Patología bucal en animales

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Patología bucal en animales
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Patología bucal en animales. Los animales padecen enfermedades que comprometen su salud bucal en un porcentaje mayor del que muchas veces se supone. Sin embargo, muchas de estas patologías pueden ser evitadas o controladas con un prolijo examen odontológico y su correcto tratamiento.

Características

Las patologías de la boca comprometen no sólo a dicha cavidad sino a todo el organismo; generando enfermedades en diferentes órganos como los riñones, el corazón y las articulaciones entre otros. De hecho, los animales manifiestan sus problemas bucales de las formas más variadas, yendo desde un aumento en su salivación hasta cambios en su carácter, desde frotarse la zona afectada a quejarse cuando come, e incluso negarse a hacerlo. También el mal aliento, es síntoma de enfermedad.

La base de la enfermedad reside en la zona bucal, a través de la cual pasan todos los alimentos y juguetes, pudiendo provocar graves enfermedades cuando la dentadura no se encuentra en buenas condiciones. Las dolencias dentales son el proceso patológico más frecuente en la actualidad, tanto en perros como en gatos. Un 80% de los canes y un 70% de los félidos mayores de tres años muestran signos de enfermedad dental.

Patologías más frecuentes

Las patologías que se presentan con más frecuencia es la enfermedad periodontal. Esta hace referencia a cualquier inflamación de las estructuras que rodean los dientes (encías, ligamento periodontal, etc.). La mayoría de los animales empiezan mostrando presencia de sarro o de placa dental y una inflamación de las encías -gingivitis- que se evidencia como un enrojecimiento y/o inflamación de la misma. Pero si esta situación no se trata, el cuadro irá evolucionando con los años hasta llegar a perder la pieza dental.Otras patologías igualmente importantes son las fracturas de piezas dentales y las fístulas de los dientes.

Sarro y placa dental

Cuando se habla de enfermedad dental aparecen siempre dos términos que no significan lo mismo: placa dental y sarro. La placa dental es una película incolora que contiene bacterias, saliva, células de la descamación oral y partículas de comida. El sarro o cálculo dental es de color marrón o amarillento, con aspecto de cemento, y se forma al calcificarse la placa dental. Ambas se acumulan a lo largo de las encías, pero pueden llegar a cubrir toda la superficie dental y bajo las encías.

Ciclo habitual de la enfermedad

El ciclo habitual suele sucederse así: una vez se ha acumulado suficiente placa dental, las bacterias provocan una infección en las encías, produciéndose la gingivitis. Si no se trata, la placa se endurece, se calcifica y se forma el sarro, que favorece la instauración de la infección en la toda la superficie dental.

La enfermedad periodontal se desarrolla tanto en el diente, como en la raíz. El sarro provoca mal aliento (halitosis). La gingivitis favorece el sangrado y dolor de las encías, que se retraen y las piezas dentales pueden caerse. Pero el peligro no radica únicamente en la pérdida de dientes o el mal aliento porque si no se trata la enfermedad dental puede derivar en una infección general, en una miocarditis bacteriana (infección del tejido muscular cardíaco) o malas digestiones, entre otros.

Tratamiento y prevención

El tratamiento se basa en la eliminación de la placa dental o del sarro -limpieza dental mediante ultrasonidos- y saneamiento del periodontio, y en tratamientos antibióticos que controlen la infección bacteriana y disminuyan la gingivitis. La prevención es básica, ya que de esta forma se conseguirá eliminar los dientes temporales o de leche y corregir maloclusiones.

El cepillado se debe realizar con una pasta adecuada y, en un principio, de forma semanal. Es preciso evitar dietas blandas (latas) y especialmente las comidas caseras, restos de comida o golosinas con mayor contenido en azúcares. Si el animal presenta mayor incidencia de enfermedad dental, es conveniente alimentarlo con un pienso cuya croqueta sea de mayor tamaño y más resistente, para favorecer la masticación. Aún así, siempre es conveniente acudir al veterinario para realizar revisiones dentales periódicamente.

Fuentes