Príamo

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Príamo en la mitología griega, fue el rey mítico de Troya en la época de la Guerra de Troya. Fue el único hijo de Laomedonte y de la ninfa Estrimón, hija del Escamandro.

Mito

Según Apolodoro, primero se llamó Podarces. Cuando era aún un niño, Heracles salvó a su hermana Hesíone de ser devorada por un monstruo marino que había enviado Poseidón. Laomedonte no quiso pagar la recompensa prometida y Heracles, enfurecido, lanzó una ofensiva contra Troya y mató a toda la familia real. Podarces fue salvado por su hermana para no ser convertido en esclavo, quien pagó por él un precio simbólico: su velo. En lo sucesivo, el niño sería conocido como Príamo. Algunos estudiosos derivan su nombre del luvita Priimuua, que signifca "excepcionalmente valiente". Según Apolodoro el nombre deriva de príamai, que significa «comprar». Luchó de joven con los frigios contra las Amazonas. Muy joven aún, se hizo cargo del reino y —poco a poco— fue extendiendo su poder por toda la región, hasta tal punto que Troya llegó a ser conocida como "La dueña de Asia".

Descendencia

Es conocido por haber tenido una numerosa progenie, según la Ilíada, tuvo en total 50 hijos y 12 hijas, pero Homero no cita más que a 23 hijos y dos hijas. En cuanto a Apolodoro,[9] proporciona una lista de 46 hijos (o 47, según se cuente o no a Troilo, al que se considera hijo de Hécuba y de Apolo) y ocho hijas. Higinio[10] da 55 nombres.


Familia e Hijos

Según Homero, Príamo tuvo nada menos que cincuenta hijos, de los cuales diecinueve fueron de su segunda mujer, Hécuba, entre ellos Paris, Héctor, Políxena y los mellizos Casandra y Hélenos.

Príamo en la Guerra de Troya

Su participación en la Guerra de Troya fue escasa debido a su avanzada edad aunque luchó breve pero honrosamente; asistió ansiosamente desde los altos muros al desarrollo de la batalla y tras la muerte de Héctor, su hijo más amado, se adentró en el corazón del campo enemigo y habló con el mismisimo Aquiles, que le perdonó la vida y le devolvió el cuerpo de Héctor. Cuando los griegos lograron entrar a la ciudad gracias al famoso caballo de Troya, se refugió en el templo de Zeus amparándose en la protección del los dios, por consejo de su esposa, y se enfrentó a los saqueadores que le dieron muerte. Según la versión homérica, desarrollada en la Eneida de Virgilio, murió degollado a manos de Neoptólemo, hijo de Aquiles; aunque puedan existir otras teorías sobre el causante de su muerte, como la que se la atribuye al propio Agamenón en persona. La muerte de Príamo ha sido interpretada como símbolo de la caída de la propia Troya[1]. Su fe ciega desembocó en un conquista más pronta de lo que habría sido en otras circunstancias. Confió demasiado en augurios y señales y desoyó la lógica de sus hijos.


Referencias