Petricor

Petricor
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Concepto:Petricor: es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer en los suelos secos. El nombre se deriva de la unión de dos palabras griegas: petros, que significa piedra, e ikhôr, palabra con la que se denomina al líquido que fluía por las venas de los dioses en la mitología griega. Se define como el distintivo aroma que acompaña a la primera lluvia tras un largo período de sequía.Se emplea el término telemedicina, y no otros adoptados, y toda la información contenida se centra en los pacientes. En el año 1999, el Consejo de Evaluación de Tecnologías de la Salud de Québec, Canadá (CETS), concluyó que una de las principales causas de fracaso de numerosos proyectos de telemedicina se atribuye a que su desarrollo se centró más en la propia tecnología que en las necesidades concretas del personal de salud o de la población beneficiaria.


Descubrimiento

Este término fue creado originalmente en 1964 en inglés (petrichor) por dos geólogos australianos: Isabel Joy Bear y R. G. Thomas. Apareció por primera vez en la revista Nature (993/2). En su artículo, los autores lo describieron cómo "el olor que deriva de un aceite exudado por ciertas plantas durante periodos de sequía". Este aceite queda absorbido a la superficie de las rocas, principalmente las sedimentarias como las arcillosas, y que al entrar en contacto con la lluvia son liberados en el aire junto con otro compuesto: la geosmina.5 La geosmina es un producto metabólico de ciertas actinobacterias. La emisión de estos compuestos es lo que produce el distintivo aroma,6 al que se puede sumar el del ozono si adicionalmente hay actividad eléctrica.

En un trabajo posterior, Bear y Thomas (1965) demostraron que estos aceites aromáticos retardan la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas. Esto podría indicar que las plantas exudan estos aceites con la finalidad de proteger a las semillas, evitando que germinen en épocas de sequía. Después de periodos de sequía en zonas desérticas, el petricor es mucho más perceptible y penetrante cuando llega el periodo de lluvias. Por su compleja composición (más de 50 sustancias), el petricor no ha podido ser sintetizado.

En 2015, científicos del MIT utilizaron cámaras de alta velocidad para mostrar cómo este olor se introduce en el aire.Para esto filmaron gotas de lluvia cayendo en 16 superficies diferentes, variando intensidad y altura de la caída. Descubrieron que al golpear una superficie porosa, se crean pequeñas burbujas dentro de la gota. Estas aumentan de tamaño y flotan hacia arriba. Al alcanzar la superficie, se rompen y liberan una "efervescencia de aerosoles" en el aire, los cuales transportan el aroma.

Acaba una verdadera cuarentena de sequía en muchas zonas de nuestro país. Tras el mes de mayo, extremadamente seco y caluroso, según los datos de la AEMET, ha llegado un periodo más agradable. Cielos más nublados y menos calor, y sobre todo unas protagonistas para los próximos días: las tormentas.

De sobra sabéis ya mi pasión por ellas, y cómo hace ya más de 14 años unos cuantos meteolocos montamos la primera página de kazatormentas en España, Tiempo Severo. Desgraciadamente es un proyecto que está abandonado en espera de tiempos mejores… Pero la pasión por las tormentas aún me corre por dentro. Evidentemente hay efectos muy poco deseables cuando se produce una tormenta, sobre todo cuando va acompañada de granizo. Muchas cosechas quedan arruinadas, y otra de mis pasiones, el mundo del vino, se resiente a veces de forma muy grave. Pero hoy os vengo a hablar de otro efecto que producen las tormentas y que podemos disfrutar tras este periodo de temperie más seca. Ese inconfundible aroma a tierra mojada que inunda el aire antes, durante y tras la lluvia. Y del que tanto se habló ayer en twitter gracias al tuit de Carme Chaparro, la periodista de informativos Tele.

El olor a tierra mojada se llama petricor (o petrichor) y proviene del griego petros, ‘piedra’, e ikhôr, ‘componente etéreo’. En la wikipedia leemos que en la mitología griega se dice que el ikhôr es la esencia que corre por las venas de los dioses en lugar de sangre. Este inconfundible aroma no proviene del ozono directamente (aunque algo influye), como muchas veces hemos oído, sino de una sustancia química que se llama geosmina. La geosmina está producida por una bacteria absolutamente inofensiva, que se llama bacteria de Albert (el nombre técnico es Streptomyces coelicolor). También pueden producir esta bacteria algunos hongos. Estos organismos reaccionan así ante la humedad de los suelos en donde viven. Y no sólo cuando llueve, sino cuando se riega un jardín, o unas macetas, por ejemplo.

Determinadas plantas también contribuyen a este fantástico aroma. Durante los periodos secos van dejando caer sobre las superficies cercanas sustancias aceitosas, que son volatilizadas cuando llega la lluvia. De esta forma los aromas se desprenden y contribuyen a formar el petricor. La importancia de las bacterias antes mencionadas es más de la que imaginamos, y traspasa la puramente sensorial del maravilloso aroma. Es la fuente principal de muchos antibióticos. Por otro lado, la geosmina -en realidad un alcohol- es un verdadero enemigo de los catadores de vino, ya que su característico aroma, tan maravilloso en una calurosa tarde de verano, enmascara las características de un buen vino, aportando un toque de humedad indeseado.

Para terminar, y mientras seguramente disfrutáis de los placeres del aroma del petricor, os dejo un enlace fantástico. Es un gráfico de Compound Interest sobre la química que hay detrás de este característico aroma. 

Fuentes