Pastor (ministro religioso)

Revisión del 10:42 13 jul 2022 de Rosarino (discusión | contribuciones) (Rosarino trasladó la página Pastor (ocupación) a Pastor (ministro religioso): el pastoreo como ocupación se refiere al cuidado de animales nómades en el campo)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Pastor de Iglesias
Información sobre la plantilla
Un Pastor.jpg
Concepto:Persona a la que se ha conferido autoridad dentro de una iglesia cristiana para dirigir y cuidar una congregación de creyentes.

Pastor. Es el guía espiritual de un grupo de personas o congregación. Promueve el trabajo de la iglesia mientras les muestras a los demás el camino para que se relacionen con Jesucristo. En el ámbito de la religión, el pastor es un ministro que tiene una congregación de fieles a su cargo.

El concepto se utiliza en el protestantismo y en el cristianismo evangélico. El pastor, en este sentido, es el líder de los fieles y el que dirige el culto.

En el Antiguo Testamento, el Dios de Israel se compara con frecuencia con un pastor.2 El uso de la palabra pastor proviene del empleo bíblico de la misma. El Antiguo Testamento utiliza la palabra hebrea רעה (raʿah) más de 170 veces para describir tanto los cuidados y alimentación de las ovejas como en Génesis 29:7, como para describir los cuidados y alimentación espiritual de las personas como en Jeremías 3:15: «y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia». (RV60).

En el Nuevo Testamento el sustantivo griego ποιμήν (poimēn) y el verbo ποιμαινω (poimaino) suelen traducirse, respectivamente, como «pastor» y «pastorear». Ambas palabras son usadas un total de 29 veces, la mayoría de las veces para referirse a Jesús. Por ejemplo, Jesús se denomina a sí mismo el «buen pastor» en Evangelio de Juan 10:11. Las mismas palabras se emplean en el relato del nacimiento de Jesús en el capítulo 2 del Evangelio de Lucas para referirse literalmente a pastores de ovejas.

Historia

Su origen fue hace 500 años producto del descontento de un monje alemán, sin embargo, hoy son una diversidad de organizaciones con distintas tradiciones y creencias.

El ministerio pastoral, aunque resultante de una vocación divina y con un componente espiritual muy importante, tiene también una dimensión técnica y profesional evidente. El pastor no se presenta delante de sus fieles como un “amateur” de los asuntos de la iglesia, sino como un profesional que se ha preparado consecuentemente para ello. Esta dimensión profesional del ministerio pastoral se ejerce en el ámbito de sus relaciones tanto interpersonales como institucionales.

La profesionalidad de un pastor se manifiesta en lo que debe hacer y en lo que no debe hacer en cada circunstancia, cómo y cuándo debe actuar, en el liderazgo y en el aconsejamiento, en las relaciones públicas y en las relaciones institucionales, en la administración y en la organización de la iglesia.

Deber de un pastor

Velar siempre por los miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos; cuidar de que no haya iniquidad en la iglesia, ni aspereza entre uno y otro, ni mentiras, ni difamaciones, ni calumnias.

Misión del Pastor

Instaurar en el mundo el Reino de Dios, que es justicia, amor y paz, y ayudar a redescubrir la llamada de Dios a la santidad, pues esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación.

Características de la profesión

  • El pastor y la congregación local

El pastor y los responsables locales de la iglesia: ancianos, secretario, tesorero, directores de los departamentos (Cf. EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 115-121; Roberto H.Pierson, Para Usted que quiere ser dirigente, pp. 49-60; 119-124)

  • El pastor y los miembros de iglesia: la cura de almas, el liderazgo espiritual, el aconsejamiento, la visitación (El Ministerio Pastoral.
  • Las actitudes del pastor con los miembros

Si un ministro no se lleva bien con la gente de su iglesia, no podrá llevarse bien con su propio ministerio. El interés supremo de un pastor son los miembros de la iglesia (Juan 10:11). El pastor es un especialista en el trato con la gente, en relaciones humanas.

  • La amistad del pastor con todos sus miembros es siempre deseable y necesaria. Todos necesitamos tener amigos, e incluso amigos íntimos, pero cuando esas amistades íntimas del pastor se crean en la congregación.

El pastor puede ser acusado de parcialidad. El pastor debe tratar a todos los miembros por igual y una amistad íntima es discriminatoria e impide, a veces, ser imparcial.

La intimidad de un ministro debe protegerse. Una amistad especial puede dar lugar a que la vida privada del pastor sea conocida y se traicione su imagen de líder espiritual.

Puede limitar la libertad de acción dentro de la congregación por razones de amistad o compromisos de cualquier tipo.

Una relación más estrecha con los oficiales de iglesia, como colaboradores más directos del pastor no será mal vista y es siempre necesaria.

  • El pastor como consejero

El pastor debe ser afable, sociable y accesible. Las personas no abrirán fácilmente su corazón a alguien que no les inspira confianza.

El pastor debe ser sensible a las necesidades de los miembros, comprender sus problemas, sus aspiraciones, sus frustraciones. Debe saber escuchar atentamente, tratar de ponerse en su lugar. Ver a las personas con quien está hablando no como un caso que debe resolver sino como alguien, una persona, un individuo que reclama su atención.

Debe llevar una vida ejemplar, gozar de buena reputación, ser considerado una persona de buen juicio, discreto, optimista, con buenas relaciones conyugales, fiel a Dios en la mayordomía, espiritual que sabe recurrir a la oración, la Biblia, el perdón.

Debe ser un buen observador de la naturaleza humana, conocer el comportamiento de la gente, sus motivaciones.

Debe comprenderse a sí mismo y ser consciente de sus imperfecciones, como cualquier otro ser humano. No debe considerarse un superhombre.

Debe saber controlar sus propias emociones, sus deseos, ansiedades, resentimientos, su sexualidad y sus frustraciones. De otro modo sería un ciego tratando de guiar a otro ciego. Debe estar dispuesto a dedicar el tiempo necesario a la cura de almas. No debe dar la impresión de que tiene prisa, de que los problemas de los demás le están molestando o haciendo perder tiempo.

Debe saber guardar el secreto de una comunicación confidencial. Cuando un asunto privado que le ha sido confiado pasa a ser de conocimiento general, el pastor ha perdido la confianza de los fieles. Debe evitar los comentarios en el hogar de cosas privadas de los miembros.

Fuentes