quien predijo que el segundo advenimiento de Cristo ocurriría en 1844 donde se decía que el Santuario sería purificado, pero al no cumplirse la profecía anunciada por Miller , dicho suceso pasó a ser conocido como la gran decepción del 22 de octubre de 1844 o el Gran Chasco, y por tanto, la discusión de las creencias comenzó a fragmentar a los milleritas, que alguna vez estuvieron unidos, dando origen así a varios grupos religiosos, como los adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová.

Al contrario del movimiento millerista del cual salieron, los adventistas de séptimo día se niegan a poner fechas para la parusía o segunda venida de Cristo, citando Mateo 24:27-36 en donde se señala que «del día ni la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos sino solo su Padre»

En el caso de los testigos de Jehová, estos siguieron anunciando la segunda venida para el año 1925. Hoy en día, creen que en 1914 Jesucristo fue entronizado como rey en los cielos para gobernar sobre la Tierra después del Armagedón. El líder religioso Charles Taze Russell se interesó mucho en la parusía, siendo quien dio las primeras fechas sobre esta en los tiempos tempranos de la iglesia de los testigos de Jehová.


Parusía en la teología contemporánea

La Parusía es el Ya, pero todavía no, que lleva todo discurso cristiano sobre las realidades últimas, llamado Escatología, que parte siempre del acontecimiento de la resurrección: en este acontecimiento las realidades últimas ya han empezado y, en un cierto sentido, ya están presentes. La parusía para los cristianos, es una fuente de certeza y de valor. Por eso creen en ella con total seguridad y no tienen miedo. Este es un efecto esencial de la predicación cristiana. El miedo a los espíritus, a los dioses, era muy común en todo el mundo antiguo. Este mensaje abre una nueva perspectiva; la de la espera de la vuelta del Señor, y por ello lleva a reflexionar sobre la relación entre el tiempo presente, tiempo de la Iglesia y del Reino de Cristo, y el futuro que nos espera, cuando Cristo entregará el Reino al Padre. La Segunda Venida o Parusía es el fin de los últimos tiempos, últimos tiempos que se inauguraron con la ascensión de Cristo a los Cielos y el pensamiento cristiano plantea que se producirá dentro de poco. En la misma se llevará a cabo el juicio de las naciones, que no es el juicio final, sino se plantea que es el castigo a los incrédulos y el premio a los que fueron fieles.

Parusía, en gloria y majestad

Con respecto a la parusía de Cristo se han desprendido diversos mensajes referentes a dicha espera, pero los fieles están conscientes y tienen la actitud y la certeza de que Jesús ha resucitado, está con el Padre y, por eso, está con nosotros para siempre, además tienen claro que nadie es más fuerte que Cristo; porque Cristo vive, ha vencido a la muerte y ha vencido a todos los poderes nefastos. Con esta certeza, con esta libertad, con esta alegría viven. Este es el primer aspecto de su vivir con respecto al futuro.

La victoria final: La Parusía

Este es su retorno en gloria, para instaurar entre nosotros su Reino y devolver a toda la humanidad, redimida por su Preciosísima Sangre, al estado de su nuevo Paraíso terrenal. Este retorno vendrá precedido de señales y avisos, que justamente cuando se cumplan revelarán el sentido de lo anunciado. Por eso únicamente los más atentos a la Palabra divina y a la oración podrán sospechar la inminencia de la Parusía, que ocurrirá en la luz de su Divinidad, porque Jesús regresará desde las nubes del cielo, en el esplendor de su Realeza y someterá a los pueblos de la tierra; y todos sus enemigos serán aplastados bajo el trono de su dominio universal. La segunda venida de Cristo está cerca. Los signos que Él mismo ha dado, se están realizando todos.

En las citas de Tesalonicenses de San Pablo, hace referencia a que no hay que dejarse engañar por otras profecías, San Pablo usa siempre la palabra griega “Parousia” una nueva, definitiva y manifiesta presencia donde se produce la primera resurrección, como también dice San Juan en Apocalipsis 20, 4-6. Los demás muertos resucitan en la segunda resurrección, tras el milenio del Reino de Dios, como se dice ahí también expresamente.


Conclusiones

El Espíritu Santo renueva la faz de la tierra y crea nuevos cielos y nueva tierra, con la Parusía, porque Cristo se debe en cierto modo a sí mismo y a la restauración del Paraíso Terrenal, reparándolo con ventaja, como está escrito y se predicará el Reino espiritual desde su Eucaristía, en la que creyeron casi todos los Santos padres de la Iglesia, herederos directos de la tradición de los apóstoles. Para los más santos, los que vayan directamente al Cielo o queden en la Jerusalén celestial, no habrá muerte, pues sus cuerpos quedarán transformados en cuerpos gloriosos. Cristo viene también para el juicio de las Naciones, que consiste en castigar a los impíos con el fuego que caerá del Cielo, según se dice eliminándolos, tras los 3 días de oscuridad, y salvando y transformando a los que queden vivos. Con su Parusía, Cristo clausura el Purgatorio y pone fin a la historia o tiempo de las Naciones que comenzó con su Ascensión. Con la Parusía, Cristo se queda en la Tierra en su Eucaristía, de una manera más sensible, e instaura su reino espiritual y eucarístico, que, según Apocalipsis, durará 1000 años, cifra ésta que puede ser un número real o simbólico. Por viven en el presente esperando la completa redención.

Fuente

  • [Pozo, Cándido, La venida del Señor en gloria, Valencia, 1993. Pág. 228.
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