Primera invasión al occidente de Cuba

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Primera invasión al occidente cubano.
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Federico Fernández Cavada. Promotor de la invasión.
Fecha:4 de marzo de 1870
Lugar:Occidente cubano
Descripción:
Invasión llevada a cabo en la Guerra de los 10 años por patriotas cubanos en la manigua insurrecta hacia el occidente de la isla.
Líderes:
Federico Fernández Cavada
Ejecutores o responsables del hecho:
Luis de la Maza Arredondo
Organizaciones involucradas:
Ejército Libertador


Primera invasión al occidente de Cuba. Marzo de 1870. 150 hombre dirigidos por el general Luis de la Maza Arredondo se lanzan a la que fuera la primera invasión mambisa al occidente de Cuba.

Invasión mambí de 1870

En febrero de 1870 el general del Ejército Libertador Federico Fernández Cavada, (1831-1871), propició la primera invasión hacia el occidente cubano entregando armas a la misma.

El 4 de marzo partieron 150 hombres dirigidos por el general habanero Luis Pablo de la Maza Arredondo de Entralgo, y el capitán Ramón Curbelo García, desde la zona de La Macagua, escoltados por el Coronel Jesús Cordero Sol hasta Cartagena.

Luis de la Maza era hijo de Fernando y Mariana, nacido en La Habana el 17 de agosto de 1825, y había estudiado en la universidad sin concluir la carrera, donde se destacó como alumno brillante en las asignaturas de Filosofía y Letras, pero se había graduado como Escribano, por lo que ejercía como Procurador y Notario en Cienfuegos hasta que comenzó la guerra.

Los combatientes mambises comenzaron a ser perseguidos por miles de voluntarios, guiados estos por buenos prácticos y sin rehuir combates, por lo que sufrieron muchas penurias.

Avanzaron por la Ciénaga de Zapata, salieron por Cabeza de Hatiguanico, pasaron Sabana Grande, y combatieron en la Hacienda Cocodrilo.
Contra ellos se movilizaron los Batallones de Voluntarios de Alacranes, de Bolondrón, Unión de Reyes, y los Chapelgorris de La Guira.

Sobre ellos cayó toda la furia del Brigadier español Juan N. Burriel, gobernador y comandante de Matanzas.
Penetraron en La Habana por Los Palos, continuando por Vegas y San Nicolás, y el 9 de marzo ya estaban muy diezmados en Güines, lugar donde tuvieron un encuentro en que se les separan los prácticos Capote y Ortiz, y cuyo hecho influyó de forma decisiva en el curso de los acontecimientos.

Prosiguió el afán persecutorio, y sobre ellos se vertieron ataques de las Milicias Disciplinadas y de los Voluntarios, de Güines, (comandadas éstas por el Coronel Ramón de las Cagigas), Bejucal, San Felipe y Batabanó.
Al salir de Guines y cruzar Melena, comenzaron a dividirse en grupos de 2-3 hombres, siendo muy hostigados por el Coronel Baile.

Entre los días 15-16, casi exhaustos, la idea prevaleciente entre los supervivientes era la de poder incorporarse a los grupos insurrectos de Carlos Idelfonso García Mesa, que operaban en las campiñas habaneras. (Carlos García nació el 23 de enero de 1836, en Corralillo, Bauta, hijo de Carlos natural de La Habana, y Juana Dominga natural del Guatao. Fue víctima de las persecuciones de la Guardia Civil, la que hiciera que en 1856 se lanzara al monte con sus parientes, temeroso por su libertad o su vida.)

Luis de la Maza y su joven ayudante Rafael Hernández Bullón del Cueto, por escasa diferencia de horas no lograron contactar con Carlos García, y fueron apresados víctimas de una celada efectuada por los Bomberos, (voluntarios negros de Batabanó), y delatados por ¨ Los Padilla ¨, en la finca Rabo de Zorra, en Pozo Redondo, Batabanó, el 15 de marzo, donde fueron fusilados a las 4 de la madrugada del día 16.

Carlos García logró reunir a algunos sobrevivientes, y embarcó a varios hacia los Estados Unidos.Tres de ellos llegaron a New York en abril, en unión de algunos de sus compañeros. Por su parte Carlos García no logró hacerles pagar su culpa a los Padilla, pero siempre al acecho capturó al Jefe de los Bomberos de Batabanó en compañía de uno de sus secuaces en la bodega de camino que se conocía por Punta Brava, situada en el cruce de arroyo Guanabo, en el callejón que de Pozo Redondo se dirige al oeste, donde se dispuso su ahorcamiento.

Tras siete años de patriótica lucha e intensas peripecias, y provocarles muchos malestares a las autoridades en las provincias de Pinar del Río y La Habana, Carlos García, para descansar, se replegó hacia una intrincada región del sureste habanero en la costa sur cerca de Güines. En Guanamón de Herrera y víctima de una traición, cae en una emboscada preparada por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Rafael Escasena.

El 21 de noviembre de 1875, siendo sepultado en Güines el día 22. Entre los objetos ocupados se encontraba una bandera cubana y el nombramiento de Comandante General de Vuelta Abajo, firmada por Francisco Vicente Aguilera. Desde el campo patriótico se expresó: ¨ Treinta y cinco balas atravesaron su cuerpo envuelto en la bandera cubana. Maldición para la traición que haya hecho desaparecer un práctico que nos hace falta.¨

Factores Adversos:

Además de no contar con experiencias anteriores, la primera invasión tuvo factores adversos, pues se enfrentaron a un buen cúmulo de fuerzas enemigas bien equipadas y organizadas, así como con guías experimentados en el terreno. La topografía llana y la gran cantidad de cercas de piedras debido a la estructura de la propiedad agrícola, dificultaban el movimiento, facilitando así el hostigamiento por el factor sorpresa, además de la alta concentración de caminos, vías férreas y comunicaciones.

En marzo de 1870 llegaba a la zona mayabequina la primera invasión al occidente cubano y dirigida por Luis de la Maza Arredondo, que a pesar del apoyo que trató de brindarle Carlos García, no pudo cumplir otro objetivo que no fuera el de su trascendencia política debido a las preocupaciones que le ocasionó a las autoridades coloniales.

Invasiones al occidente del país

Durante el proceso de las luchas revolucionarias en Cuba, como estrategia, se han realizado varias invasiones al occidente del país; no puede obviarse la importancia que las mismas han tenido debido a la configuración alargada y estrecha de su geografía.

Todas han portado como el común denominador el ideal de enfrentarse a las injusticias y obtener y salvaguardar la soberanía nacional.Cada una de ellas ha sido superior en calidad y organización a la anterior, y han estado prestigiadas por valiosas figuras históricas.

Estas acciones fueron emprendidas en dos ocasiones durante la Guerra de los Diez Años, después entre 1895-96, y en 1958. Las mismas han gozado de la presencia de la heroicidad de figuras de cimera dignidad y valor como el general Luis Pablo de la Maza Arredondo de Entralgo, el Titán de Bronce Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y el Generalísimo Máximo Gómez Báez, en sus luchas contra el colonialismo español, y del Señor de la Vanguardia Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, y El Guerrillero Heroico Comandante Ernesto ¨ Che ¨ Guevara de la Serna, contra la dictadura de Batista y el colonialismo.

Objetivos de estas proezas

  • Mermar la capacidad de la economía y las riquezas que sostenían al régimen caduco contra el cual luchaban.
  • Obtener mayores recursos imprescindibles para acelerar la lucha revolucionaria: vituallas tales como alimentos, vestuario y medicinas, etc., y pertrechos, armas, municiones...
  • Incrementar el mayor número posible de hombres para su incorporación a la guerra.
  • Disgregar el poderío enemigo, que disperso se debilitaría.
  • Que la iniciativa revolucionaria tomara la ofensiva, mientras que por el contrario, en jaque, el enemigo pasara a la defensiva.
  • Extender las zonas del escenario de la guerra, por lo que aumentarían las áreas liberadas controladas por la revolución.
  • Fortalecer aún más la unidad de todos los cubanos que luchan.
  • Desarrollar ideológicamente el fervor del sentimiento de la conciencia nacional necesaria.
  • Posibilitar que por la mayor cantidad posible de sitios de nuestras costas, pudieran arribar expediciones con ayuda solidaria de otros cubanos y del extranjero.
  • Aumentar no sólo el prestigio nacional, sino internacional de la revolución, para así lograr el apoyo y el reconocimiento a nuestra lucha, lo que traería descrédito al enemigo.

Fuente

  • Museo Municipal Güines, Lic. Abilio González González. (Investigador Agregado.)