Piezas de ajedrez de Lewis

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Piezas de ajedrez de Lewis
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Piezas de ajedrez de marfil de morsa y diente de ballena, probablemente elaboradas en Noruega, encontradas en la isla de Lewis, Escocia 1150-1200 n. e.

Piezas de ajedrez de Lewis. Son piezas de ajedrez elaboradas con marfil de morsa y diente de ballena, problamente en Noruega y fueron encontradas en la isla de Lewis, Escocia 1150-1200 n. e. Sesenta y siete de ellas se encuentran en el Museo Británico y once están en el Museo Nacional de Escocia. En conjunto, estas preciadas piezas te trasladan al corazón del mundo medieval.

Descrición

Los juegos de mesa existen desde el surgimiento de la humanidad hace más de 5000 años, pero el ajedrez es relativamente nuevo, ya que al parecer se inventó en la India después del año 500. Durante los siglos siguientes, el juego se difundió por Oriente Próximo y la Europa cristiana y en cada sitio las piezas de ajedrez cambiaron para reflejar la sociedad que jugaba a él.

En la India existen piezas llamadas elefantes de guerra, mientras que en Oriente Próximo las reservas islámicas en torno a la representación de la imagen humana hicieron que todas las piezas fueran prácticamente abstractas. Las europeas, por el contrario, suelen ser intensamente humanas y las piezas de ajedrez de Lewis no sólo parecen mostrarnos una serie peculiar de personajes, sino que reflejan asombrosamente las estructuras del gran juego de poder medieval tal como tenía lugar en todo el norte de Europa, desde Islandia e Irlanda hasta Escandinavia y el Báltico.

Piezas de ajedrez de Lewis

Estas piezas son mucho más grandes que las figuras con las que se juega hoy, el rey, por ejemplo, mide unos 8 centímetros de alto y llena sin problemas un puño apretado. La mayoría están talladas en colmillos de morsa, aunque, otras son hechas con dientes de ballena. Originariamente algunas de las piezas debían de ser de color rojo, en lugar del negro que hoy es más común, pero actualmente todas ellas son de un pálido color crema.

Uno de los enigmas de las piezas de ajedrez de Lewis es que hay muchas piezas importantes, y en comparación, muy pocos peones, hay piezas de varios juegos incompletos, pero sólo hay 19 peones entre ellas.

Estos son las únicas piezas que no tienen forma humana, son simplemente pequeños trozos de marfil que se alzan verticalmente como lápidas. En la sociedad medieval representan a los campesinos brutalmente reclutados para llevarlos al campo de batalla. Todas las sociedades tienden a concebir a la gente de los estratos inferiores como piezas intercambiables e idénticas, en este caso se representa a los soldados de infantería despojados por completo de cualquier individualidad.

Las piezas importantes, por el contrario, están llenas de personalidad: guardias de élite, caballeros sobre su montura, reyes autoritarios y reinas pensativas. El lugar de honor le corresponde a la fuente última del poder legítimo: el rey, si se le captura, cesa el combate. Todos los reyes de Lewis aparecen sentados en tronos ricamente decorados, con una espada en las rodillas. La protección de los reyes recae en dos tipos de guerreros especializados.

Uno resulta enseguida familiar: el caballero, rápido, versátil y montado a lomos de su caballo. El guerrero montado es una constante desde los mismos comienzos del ajedrez en la India, aparece en todas las épocas y en todos los países y no han variado hasta hoy. Pero estos caballeros que tan familiares nos resultan están flanqueados por algo mucho más siniestro.

En los extremos del tablero donde hoy tenemos torres aparecen las tropas de choque definitivas del mundo escandinavo. Se alzan amenazadoramente, algunas de ellas, en un frenesí de sed de sangre, mordiendo la parte Trondheim era uno de los grandes centros del tallado de marfil de morsa y el estilo de las piezas de ajedrez de Lewis es muy parecido al de las piezas allí fabricadas.

Hallazgo de las piezas de ajedrez de Lewis

Las piezas fueron descubiertas en 1831, en la parte de la isla hoy conocida como Uig Bay, en una pequeña cavidad de piedra oculta en un banco de arena. La explicación que resulta más verosímil de que estuvieran ahí es que las ocultara para ponerlas a salvo algún comerciante que podría haber estado tratando de venderlas en la propia Lewis.

Por ejemplo, un poema del siglo XIII que menciona a un poderoso personaje, Angus Mor de Islay, como rey de Lewis y del que cuenta que heredó el juego de piezas de ajedrez de marfil de su padre.

Los obispos de las piezas de ajedrez de Lewis son los más antiguos que se conocen, un poderoso recordatorio de que en toda Europa la Iglesia era una parte esencial de la maquinaria de guerra de cualquier Estado. La historia de las Cruzadas en Tierra Santa y el papel que desempeñó la Iglesia en ellas son bien conocidos, pero en la misma época hubo también una cruzada nórdica, encabezada por los caballeros teutones, que conquistó y cristianizó diversas partes de Europa oriental.

Fuentes